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Ana de Armas: la nueva chica 'Blade Runner' a la que España no dio una oportunidad
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Ana de Armas: la nueva chica 'Blade Runner' a la que España no dio una oportunidad

A la actriz cubana le llegó la fama en España con 'El internado'. Después de unos años estancada se marchó a Los Ángeles. Ahora se prepara para conquistar Hollywood a lo grande

Foto: Ana de Armas presenta en Madrid 'Blade Runner 2049'. (Efe)
Ana de Armas presenta en Madrid 'Blade Runner 2049'. (Efe)

Cuando Ana de Armas se marchó de España rumbo a Hollywood porque aquí no le llegaban papeles —sólo participó en tres largometrajes sin mucha repercusión en cuatro años— no se podía imaginar que acabaría compartiendo set de rodaje con el mismísimo Harrison Ford. Y con Ryan Gosling. Y a las órdenes de Denis Villeneuve, uno de los directores más respetados del momento. Y en la que ha sido etiquetada como el film del año. Y no en un papel testimonial, sino con bastante presencia en pantalla. Más que la de Jared Leto, por ejemplo. Tres años después de poner una pica en Hollywood con 'Toc Toc' (2015) —una cinta de terror juvenil bastante olvidable— Ana de Armas puede decir que ha tocado —casi— cielo en la meca del cine: este viernes estrena 'Blade Runner 2049', la película de la que todo el mundo habla.

Foto: Ryan Gosling y Harrison Ford, en 'Blade Runner 2049'. (Sony Pictures)

La actriz llega a la entrevista sonriente, pero también abrumada. A veces incluso se le quiebra la voz. Tiene unos ojos gigantes y luminosos, como de faro. Los mismos que ha prestado a Joi, la compañera del agente K (Gosling) en la nueva secuela del clásico de Ridley Scott. Cuenta que el día que Harrison Ford la vio por primera vez, estaba desnuda. Bueno, ella no, sino Joi. "Hay una historia que cuenta Harrison por ahí de que el primer día que fue al set a ver a Ryan, él estaba haciendo una escena con una mujer gigante desnuda… que era yo. Como tuvimos la suerte de que todos los escenarios se construyeron de verdad, Ryan estaba rodando ese momento frente a una pantalla gigantesca, y yo estaba ahí". Enorme, rosa, desnuda. "Pero el día que yo conocí a Harrison en persona estaba vestida y normal", se ríe.

placeholder Imagen de Ana de Armas y Ryan Gosling en la escena de la gigante rosa. (Sony Pictures)
Imagen de Ana de Armas y Ryan Gosling en la escena de la gigante rosa. (Sony Pictures)

¿Y cómo es él?, que cantaría Perales. "Harrison es... A ver, ser el protagonista va más allá de que tu personaje sea el principal. Es una cuestión de actitud en la vida. Eres una persona a la que todo el equipo artístico y técnico va a mirar y va a seguir. Tu energía, lo profesional que seas, tu sentido del humor lo vas a contagiar a todo el mundo. Y esa va a ser la experiencia que se va a llevar. Y Harrison tiene eso. Y Ryan tiene eso. Y con ambos ha sido una experiencia increíble, porque ha sido un rodaje muy difícil, de mucha energía, de mucha disciplina, de estar enfocadísima, emocionalmente agotador… Si no hubiese sido por ellos y por Denis, que es un ángel, la película podría quedar mejor o peor, pero ¿tú qué te llevas? Independientemente de verlos actuar, lo que más me sorprendió a mí es esa calidad que tienen como artistas. No han perdido la frescura a pesar de las miles de películas que han hecho. Siguen emocionándose. Adoran su trabajo".

A Gosling ya lo había conocido en una de las tres audiciones que tuvo que pasar para convertirse en Joi. "Hubo mucha química y todo fue genial y nos llevamos súper bien". Fueron cinco meses de rodaje intenso en Hungría, con mucha presión, y de la proporción —o desproporción— presumible de 161 millones de euros. Como rodar 100 películas españolas —el presupuesto medio de cine español en 2017 ha sido de 1,7 millones de euros—, pero a la vez. "Nada de lo que podía imaginar por mis experiencias previas iba a estar cerca de lo que iba a ser. En ese set no había nadie tranquilo. Es imposible no sentir el peso de lo que supone hacer esta película; por eso creo que se tardaron 30 años en hacerla".

placeholder De Armas en un cartel de 'Blade Runner 2049'. (Sony)
De Armas en un cartel de 'Blade Runner 2049'. (Sony)

"La gente involucrada en el proyecto estaba esperando, primero, a la historia adecuada y, segundo, a alguien que supiera hacerla y que tuviera una visión fuerte y concreta de el material, y por eso creo que Denis es el director ideal para hacerlo". Sobre el cineasta canadiense, quien en los pasados Oscar estuvo nominado en la categoría de Mejor director por 'La llegada', sólo tiene buenas palabras. "Denis es un director que quiere mucho a los actores, que los respeta mucho porque entiende lo difícil que es nuestro trabajo, y es muy agradecido y muy generoso. Hace cine de autor y es un director que va al corazón de la historia y de los personajes, que trabaja de una manera muy artesanal y colaborativa; está muy pendiente de todo y no sólo se sienta detrás del monitor para ver si está todo a foco. Es un director que desde el primer minuto está a cargo del proceso, del material, los colores, las luces…".

En ese set no había nadie tranquilo. Es imposible no sentir el peso de lo que supone hacer esta película

"Tenía pánico por no decepcionarlo, por estar a la altura de los actores con los que iba a trabajar, por formar parte de la continuación de una película tan icónica, por las expectativas, por el inglés… Todo me ponía nerviosa". Normal para una actriz que ha pasado de protagonizar series corales de la televisión española como 'El internado' o 'Hispania' a un auténtico rodillo de la industria más potente del mundo. "Siento mucho orgullo de formar parte de esta película, pero también he sentido mucho miedo, nervios, incredulidad… Ha sido muy inspirador también, sabiendo que no podía estar en mejores manos. Desde luego es lo más importante que he hecho en mi carrera a nivel personal, artístico y técnico. Han sido cinco meses de mucho aprendizaje en todos los sentidos. Y creo que ha salido bastante bien".

placeholder Ryan Gosling y Ana de Armas en una imagen de 'Blade Runner 2049'. (Sony Pictures)
Ryan Gosling y Ana de Armas en una imagen de 'Blade Runner 2049'. (Sony Pictures)

En 1982, cuando se estrenó el 'Blade Runner' a Ana de Armas todavía le quedaban seis años para nacer. Lo hizo en La Habana, en una familia de universitarios de clase 'media raspada' que tenía lo justo para comer a diario e irse algún verano de vacaciones. A los nueve o diez años fue cuando vio por primera vez la película de Scott. "Entonces no entendí nada. Más tarde la volví a ver varias veces, porque es una película que cuesta entender; dice muchas cosas y cuesta procesar tanta información. Es también un reflejo de una sociedad difícil de aceptar. Es increíble pensar que en el año 82 Ridley Scott hizo casi una profecía de un futuro que es el que casi estamos viviendo. Ha ganado relevancia con los años porque nos sentimos muy cerca de eso. La película me parece visualmente increíble y entiendo por qué hay un antes y un después de 'Blade Runner' en el cine de ciencia ficción".

Foto: Harrison Ford, Ana de Armas y Ryan Gosling en la presentación de 'Blade Runner 2049' en Madrid | Cordon Press

Una película que plantea los cambios sociales que puede ocasionar el desarrollo tecnológico, visionaria para su época, que habla de la inteligencia artificial, la ingeniería genética, la superpoblación en un mundo distópico que pinta un futuro bastante desasosegante. Y sobre la búsqueda de la conexión emocional verdadera en un mundo de sucedáneos. "Pienso que todos —los personajes de la película y nosotros— estamos un poco perdidos. Estamos buscando nuestra identidad y aquello con lo que conectamos. Yo creo que actualmente la gente está más preocupada por intentar conectar con un teléfono, con internet, donde hay tanta información, conectar a larga distancia con gente que ni siquiera se conoce, que conectar humanamente. Se han olvidado o perdido los valores o el significado de cosas como el amor, la compasión, la empatía, la tolerancia…. Yo espero que en ese sentido la película asuste y que sea una especie de sacudida para la gente joven, porque si no hay nada que nos conecte como ser humano… vamos mal".

De La Habana a Los Ángeles

Aunque el bicho de la actuación le picó a los 11 años, no fue hasta los 14 cuando la actriz se apuntó a clases de interpretación en la Escuela de Teatro de La Habana. Allí, en su Cuba natal, rodó su primera película en 2006 a las órdenes de Manuel Gutiérrez Aragón, y un año después 'El edén perdido', una película coproducida con Antena 3, que ese mismo año y durante siete temporadas se convertiría en su casa gracias a la serie 'El internado'. Un 'pepinazo' a nivel nacional que la elevó al estatus de estrella juvenil en España. Después llegaron los 17 episodios de 'Hispania' y, seguido, el vacío. Y si no el vacío, un frenazo en su carrera, ese punto crítico en el que la cosa cuaja o no cuaja.

placeholder Gosling y De Armas en otro momento de la película. (Sony Pictures)
Gosling y De Armas en otro momento de la película. (Sony Pictures)

Un día vendió sus muebles, cogió el petate y se fue a Hollywood. Y allí se convirtió en una 'scream queen' (reina del grito), el típico papel de chica joven y bonita de película de terror adolescente. Eso sí, compartiendo alaridos con Keanu Reeves. "No todas las cosas que he hecho las he elegido. Bueno, las he elegido dentro de proyectos que eran los que tenía a mano. Cuando te ven en una película de terror lo siguiente que te ofrecen seguro es de terror. A veces lo haces lo mejor que puedes con lo que tienes. Y es una lucha constante, poco a poco, y lleva tiempo. Realmente o bien creas tu propio material y decides hacer lo que quieres hacer o realmente tienes que esperar a que alguien te ofrezca una oportunidad para hacer otro tipo de papeles y de personajes". Y esa oportunidad se la dio Villeneuve, cuando la escogió para el papel de la compañera sentimental del agente K de 'Blade Runner 2049'. "Quizás ha sido casualidad o coincidencia, pero si ya de por sí cuesta encontrar un personaje femenino interesante para alguien joven que además es latina…".

Foto: El guionista de Blade Runner, dándolo todo (imagen del documental 'Escapes').

Y 'Blade Runner 2049' ha sido esa oportunidad que a una no sólo le cambia la carrera, sino la vida. La intensa promoción que la ha llevado desde Los Ángeles hasta Madrid, París o Londres es sólo un aperitivo. Aparecer en la cartelería de miles de cines de todo el mundo es sólo un aperitivo. Portadas de revista. Anuncios de televisión. Ana de Armas. Ana de Armas. Ana de Armas. "Yo me lo tomo como viene, poco a poco". Una pausa larga. Traga saliva. Le vuelve a temblar la voz. "Yo pienso que en mi vida, en general, muy pocas cosas han sido planeadas, todo ha sido bastante improvisado. No me gusta anticiparme a nada, ni crear expectativas. Desde que decidí irme de Cuba, mis padres nunca me han hecho sentir que debía volver a casa con un trofeo o algo, con lo cual nunca he tenido esa presión ni tampoco quiero ponérmela a mí misma. Se ven tantas cosas en las carreras de cine, tanta gente que piensas 'a partir de ahora…' y luego nada. Me lo tomo como puedo, sigo con mi familia, con mis amigos de siempre. Es algo definitivamente inolvidable, parte de la historia del cine para siempre, pero nunca sabes lo que va a pasar".

Cuando Ana de Armas se marchó de España rumbo a Hollywood porque aquí no le llegaban papeles —sólo participó en tres largometrajes sin mucha repercusión en cuatro años— no se podía imaginar que acabaría compartiendo set de rodaje con el mismísimo Harrison Ford. Y con Ryan Gosling. Y a las órdenes de Denis Villeneuve, uno de los directores más respetados del momento. Y en la que ha sido etiquetada como el film del año. Y no en un papel testimonial, sino con bastante presencia en pantalla. Más que la de Jared Leto, por ejemplo. Tres años después de poner una pica en Hollywood con 'Toc Toc' (2015) —una cinta de terror juvenil bastante olvidable— Ana de Armas puede decir que ha tocado —casi— cielo en la meca del cine: este viernes estrena 'Blade Runner 2049', la película de la que todo el mundo habla.

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