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Abuso de poder, acoso y machismo: el Mamet más turbador
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Abuso de poder, acoso y machismo: el Mamet más turbador

Fernando Guillén Cuervo y Natalia Sánchez estrenan 'Oleanna', una polémica y magnífica obra del dramaturgo estadounidense dirigida por Luis Luque

Foto: 'Oleanna', de David Mamet y dirigida por Luis Luque
'Oleanna', de David Mamet y dirigida por Luis Luque

"Mamet es un cabrón honesto", dice rotundo Fernando Guillén Cuervo. "No es nada maniqueo, no juega con arquetipos ni con líneas rectas ni trazos gruesos sino que te lleva por laberintos y por bosques difíciles de pasar llenos de luces y sombras", añade. Así son Carol y John, los protagonistas de 'Oleanna', este combate sobre el abuso de poder que Luis Luque dirige a partir del 6 de septiembre en el Teatro Bellas Artes de Madrid. "Hacer un Mamet es una invitación a la provocación", resume el director sobre esta magnífica y turbadora obra que se estrenó en 1992 rodeada de polémica.

David Mamet fue tachado de machista, los espectadores salían a puñetazos del teatro y el debate que se generó en torno al feminismo y el acoso no dejo a nadie indiferente, especialmente porque coincidió con el caso contra el juez Thomas, candidato al Tribunal Supremo de Estados Unidos, por acoso sexual a una profesora universitaria.Y porque el texto es deliberadamente ambiguo sobre el papel de la víctima y el verdugo. "Yo soy un artista, escribo obras, no hago propaganda política. Si buscan soluciones fáciles, enciendan la televisión. Yo no tengo respuestas", se defendió el dramaturgo. Esa es la clave de 'Oleanna', que presenta a dos personajes normales y contradictorios donde no hay buenos ni malos y eso provoca desasosiego y perturbación en el espectador. "No es un teatro complaciente. No te deja cómodo y a mí ese teatro me encanta", añade Luque.

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Fernando Guillén Cuervo, Natalia Sánchez y Luis Luque

Guillén Cuervo y Natalia Sánchez son profesor y alumna. Ella va a su despacho a reclamar una nota pero el profesor enrollado y progresista no es ni mucho menos lo que parece, como tampoco lo es la inocente y pánfila universitaria. 'Oleanna' habla de la lucha y el abuso de poder pero también del acoso sexual, del feminismo y del machismo, y esto último lo hace con una mirada muy interesante (y adelantada cuando se estrenó la obra) porque pone el foco sobre ese machismo cotidiano que pasa bastante desapercibido. "Ella es una chica inteligente que tiene una respuesta contundente a un machismo latente y normalizado", dice el actor. "A un machismo larvado y subterráneo en un discurso progresista como es el que tiene John. Por eso, Mamet te obliga a mirarte y a mirar esas actitudes machistas que tenemos todos los hombres y muchas mujeres", prosigue Luque.

"¿Qué pasa si entregamos un arma de fuego o una granada al que creemos el débil? ¿Qué pasa si tira de la anilla como hace Carol?", agrega. Porque Carol también es una adelantada y da un golpe en la mesa. Abusan de ella, la menosprecian pero reacciona y, como analiza el actor, no es una resentida y vengativa. "Ella sufre una gran decepción por parte de su tutor. Descubre que es un hombre inconsistente, además de un machista intolerable. ¿Solo es machista el de San Fermín? No. Este es el de San Fermín antes de emborracharse. Hablamos de los mansos peligrosos. No son malvados. Nosotros defendemos nuestros personajes desde esa normalidad, que es lo más peligroso", asegura Guillén Cuervo.

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'Oleanna', de David Mamet y dirigida por Luis Luque

Dice el actor que nuestra sociedad está plagada de Johns, esos hombres progres en su discurso pero capitalistas, conservadores y elitistas en la práctica, machistas en el día a día que basan su género en ejercer la posición dominante. Y la sociedad actual sigue fomentando esas actitudes. "Hay más Johns que nunca. Ese machismo y esa sociedad heterófila que está en la publicidad, en la moda, en la música, en el piropo, en el fútbol, en San Fermín, en el día a día. Lo que diferencia a un señor normal del de San Fermín son cinco cubatas. Estamos mal. Hay 700.000 prostitutas censadas en este país y tendrán sus clientes ¿no? ¿Qué señores van? Padres de familia, médicos, profesores, arquitectos, el vecino, todos los 'Johns".

Y Carol, a quien Luque define como "una Agustina de Aragón" le da la vuelta a la tortilla, le quita la máscara a su profesor y reacciona, algo también novedoso en esos primeros noventa con el feminismo en explosión y algo que hoy sigue sonando potente y, sobre todo, pertinente. El problema, analiza el actor, es que "esa sociedad era más reactiva y con menos síndrome de pagar la luz " que la de ahora. Porque en 'Oleanna' por encima de estos temas está una lucha de poder y el abuso de la posición dominante y la crisis del mundo occidental.

"El abuso de poder que ejerce John y del que es víctima está más vigente que nunca. El ciudadano de Occidente no es libre. Todos dependemos de una estructura social, jerárquica, bancaria, de Hacienda... Somos presos del poder y por instinto de conservación también lo utilizamos. El problema es que como se ha desdibujado la izquierda y su capacidad de lucha, ahora vamos demasiado apretados. El otro día escuchaba a un fabricante de las armas que va a vender el Gobierno y le decía al periodista que él gana 1.000 pavos, tenía tres hijos y que no le pidiera que fuera consciente de nada, que bastante tenía con pagar la luz. Ahí nos han llevado. Todos somos víctimas del abuso de poder y eso ha desdibujado muchísimo nuestras líneas morales", afirma Guillén Cuervo. Y Mamet lejos de ocultar ese sistema de mentiras le pone focos y desnuda a sus lobos con piel de cordero.

"Mamet es un cabrón honesto", dice rotundo Fernando Guillén Cuervo. "No es nada maniqueo, no juega con arquetipos ni con líneas rectas ni trazos gruesos sino que te lleva por laberintos y por bosques difíciles de pasar llenos de luces y sombras", añade. Así son Carol y John, los protagonistas de 'Oleanna', este combate sobre el abuso de poder que Luis Luque dirige a partir del 6 de septiembre en el Teatro Bellas Artes de Madrid. "Hacer un Mamet es una invitación a la provocación", resume el director sobre esta magnífica y turbadora obra que se estrenó en 1992 rodeada de polémica.

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