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Fela Kuti: el día que una de sus 29 esposas intentó acuchillarle en Barcelona
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afrobeat y denuncia del saqueo colonial

Fela Kuti: el día que una de sus 29 esposas intentó acuchillarle en Barcelona

Icono de la música africana y creador del 'afrobeat', se cumplen 20 años de la muerte del comprometido artista nigeriano

Foto: El músico nigeriano Fela Kuti
El músico nigeriano Fela Kuti

Jim Morrison. John Lennon. Mick Jagger. Bruce Springsteen. Freddie Mercury. ¿Alguien ha notado que el Olimpo de la música popular del siglo XX parece una zona residencial para blancos? Por supuesto, también hay espacio para alguna estrella afroamericana como Prince, Miles Davis y Michael Jackson. El problema llega cuando intentamos buscar algún icono africano, el continente donde nacieron los ritmos más potentes y longevos, diseminados luego por todo el planeta a golpe de exilio y esclavitud.

¿Cuál es tu músico africano preferido? La mayoría de los lectores sudarán para dar con un par de nombres, pero los adictos a los ritmos de allí saben que nadie podrá superar al nigeriano Fela Kuti (1938-1997), una mezcla explosiva de Bob Marley, James Brown y Malcolm X. Él y sus músicos inventaron el afrobeat, estilo hipnótico, vibrante y febril, cuyo combustible es el orgullo africano y la denuncia del saqueo colonial. No es extraño su interés por las Panteras Negras, que en los años setenta plantaron cara al gobierno de Estados Unidos. Durante toda su vida, Kuti fue perseguido y hostigado por la policía de su país, hasta el punto de que invadieron su estudio-residencia, la república de Kalauta, hiriendo a su adorada madre. Es el precio de cantar contra el imperialismo, la corrupción gubernamental y los abusos de las grandes petroleras, entregadas a la rapiña de los recursos de Nigeria. Este mes se cumplen dos décadas de la desaparición de este icono musical de culto.

Otro día en la oficina

Fela Kuti fue uno de esos personajes más grandes que la vida. Para ilustrarlo, basta un pequeño zapping por la crónica de su primer concierto en España, celebrado en la sala Otto Zutz de Barcelona. El rey del afrobeat descargó su música el 3 diciembre de 1986. Así lo contaba el periodista Carlos Nuñez en 'El Periódico de Catalunya': "Fela no aparenta los 48 años que tiene y afirma que puede, si quiere, vivir hasta los 170. Ha estado en la cárcel en diversas ocasiones, acusado de muchas cosas (…) Fela interpretó durante más de tres horas una pequeña muestra de la música que ha grabado en más de 70 discos a lo largo de 23 años. Con la percusión y el metal en primer plano, hizo vibrar con sus ritmos incisivos que parecían no tener fin. (…) Al final del concierto, una de las veintinueve esposas de Fela intentó, sin éxito, acuchillarle en el camerino". Resumiendo: otro día en la oficina.

Puede pensarse que tres horas son demasiada tralla, pero las sesiones de afrobeat pueden ser tan extensas como pida el cuerpo. En los clubes de Lagos, por ejemplo, no era extraño tocar cinco o seis horas. Tony Allen, el talentoso batería de Kuti, suele explicar que las dos primeras dos horas en el escenario las consideraba un simple calentamiento.

El matrimonio es el mal

Del suceso con la esposa no se sabe más. Por suerte, un programa de la televisión catalana realizó un amplio reportaje sobre aquel concierto. Allí Kuti expone su peculiar visión de la vida sentimental: "Me casé una vez y me divorcié. Por eso no me he vuelto a casar. Para mí la vida es experiencia, no seguir lo que hace todo el mundo. En la cárcel medité sobre los filos de mi pensamiento y cómo los podía pulir. Una de esas aristas era el matrimonio. Creo que el matrimonio es maligno: alimenta los celos, el egoísmo y la compulsión de poseer a la otra persona. La convivencia de un hombre y una mujer debe ser más espiritual", señala. Con un pie en el circuito de conciertos de Occidente y otro en las religiones africanas, nunca dejaba muy claro el estatus legal de las mujeres que le rodeaban, a quienes muchas veces se refería como "esposas". Seguramente, la estrella les otorgaba el título que más le convenía en cada momento. Está claro que no hablamos de relaciones simétricas. Su imagen de semental sagrado se veía reforzada sobre las tablas con la presencia de sensuales bailarinas con maquillaje tribal.

Despliegue de poderío

Su fotógrafo oficial, el francés Bertrand Mathusière, explica la personalidad del músico nigeriano: “Era un tipo peculiar. Viajaba con dos docenas de esposas, hacía matar gallinas en habitaciones de hotel, recibía a la gente sentado en la taza del váter. ¿Has oído la canción 'Power Show'? Pues de eso se trataba: le gustaba enseñar a la gente su poder, que supiera que no le importaba lo que pensaras de él porque estaba muy por encima de las convenciones sociales occidentales. No podías entrar en su habitación así como así, siempre había uno o dos tipos custodiando la puerta, guardaespaldas o secretarios. De hecho, a veces hacía esperar a la gente que le visitaba para asegurarse de que cuando entrasen estaría sentado en la taza”.

¿Otro recuerdo revelador? “Al principio de conocer a Fela pensé que habría una contradicción entre su ideología anticapitalista y su estilo de vida exagerado, con tantas mujeres, tantos excesos y un comportamiento a menudo desconsiderado. Luego me di cuenta de que no era así; simplemente, se portaba como un hombre africano". Nunca será un icono feminista, pero sí un referente anticolonial.

Acoso policial y muerte

El 18 de febrero de 1977, el general Obasanjo, jefe de la junta militar nigeriana, ordenó una operación de castigo contra Kalakuta, la finca donde Fela había construido su casa, su estudio, un centro de actividades políticas y una clínica de acceso gratuito. Unos mil soldados quemaron el complejo, el equipo, muchos másters con música inédita, agredieron brutalmente a los ocupantes con torturas y violaciones y llegaron a lanzar a la madre de Fela (en silla de ruedas) desde un segundo piso. Inspirándose en la agresión, Fela compuso dos álbumes clásicos: 'Sorrow, tears and blood' (1977) y 'Unknown soldier' (1979). El último hace referencia al cinismo del gobierno, que atribuyó el ataque a "soldados desconocidos". Veinte años después, el 2 de agosto de 1997 murió de sida, una enfermedad que siempre se negó a reconocer. “Cuando se anunció su fallecimiento, apenas hubo delitos en Nigeria durante dos días, porque todos los chicos malos le amaban y estaban ocupados acudiendo a su funeral”, explica su hijo Femi. Se calcula que un millón de personas asistieron a su funeral.

Influencia incesante

El legado de Fela Kuti no es una batallita del pasado. Dos de sus hijos, Femi y Seun, mantienen engrasadas bandas de afrobeat, capaces de desplegar toda la magia del género. En 2009 se estrenó un musical sobre su vida en Nueva York, producido por las estrellas Will Smith y Jay-Z. La música de este espectáculo en directo corría a cargo de Antibalas, un colectivo interrracial de sonido demoledor, que sigue poniendo al día los hallazgos del nigeriano. En 2002, se publicó el disco de tributo 'Red, Hot + Riot' , donde rinden homenaje a Fela estrellas como Macy Gray, Manu Dibango y D' Angelo, entre otros. El recopilatorio 'República afrobeat' (2003) certifica también la influencia de su obra en piezas de Fatboy Slim, Masters At Work, Zuco 103… De acuerdo, es improbable que Kuti alcance la fama de James Brown, Stevie Wonder y Bob Marley, pero sigue siendo una pieza clave de la historia de la música.

Jim Morrison. John Lennon. Mick Jagger. Bruce Springsteen. Freddie Mercury. ¿Alguien ha notado que el Olimpo de la música popular del siglo XX parece una zona residencial para blancos? Por supuesto, también hay espacio para alguna estrella afroamericana como Prince, Miles Davis y Michael Jackson. El problema llega cuando intentamos buscar algún icono africano, el continente donde nacieron los ritmos más potentes y longevos, diseminados luego por todo el planeta a golpe de exilio y esclavitud.

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