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"¿A cuántos más vais a matar?". Denuncian explotación y amenazas en el Mad Cool
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la concentración por la muerte de aunión

"¿A cuántos más vais a matar?". Denuncian explotación y amenazas en el Mad Cool

Al grito de "Pedro, hermano, nosotros no olvidamos" y "El precio de tu abono no vale una vida", los congregados han aprovechado la entrada de asistentes para realizar su denuncia

Foto: Concentración en recuerdo de Pedro Aunión. (Unión de Actores)
Concentración en recuerdo de Pedro Aunión. (Unión de Actores)

Unas sesenta personas con pancartas y megáfonos se reunieron en la tarde del sábado en la puerta del festival Mad Cool para protestar por la muerte de Pedro Aunión, el acróbata que cayó desde veinte metros de altura tras un fallo de seguridad. El Confidencial acudió a las siete de la tarde a la entrada de La Caja Mágica para hablar cara a cara con los trabajadores en el acto de homenaje a su compañero. “Ha muerto Pedro como le podría haber pasado a cualquiera de nosotros. En Mad Cool no hay apenas protocolos de seguridad, ni nadie que vigile que estamos bien cuidadas. Por ponerte un ejemplo, hay barras de cerveza instaladas junto al cuadro eléctrico del festival. Los cables están por enmedio y una chavala se llegó a tropezar y romper el pie. Trabajamos muy apretadas, los accidentes laborales son comunes y apenas se atienden. Te dan cinco minutos de descanso en vez de dejarte ir a la enfermería”, denuncia una trabajadora treintañera.

placeholder Cartel en la concentración del Mad Cool.
Cartel en la concentración del Mad Cool.

Los empleados de las subcontratas de Mad Cool prefieren no dar su nombre por temor a represalias. “Nos han amenazado con no volver a contratarnos y hasta con no pagar lo trabajado si protestamos”. Por eso han recurrido a un abogado para demandar a sus empleadores.

Foto: Miembros de los servicios sanitarios intentan reanimar a Pedro Aunión. (EFE) Opinión

Trato inhumano

Su relato de las condiciones de trabajo suena demoledor. “Nos contratan de forma irregular, vía 'WhatsApp', nos despiden de cualquier manera y no hay formalidad ni siquiera en los pagos. Han despedido a trescientos trabajadores para volver a ofrecernos el mismo puesto por cuatro euros menos la hora. De diez a seis euros en 24 horas. Todo ello sin descansos, ni tiempo para cenar. Tampoco pagan las horas extra, que son muy frecuentes, ni el plus de nocturnidad. Hacemos turnos de doce horas que fácilmente se convierten en catorce. No están estipulados los descansos para ir al servicio, que son discrecionales por parte del encargado”, denuncia otro compañero.

Han despedido a trescientos trabajadores para volver a ofrecernos el mismo puesto por cuatro euros menos la hora

En la concentración no estuvieron solos, sino que acudieron a mostrar su apoyo miembros del sindicato CNT, que preguntaron en voz alta cómo era posible que no hubiera una red o algún otro medio de seguridad para evitar la muerte de Pedro. Tampoco faltó la Unión de Actores y Actrices, con una portavoz que describió el mundo del espectáculo como “un campo abierto al abuso laboral”. Otro colectivo presente fue el Sindicato Estatal de Músicos, Intérpretes y Compositores. Se corearon consignas como “¿A cuántos más vais a matar?”, “Pedro, hermano, nosotros no olvidamos” y “Vergüenza me daría llevar la pulserita”. Los espectadores que se dirigían al recinto miraban el acto con una mezcla de malestar y extrañeza.

Desprotección total

Más testimonios: “Estamos indefensas frente a las agresiones sexuales en la barra, sobre todo de hombres del público, pero también de compañeros. La empresa no nos da recursos para frenarlos ni para denunciar. Todo les da igual. Cuando lo comentas, se ríen o pasan”, explica una veinteañera. Otro trabajador señaló la vulnerabilidad general: “Como no hay protocolo ante la lluvia, no te ofrecen ni un chubasquero. Se nota que tampoco tenían previsto qué hacer ante la muerte de un trabajador, por eso optaron por el silencio durante toda la noche de ayer, que es lo más cómodo”.

Foto: Acceso al camping de trabajadores del FIB.
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La emoción dominó el acto de recuerdo y protesta por la muerte del artista, con varias trabajadoras rompiendo a llorar en distintos momentos. “Pedro Aunión era su nombre”, se cantó varias veces, denunciando un primer comunicado de la organización que le describía como “un bailarín aéreo”, sin mencionar siquiera su nombre ni apellido. También se gritó “¿Qué sentirías si fuera tu familia?”. Entonces varios asistentes abandonaron la cola para acercarse a escuchar.

Denuncia de Facua

Alguno de los presentes debutaba como trabajador del festival, otros tenían una mayor trayectoria con la empresa que provee de servicios a Mad Cool y el festival de metal Download, ambos organizados por Live Nation. Download se celebró entre el 22 y 24 de junio, también en la Caja Mágica. “Allí quienes más sufrieron fueron los compañeros de seguridad. Se negaban a darles agua y uno tuvo un golpe de calor por culpa de un encargado de barra que se negó a socorrerle. Todo por dos putos euros que costaba la botellita. Te puedes hacer una idea”, explicaban cabreados.

placeholder Concentración a la entrada del Mad Cool.
Concentración a la entrada del Mad Cool.

Cientos de miembros del público de Download se quejaron por lo mismo. “Solo el segundo día pusieron unas mangueras para que la gente pudiera refrescarse”, recuerdan. Facua, asociación de defensa de derechos de los consumidores, ha denunciado a la promotora Live Nation por estos hechos. “Es aberrante que la organización del evento no permita a los usuarios el acceso siquiera con agua embotellada, obligando así a los asistentes a que la adquieran en los bares abiertos en en interior y beneficiándose con ello a costa de esa necesidad”, señala Facua.

Silencio del festival

Desde la mañana del sábado, El Confidencial estuvo en contacto con la directora de comunicación de Mad Cool para intentar recoger la versión de la organización. Nada más enviarle un primer relato de los trabajadores, para saber si había algo que matizar, nos amenazó con llevar al medio a juicio si publicábamos algún dato que no fuera oficial. Poco después, accedió a contestar a nuestras dudas, siempre que estas fueran formuladas por escrito. Le enviamos seis cuestiones sobre el motivo de la muerte de Aunión, la conveniencia de celebrar un espectáculo de acrobacia cuando el clima era inestable y preguntando quién tomó la decisión de no cancelar el festival, entre otros detalles. Cuatro horas después de recibirlas, nos comunicó que prefería no contestar.

Sorprende la falta de respuesta a las graves acusaciones de explotación y maltrato; las peores a las que se ha enfrentado nunca un festival

A lo largo de la concentración de trabajadores, en conversaciones privadas, varios periodistas especializados en cultura coincidieron en señalar la pésima gestión de los acontecimientos por parte de Mad Cool. “El comunicado ha sido un puto desastre”, lamentaba el redactor jefe de un prestigioso diario de papel. Sorprende también la falta de respuesta a las graves acusaciones de explotación y maltrato; sin duda, las peores a las que se ha enfrentado nunca un festival en nuestro país. Durante la confección de esta crónica, la organización todavía no había cumplido el “sentido homenaje” a Aunión que había anunciado por la mañana. La directora de comunicación sí nos mandó un mensaje de WhatsApp para aclarar que se desplegaría un mensaje “ de cariño y respeto” a las once menos cuarto. Desde la noche del viernes, las redes sociales estuvieron inundadas de protestas por la falta de sensibilidad del festival. La banda británica Slowdive decidió cancelar su actuación por respeto al fallecido. Mad Cool eludió explicar los motivos del grupo en las pantallas informativas, dando a entender que no tenían relación con la muerte de Pedro Aunión.

Unas sesenta personas con pancartas y megáfonos se reunieron en la tarde del sábado en la puerta del festival Mad Cool para protestar por la muerte de Pedro Aunión, el acróbata que cayó desde veinte metros de altura tras un fallo de seguridad. El Confidencial acudió a las siete de la tarde a la entrada de La Caja Mágica para hablar cara a cara con los trabajadores en el acto de homenaje a su compañero. “Ha muerto Pedro como le podría haber pasado a cualquiera de nosotros. En Mad Cool no hay apenas protocolos de seguridad, ni nadie que vigile que estamos bien cuidadas. Por ponerte un ejemplo, hay barras de cerveza instaladas junto al cuadro eléctrico del festival. Los cables están por enmedio y una chavala se llegó a tropezar y romper el pie. Trabajamos muy apretadas, los accidentes laborales son comunes y apenas se atienden. Te dan cinco minutos de descanso en vez de dejarte ir a la enfermería”, denuncia una trabajadora treintañera.

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