El sobrino de Felipe González está en la fundación "indecente" a la que ataca el PSOE
El arquitecto Felipe Palomino González es vocal de la Fundación Ambasz, a la que Botella 'regaló' un inmueble del Paseo del Prado ahora okupado
Pleno del Ayuntamiento de Madrid. Mar Espinar, concejal socialista, defiende la proposición presentada por su grupo que insta a desalojar a los okupas del Paseo del Prado 30 y a rescindir la cesión municipal del edificio a la Fundación Ambasz, calificada por Espinar como “regalo y expolio” que “puede ser ilegal”. Espinar pide al Ayuntamiento acabar con esta “situación indecente” heredada del mandato de Ana Botella, que en 2015 cedió la titularidad del edificio por 75 años a la Fundación Ambasz en condiciones muy beneficiosas, en una operación con aires de pelotazo.
Pues bien: Felipe Palomino González, sobrino del ex presidente del Gobierno Felipe González, es vocal de la Fundación Ambasz. A día de hoy aparecen tres personas como patronos de la Fundación: el arquitecto argentino Emilio Ambasz (presidente), Felipe Palomino (vocal) y Estefanía Adelaida Pipino (secretaria), según los papeles de la Fundación consultados por este periódico.
Emilio Ambasz y Felipe Palomino son arquitectos. Su relación profesional y empresarial es estrecha y no se limita a la polémica fundación: colaboran en la Sociedad Limitada Dehesa Roda, radicada en Sevilla y dedicada a la explotación de ganado y fincas rústicas. El socio único de Dehesa Roda es Emilio Ambasz; el administrador único, Felipe González Palomino. Su domicilio social es el mismo que el del estudio de arquitectura de Palomino. El capital social de Dehesa Roda ascendía a 1,4 millones de euros a finales de 2015.
Los terrenos andaluces de Dehesa Roda tienen miga: se trata de la finca donde Emilio Ambasz, con la ayuda del estudio de Felipe Palomino, construyó su obra más conocida: la Casa del Retiro Espiritual (Guillena, Sevilla), peculiar construcción utilizada en ocasiones por Ambasz como residencia de descanso.
Se da la circunstancia de que Felipe Palomino González, popular en los ambientes socialistas andaluces, hizo campaña por Pedro Sánchez en las primarias socialistas. Palomino fue uno de los notables socialistas que asistió en enero al mitin de Dos Hermanas donde Pedro Sánchez anunció su candidatura. Durante dicho mitin, Palomino escuchó abucheos contra su tío Felipe González, que apoyaba a Susana Díaz.
Entre el PSOE y FAES
La relación entre Ambasz y Palomino viene a enredar aún más la polémica en torno al edificio, aunque una cosa está clara: Emilio Ambasz parece tener buena relación con sectores variopintos del arco ideológico. Su fundación fue creada en 2008 por Miguel Ángel Cortés –senador del PP, ex secretario de Estado de Cultura, hombre fuerte de FAES y del aznarismo y controvertido empresario cultural. Tras conocerse la cesión de Botella, Cortés dijo haber cortado sus vínculos con Ambasz, lo que resultó ser una verdad a medias: aunque el político dejó de ser secretario de la fundación en 2010, le sustituyó otro hombre de FAES, Guillermo Martín Hirschfeld, coordinador para América Latina del ‘think tank’ aznarista. Cortés y Hirschfeld son socios desde 2007 en una Sociedad Limitada (Bajoz Internacional) dedicada a la explotación de concesiones administrativas y a la consultoría, como ya contó este periódico. Hirschfeld no ocupa ahora ningún cargo en la Fundación Ambasz: el año pasado fue nombrado agregado para inversiones de la Embajada de Argentina en España y se retiró para evitar incompatibilidades.
Ambasz y Palomino tienen negocios en común al margen de la fundación
El edificio en disputa, de 3.000 metros cuadrados y situado en pleno Eje del Prado, cambió de manos al final del mandato de Ana Botella. El Ayuntamiento cedió gratuitamente su uso a la Fundación Ambasz para construir un museo donde antes hubo un centro de salud y una sede de la UNED. La protección histórico/artística fue rebajada para facilitar el derribo a instancias de la Comunidad de Madrid. El valor de la parcela se cifró entonces en más de 4,5 millones de euros.
Ahora Madrid, PSOE y Ciudadanos, con el rechazo del PP, votaron este jueves a favor de rescindir el convenio con la Fundación Ambasz y restituir la titularidad pública del edificio. Ciudadanos, PSOE y PP votaron también a favor de desalojar a los okupas; Ahora Madrid votó en contra. La okupación del edificio del Paseo del Prado 30 para hacer un centro social (La Ingobernable) ha desencadenado una tormenta política que ha salpicado ya a gran parte de los grupos municipales. El que esté libre de pecado, que tire la primera piedra.
Pleno del Ayuntamiento de Madrid. Mar Espinar, concejal socialista, defiende la proposición presentada por su grupo que insta a desalojar a los okupas del Paseo del Prado 30 y a rescindir la cesión municipal del edificio a la Fundación Ambasz, calificada por Espinar como “regalo y expolio” que “puede ser ilegal”. Espinar pide al Ayuntamiento acabar con esta “situación indecente” heredada del mandato de Ana Botella, que en 2015 cedió la titularidad del edificio por 75 años a la Fundación Ambasz en condiciones muy beneficiosas, en una operación con aires de pelotazo.