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Miguel del Arco disecciona 'Arte', la comedia envenenada de Yasmina Reza
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del 1 de junio al 30 de julio

Miguel del Arco disecciona 'Arte', la comedia envenenada de Yasmina Reza

Roberto Enríquez, Cristóbal Suárez y Jorge Usón protagonizan este clásico contemporáneo en el Pavón Teatro Kamikaze

Foto: Roberto Enríquez, Cristóbal Suárez y Jorge Usón interpretan 'Arte' bajo las órdenes de Miguel del Arco (Vanessa Rabade)
Roberto Enríquez, Cristóbal Suárez y Jorge Usón interpretan 'Arte' bajo las órdenes de Miguel del Arco (Vanessa Rabade)

¿Merece la pena pagar un dineral por un cuadro pintado de blanco? ¿Eso es arte? ¿Y el urinario de Duchamp? ¿Y las latas de mierda de Manzoni? ¿Tenía razón Warhol cuando dijo que "hacer dinero es arte"? Yasmina Reza se inspiró hace 23 años en 'Blanco sobre Blanco', del pintor ruso Malevich, para subir a un escenario el lienzo más polémico de todos los tiempos en su celebérrima 'Arte'. La obra, que se estrenó en París en 1994, se convirtió rápidamente en un éxito y hoy es una de las más representadas en todo el mundo. Tanto que, en palabras de Miguel del Arco, se ha convertido en un "clásico contemporáneo".

El dramaturgo y director descubrió 'Arte' en el primer montaje que se hizo en España hace casi 20 años con Josep Maria Flotats, Carlos Hipólito y Josep Maria Pou. Ese cuadro de Antrios ahora se revaloriza y se paga no en pesetas sino en euros en este nuevo montaje que dirige en el Pavón Teatro Kamikaze (del 1 de junio al 30 de julio). Es, en realidad, una "comedia envenenada que ahonda en las miserias del ser humano". De hecho, añade el director, esa carga de profundidad y esa reflexión sobre la naturaleza cambiante del ser humano que subyace bajo esa bronca artística es lo más atractivo de una función que describe como "una partitura". El cuadro es la excusa para que explote por los aires la amistad de Sergio, Marcos e Iván.

"Es un clásico contemporáneo que recoge una corriente del teatro popular de Molière o Shakespeare", explica el director sobre esta comedia delirante pero no exenta de negrura, profundidad y melancolía. "Es muy deudora de 'Misántropo' y una función absolutamente de repertorio. Yasmina Reza recoge la tradición del 'Misántropo' y ese veneno que también está en las comedias de Billy Wilder, que me fascinan. 'El apartamento' es muy divertida, pero Jack Lemmon está absolutamente arrasado por los acontecimientos, o en 'Primera Plana'. Hay un fondo y un regusto que habla de las miserias del ser humano, y eso me gusta mucho".

Traducida a más de 30 idiomas e interpretada en medio mundo, tras los cuatro montajes que han pasado por la capital, Miguel del Arco asegura que no ha habido una pretensión de originalidad sino de honestidad a la hora de afrontar 'Arte'. "¿No se debe hacer porque se ha hecho mucho? Al contrario", afirma rotundo. "Es el mismo reto que hacer 'Hamlet' y el mismo peligro porque todo el mundo sabe cómo es 'Hamlet'. Afortunadamente cuando ensayo eso desaparece y solo existen ellos [los actores]. Es como si Yasmina la hubiera escrito ayer para nosotros. No existe otro 'Arte' que el nuestro".

En 'Arte' estos tres amigos se reúnen para que Sergio les muestre la carísima y modernísima obra de arte que acaba de comprar. El cuadro es la punta del iceberg y el detonante para que este trío, que se conoce desde el instituto, se enfrente a una cadena de desencuentros y discusiones sobre la naturaleza de su relación, su deconstrucción y fallas. "Es una amistad que por el camino se ha deteriorado y evolucionado, como lo hace el arte. El arte evoluciona porque es la máxima expresión del sentir del ser humano. Esta es la reflexión que encierra 'Arte'. Yasmina acierta poniendo un cuadro en blanco en el que cabe todo pero no hay nada, depende de la subjetividad del hecho artístico pero también con la que miramos a lo que tenemos alrededor", describe el director.

Del Arco explica que ha sido fiel al texto original. "La originalidad, más que en la reescritura, está en la puesta en escena" que será minimalista y cuyo punto de partida es "no hacer gracia". Son tres personajes que no saben que provocan la carcajada a un público que tiende a "la identificación y el reconocimiento de las miserias cotidianas" que retrata la obra. "Esta comedia tiene algo eléctrico que te hace reír, pero habla de algo muy hondo: el deterioro de la amistad. El cuadro es la excusa que desata todo, pero lo que más me gusta es que tiene un final esperanzador", analiza Roberto Enríquez. Da vida a Marcos, "un personaje de extremos, que siempre ha hecho gala de su carácter hosco e irreverente, capaz de desatar su cólera más brutal y el amor más profundo. Es pragmático, escéptico, un poco neurótico, generoso y exigente".

Cristóbal Suárez interpreta a Sergio, el comprador de esta polémica obra. Se acaba de separar y sus amigos no escapan a esa nueva mirada que hace que se pregunten qué les une. Reconoce el actor que vio la función dirigida por Flotats con 19 o 20 años y le impactó tanto que hizo que quisiera ser actor. "El texto para mí es una cumbre de la escritura dramática. No me ha dado ningún miedo porque está sobradamente probada la efectividad de esta partitura", dice. Por último, Jorge Usón es Iván, el tercer amigo en discordia y el eterno Peter Pan que quiere demostrar a toda costa que es totalmente feliz.

"Agotados y entusiasmados"

Miguel del Arco reconoce que, en este intenso año de trabajo, 'Arte' "ha sido vigorizante". "Esta comedia me ha dado la vida". La idea de abordarla para cerrar la temporada del Pavón Teatro Kamikaze ​fue de su socio Israel Elejalde. Tras ella, cerrará 'Antígona', la adaptación del clásico griego protagonizada por Carmen Machi y Manuela Paso, en un verano de teatro con un Madrid que no para pero sí reduce su actividad. Otra 'kamikazada', asegura entre risas, necesaria para seguir pagando las facturas.

El Pavón Teatro Kamikaze abrió sus puertas el pasado 27 de agosto con 'Idiota'. En estos diez meses, recuerda, casi 40 estrenos han pasado por las tablas de este nuevo espacio que realmente se ha convertido en un absoluto revulsivo en la escena de la capital. "Estamos agotados y, a la vez, entusiasmados por lo que ha sucedido aquí. En muy poco tiempo hemos reestrenado todo el repertorio, hemos hecho obras de nuevas dramaturgias contemporáneas y hemos visto el entusiasmo del público y la profesión". Aunque, agrega, lo más importante ha sido la fidelización de un público que "siente como suyo y necesario" este proyecto.

Nada ha avanzado de la próxima temporada, que se presentará a mediados de junio, a excepción de que está "entusiasmado", es "un reto gigantesco" y seguirá combinando repertorio y nueva dramaturgia. Sobre la bajada del IVA a los espectáculos en directo (prevista para el mes de julio dentro de los Presupuestos Generales del Estado), señala que ayudará pero no solucionará todos los problemas de supervivencia de proyectos como este. "No es la panacea, pero va a ayudar", dice. No obstante, recalca, no hay que olvidar que el presupuesto para artes escénicas baja un 5% para el próximo año y que en España no hay una línea política cultural. "Sigue sin existir un modelo Estado para la cultura y sigue ser una cuestión de Estado el modelo cultural de país que queremos". Un debate necesario y urgente para que el lienzo deje de ser completamente blanco.

¿Merece la pena pagar un dineral por un cuadro pintado de blanco? ¿Eso es arte? ¿Y el urinario de Duchamp? ¿Y las latas de mierda de Manzoni? ¿Tenía razón Warhol cuando dijo que "hacer dinero es arte"? Yasmina Reza se inspiró hace 23 años en 'Blanco sobre Blanco', del pintor ruso Malevich, para subir a un escenario el lienzo más polémico de todos los tiempos en su celebérrima 'Arte'. La obra, que se estrenó en París en 1994, se convirtió rápidamente en un éxito y hoy es una de las más representadas en todo el mundo. Tanto que, en palabras de Miguel del Arco, se ha convertido en un "clásico contemporáneo".

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