¿Una revista inmune a la crisis del papel? La de crucigramas, 43 años de vida y beneficios

Año 2017. Las publicaciones en papel sufren la revolución tecnológica que se traduce en caída de ventas, cierre de quioscos y despidos. ¿Todas? No. Una pequeña publicación sobrevive desde hace 43 años en los quioscos y sigue dando unos beneficios relativamente estables desde hace más de una década. Ha caído la difusión, pero no tiene nubarrones encima. Se trata de 'Quiz', la revista veterana de los pasatiempos, un modelo que ha ajustado sus costes a las ventas, que no tiene publicidad y que exporta a América Latina. La han visto en los aeropuertos y quizá la han comprado y estrujado en algún viaje sin saber que esconde y preserva parte de la historia de la prensa de la Transición. Porque 'Quiz' nació de las míticas 'Hermano Lobo' y 'Triunfo', del mismo editor. En los años setenta, nadie habría apostado cuál de las tres iba a sobrevivir.

Juan Luis Ezcurra es hijo de José Ángel Ezcurra, histórico editor y periodista. El padre montó el semanario político 'Triunfo' en 1946 y, en 1972, la revista satírica 'Hermano Lobo'. Fue bautizada como un "semanario de humor dentro de lo que cabe" y demostró que pese al franquismo cabía mucho. Eduardo Haro Tecglen, Vázquez Montalbán, Chummy Chúmez, Ramón Chao... todos iban a entregar o enviaban sus colaboraciones a la redacción en la plaza del Conde del Valle de Suchil, una de las más acogedoras de Madrid y con tradición de editoriales y libreros.

Allí sigue una redacción, en la que Juan Luis Ezcurra, hijo del fundador, cuenta la historia. Es más pequeña que antes y está en obras, pero siguen los correctores y las pruebas de maquetación. Hoy no se habla de política aquí sino de palabras, definiciones y diccionarios. Es la sede de 'Quiz', una revista de crucigramas nacida como 'spin-off' de 'Triunfo' y 'Hermano Lobo' que sigue gozando de buena salud.

"En 'Triunfo' había un pasatiempo que hacía un colaborador y entonces se propone hacer una revista. En 1973, en España solo había unas revistas de pasatiempos de Ocón de Oro en formato muy pequeño. En Europa sí había revistas de pasatiempos y mi padre decidió probar", explica Juan Luis, que junto con su hermano José Ángel dirige la publicación.

Pronto 'Quiz' creó el mercado. Durante unos años, cuando los problemas económicos empezaron a asediar a 'Hermano Lobo' (cerrada en 1976) y a 'Triunfo' (sobrevivió hasta 1982), Ezcurra trasladó la redacción de 'Quiz' para que no le afectaran las deudas de las otras revistas. Pronto se vio que la revista hija, modesta y sin pretensiones, podría sobrevivir a sus padres. "Al principio éramos tres, tenía muy poca infraestructura", cuenta Juan Luis, que entró en el negocio familiar el 1 de diciembre de 1977. Junto a él está Juana Malagón, memoria de la revista. Entraron a trabajar juntos y allí sigue. Ella ha hecho de todo, incluso realizar pasatiempos. Explica que la mayoría de los trabajadores llevan décadas en la revista.

"Lanzamos un pasatiempo de calidad, sin palabras al revés, sin símbolos químicos, ni matrículas, ni tiempos verbales. O al menos intentando que fueran las menos posibles. En muchos crucigramas abajo hay definiciones cortitas para rellenar, eso es que el crucigramista no sabe cómo salir del atolladero. Los nuestros tienen que tener las misma longitud de palabras arriba y abajo. Antes teníamos muchas discusiones sobre las definiciones hasta que decidimos ajustarnos a la RAE", explica Ezcurra.

Hemos caído, claro, pero somos una empresa pequeñita y sin deudas. La clave es que no nos hemos endeudado cuando todo iba bien

Los crucigramistas —"gente especial, diferente, como aquel que se aislaba durante tres meses de su familia en la playa para realizar todos los crucigramas del año y el resto del tiempo se dedicaba a vivir"— entregan sus juegos y los correctores los repasan varias veces. Los autores cobran entre 12 y 70 euros por juego (depende de la dificultad y el tamaño). "Cuando alguna rara vez ha pasado que por un error hemos repetido un crucigrama, la gente lo nota y nos llama o protesta en facebook. Igual que si un juego no se puede terminar". Juana asiente: "Nuestro lector es muy exquisito y nota la diferencia. Notan cuando el crucigrama lo ha hecho una máquina".

En Conde de Suchil hay quien sigue entregando sus crucigramas a máquina. Uno está resuelto a bolígrafo rojo y tiene grapado un folio en blanco con las definiciones escritas a máquina. 'Quiz' hoy tiene unas 20 personas en plantilla y otros tantos colaboradores. Como la redacción está en obras, andan un poco apiñados. De las viejas costumbres de la vieja prensa queda poco. "Cerramos los números con mes y medio de antelación y nos vamos todos de vacaciones en agosto. Ya vivimos esos cierres angustiosos de última hora en 'Triunfo' y no queremos repetirlo. Eso nos permite también que la impresión sea más barata porque la imprenta elige cuándo le conviene tirarlo", explica Juan Luis.

Las ventas obviamente han caído, pero se mantienen en un nivel que no los agobia. "Tiramos entre 80.000 y 90.000 ejemplares del 'Quiz extra' en España al mes. ¿A ver quién tira eso en España? Además, tenemos 45.000 de tirada semanal. Tal como está el mercado... Todos sabemos que la distribución es puñetera y que se devuelven muchos ejemplares, pero parte de esos los vendemos en Argentina, México, EEUU, Uruguay y Chile. Obviamente, notamos que todos los días se cierran puntos de venta. Quizá tirábamos 120.000 en los mejores momento", cuenta el director y dueño al 50% de la editora. "Hemos caído, claro, pero somos una empresa pequeñita y sin deudas. La clave es que no nos hemos endeudado cuando todo iba bien".

Las cuentas depositadas en el registro mercantil por la editorial muestran una regularidad notable. En 2008, facturó 3,8 millones y los beneficios fueron de 266.756 euros. En 2015, el volumen de negocio fue de 3,155 millones (un 17,8% menos) pero los beneficios fueron de 285.320 euros (un 7% más que siete años antes). En la peor crisis económica, ya firmarían muchas publicaciones de los quioscos esa evolución de ingresos y beneficios.

Ezcurra cuenta que no ha evitado la revolución digital pero que tampoco ha conseguido hacer negocio. "Tenemos la web, donde hay pasatiempos 'online'. Hicimos una aplicación para iOS pero dejamos de soportarla porque no nos compensaba. Hicimos otra para Android e incluso otra para Windows Phone. Lo hemos dejado porque no lo hemos sabido desarrollar. El otro día leí que una empresa hacía pasatiempos en plataformas móviles, pero nosotros no hemos sabido. Simplemente creo que hay muchos negocios que no salen. Al que le gusta la revista le gusta el papel y hasta el tamaño. Cuando hemos sacado más grandes, no funcionan".

Los aficionados a los crucigramas suelen ser gente mayor, pero eso no parece preocuparle demasiado a Ezcurra, que dice que la afición se renueva. Juana recuerda algo que ocurrió esta misma mañana: "Hoy hemos recibido el correo de una hija porque 'Quiz' había sido la compañera de su madre que acababa de fallecer. Nos daba las gracias por haber sido la eterna compañera de su madre y dice que el médico le había pedido que siguiera ella". A lápiz y papel.