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"¿En qué puto mundo vivimos?" Adictos a 'Trainspotting'
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en el pavón teatro kamikaze a partir de hoy

"¿En qué puto mundo vivimos?" Adictos a 'Trainspotting'

Críspulo Cabezas, Víctor Clavijo, Luis Callejo, Mabel del Pozo y Sandra Cervera dan vida a estos jóvenes yonquis hastiados de un mundo de mierda en la versión teatral de la novela de Welsh

Foto: 'Trainspotting' llega al Pavón Teatro Kamikaze
'Trainspotting' llega al Pavón Teatro Kamikaze

Pum. Pum. Pum. Pum. Here comes Johnny Yen again with the liquor and drugs... Iggy Pop y The Prodigy, claro está, reciben al público como si en vez de sentarse en la butaca de un teatro se fuera de fiestón. Lust for life, ¿no? Elige la vida mientras te picas heroína y corres por las calles de Edimburgo para huir de la mierda que te rodea. O no porque han pasado 20 años, Renton y sus colegas han envejecido como cuenta la segunda parte de la película y, sobre todo, estamos en el teatro. Y, por si lo ignoraban, la obra fue antes que el filme de Danny Boyle.

Solo un año después de que Irvine Welsh publicara 'Trainspotting', Harry Gibson hizo su adaptación teatral, estrenada en 1994 en Glasgow. "Ver mis palabras interpretadas por los actores tuvo un gran impacto. Hasta ese momento pensaba: es solo un libro de mierda, ¿qué es todo este revuelo alrededor? Cuando les vi interpretando a los personajes que habían salido de mi cabeza, creía que había hecho algo especial de verdad. Supe que sería una gran obra", ha explicado el escritor del libro más robado de la historia de las bibliotecas públicas británicas. En 1996 llegó la película y, con ella, el icono. En España la versión escénica del mito se pudo ver en 1998 en el Teatro Alfil con Nancho Novo encabezando el reparto. Ahora regresa al Pavón Teatro Kamikaze (8 de abril a 7 de mayo) dirigida por Fernando Soto y con Críspulo Cabezas, Víctor Clavijo, Luis Callejo, Mabel del Pozo y Sandra Cervera dando vida a esta panda de jóvenes nihilistas adictos a la heroína que sobreviven como pueden a la desesperanza y el desdén de la sociedad.

Hay dos opciones cuando se aborda 'Trainspotting' en las tablas. Una es utilizar como referente la iconografía del filme sin vergüenza y otra, ser original. Aquí estamos ante la primera alternativa: hay parecido físico (espectacular entre Cabezas y Ewan McGregor) y hay tramas idénticas resueltas con acierto (e igualmente escatológicas) como la del peor baño de Edimburgo o el mono, pero también otras que pretenden ser calcos y se pierden porque están demasiado narradas y muy poco teatralizadas. ¿Y dónde está Spud?

Aunque muchos podrían pensar que esta obra es una versión escénica de la primera película, en realidad bebe del libro y del libreto original e incluye nuevos pasajes (la escena del tampax poco tiene que envidiar a Renton buceando en busca de sus supositorios de opio), hay más peso femenino ("se ve un machismo crudísimo que, por su puesto, la obra lo señala. Y yo me vengo por todas. Es maravilloso porque la venganza empieza con lo más femenino: la regla", dice Del Pozo) y es más fiel a la lectura descorazonadora del original. Si 'Trainspotting' pega un bofetón a través de estos yonquis marginados que se rebelan contra la sociedad que nos direcciona, la obra (y la novela) lo hace al sueño Disney americano.

Esta novela está basada en yonquis porque es lo que vivió Welsh, pero podría estar basada en grandes ejecutivos de una multinacional

"Esta novela está basada en yonquis porque es lo que vivió Welsh, pero podría estar basada en grandes ejecutivos de una multinacional. Realmente es una obra filosófica que habla de la búsqueda de la verdad y de las elecciones", analiza Cabezas. Porque las adicciones y las elecciones están en nuestra sociedad y son intrínsecas al ser humano. De ahí la universalidad de 'Trainspotting' que subraya Clavijo. "Funcionó muy bien porque era un vómito que planea sobre esa generación de gente de 20-30 años que siente que el mundo no es lo que debería ser y que todos les empujan y esperan algo de ellos".

La obra recuerda todo el rato al filme y, por ello, pierde el efecto sorpresa de su descarnada narrarción, pero, matiza Cabezas, "está tirada desde la crudeza absoluta quitando todo tipo de artificios mientras que la película de Boyle tiene un punto más 'mainstream' y amable". ¿Conclusión? "Lo que estamos haciendo es otra cosa. La película es la referencia con la que viene el público, pero se olvida y ve una historia distinta", dice Callejo. Una historia que analizamos con cuatro de sus protagonistas a través de las cuatro frases más simbólicas de 'Trainspotting'.

"La vida es corta y decepcionante, y luego mueres"

Víctor Clavijo: "Lo entienden así, que esto es un paso y que lo que la sociedad les ofrece, que es tener que hacer esa serie de elecciones cortadas por un mismo patrón, para lo corta que es la vida, no llena. Entienden, y sobre todo lo dice Sick Boy que se da cuenta del fracaso al que esta abocado, que muchas veces hay que renunciar a los sueños".

Críspulo Cabezas: "Son los leitmotiv de Renton. Es un tipo muy filosófico, que siempre está pensando en la vida, en el para qué y el por qué. Renton es un poco Hamlet. No ve un sentido a la vida real. Ve una vida corta y decepcionante porque empezamos con grandes esperanzas y luego nos acojonamos. Básicamente está buscando un sentido a la vida que no encuentra. Sabe que hay un algo, y esa es su búsqueda".

Luis Callejo: "Visto así es un puto desastre, pero depende del día que tengas. Es una afirmación tan categórica que también es verdad la contraria: que la vida es maravillosa. Además, hasta siendo una mierda por algo no nos queremos morir: por esa dicotonomía bien y mal, alegría y tristeza, risa y llanto. La vida es decepcionante, pero también es excitante"

Mabel del Pozo: "Para mí es una frase nihilista, pero tiene también un sentido vitalista de aprovéchala y carpe diem que tienen estos personajes. Se evaden de la realidad usando las drogas. A mí, a Mabel, la vida se me hace corta, me gusta mucho y soy muy vidista, pero creo que ellos también exprimen la vida porque tienen la sensación de como te entregues a un sistema que especula contigo y te propone un trabajo que no te gusta, un amor que no es tal y un chalet en las afueras, llegas a la muerte y dices: me he muerto sin haber vivido. Se me viene una frase de Tolstoi: “no te mueras con la música dentro”. Estos personajes quieren dejar toda la música fuera".

placeholder Víctor Clavijo y Críspulo Cabezas en 'Trainspotting'
Víctor Clavijo y Críspulo Cabezas en 'Trainspotting'

"¿En qué puto mundo vivimos?"

V.C.: "Eso se pregunta Alison continuamente y es muy bonito que se lo pregunte una mujer. Los chicos están por encima de eso, intentan no conectar con las emociones, con su lado femenino y esas reflexiones sobre dónde ha quedado el respeto, la sensibilidad y el amor".

C.C: "No tengo ni idea. El otro día un amigo me decía que es increíble cómo desde nuestra visión eurocentrista nos atrevemos a catalogar a otros países como sociedades subdesarrolladas cuando realmente nosotros somos una sociedad mal desarrollada. Es eso. ¿Qué puto mundo hemos creado? Hay una frase por ahí que dice que cuando nacimos ya habían codificado el mundo en un lenguaje erróneo. ¿En qué mundo vivimos cuando hay gente muriendo de hambre mientras nosotros estamos preguntándonos que cuándo sale la Play 5? En un mundo absurdo".

L.C: Pues en un mundo, a pesar de lo que parece, cada vez mejor. Me niego a eso de que el tiempo pasado fue mejor. No creo que sea verdad. El ser humano está lleno de lo más grande y de lo más asqueroso. Vivimos en una sociedad cada vez menos ingenua y la única opción es ir hacia adelante. No tiene cabida si quiera plantearse que vayamos a peor. Por definición tiene que ser a mejor, aunque sea para reventar. Incluso aunque la sociedad sea el yonqui y esté abocada a reventar y que el planeta estalle, ¿por qué eso va a ser malo?".

M.P.: "Esta la digo yo desde un lugar que se me encoje el pecho al pensar en por qué nos tratamos tan mal los unos a los otros con el poquito tiempo que vamos a estar aquí. Es terrible no ya en lo grande sino en lo cotidiano y lo pequeño. ¿Por qué tanta rabia y tanto odio? ¿Por qué nos tratamos tan mal?".

placeholder 'Trainspotting' llega al Pavón Teatro Kamikaze dirigida por Fernando Soto
'Trainspotting' llega al Pavón Teatro Kamikaze dirigida por Fernando Soto

¿Hoy es fácil elegir la vida?

V.C.: "Elegir la vida sí es fácil. Elegir en la vida, no. La sociedad te dirige y te dice continuamente lo que tienes que elegir. ¿Por qué lo que ellos eligen la sociedad considera que no es la vida? ¿La vida tiene que ser una carrera, un trabajo y repetir un esquema que hace que se te pase como un suspiro? Cuando dije que quería ser actor a mí también me dijeron 'elige una carrera'. Estudié dos años Derecho hasta que dije no, prefiero equivocarme, morir de hambre como actor pero hacer lo que quiero, aunque es muy complicado tener la valentía y el arrojo de elegir lo que uno quiere a pesar de los demás".

C.C.: "Creo que no. Nos ponen muchísimas trabas para salir de las elecciones que nos han marcado como correctas. Salir de ese círculo de buen ciudadano, te convierte en un paria, en alguien marginado, la sociedad te da la espalda e intenta curarte. ¿Curarme de qué si es una elección libre?"

L.C.: Creo que la tendencia es a elegir la vida, hasta las plantas lo hacen con el sol y nosotros no dejamos de ser organismos parece que un poquito desarrollados, aunque cualquiera lo diría a veces. ¿Y elegir en la vida? Está complicado porque es sota, caballo y rey. Cada vez hay más posibilidades de elegir pero, a la vez, tenemos menos privacidad. Vamos en un camión de ganado más habitualmente de lo que pensamos".

M.P.: "No. Vivimos en una sociedad en la que se vende la moto de que las posibilidades son infinitas y somos como una fábrica en cadena y no nos damos ni cuenta. La peor esclavitud, a veces, es la que se basa en la creencia de una libertad que no existe. Yo creo que no, sino no estaría el mundo como está".


La heroína del siglo XXI es...

V.C.: "Hay muchas: la tele, las redes sociales... Imagino que uno busca con la droga un estímulo que le haga ser feliz. Las redes sociales hoy en día son un poco nuestra heroína: esa necesidad de la aprobación continua, de likes y followers. El refuerzo a fin de cuentas".

C.C.: "No lo sé, tenemos muchas en este mundo hipercontectado sin estar conectado nadie con nadie. Quizás eso, la sobrealimentación de información actual creo que es una buena metáfora de la heroína, pero hay muchas. Para una señora que está en su casa viendo la tele seguramente será Tele5 y Sálvame".

L.C.: "Podría ser el dinero para mucha gente. La heroína es una droga muy espectacular porque los efectos son brutales y por un mal chute te puedes ir al otro barrio. Nadie se va por una melopea, pero unas cuantas borracheras todas las semanas durante años ya te digo que te mata lentamente, aunque, claro, se vende en botellas de colores o el tabaco y con muchos impuestos… No vivimos en una sociedad de bienestar. No se preocupan por nuestro bien".

M.P.: "Vivimos en una sociedad basada en el tener: el móvil de último modelo, la tele de plasma, estar más guapo, operarte las tetas... Para mí es el escaparate, el tener. Y creo que el agujero enorme está en el ser".

Pum. Pum. Pum. Pum. Here comes Johnny Yen again with the liquor and drugs... Iggy Pop y The Prodigy, claro está, reciben al público como si en vez de sentarse en la butaca de un teatro se fuera de fiestón. Lust for life, ¿no? Elige la vida mientras te picas heroína y corres por las calles de Edimburgo para huir de la mierda que te rodea. O no porque han pasado 20 años, Renton y sus colegas han envejecido como cuenta la segunda parte de la película y, sobre todo, estamos en el teatro. Y, por si lo ignoraban, la obra fue antes que el filme de Danny Boyle.

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