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Asian Dub Foundation: "los skins han vuelto a Londres, el Brexit ha resucitado el racismo"
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los amos de las raves

Asian Dub Foundation: "los skins han vuelto a Londres, el Brexit ha resucitado el racismo"

El veterano colectivo electrónico londinense, con raíces asiáticas, lamenta la deriva política del Reino Unido

Foto: Asian Dub Foundation en concierto. (EFE)
Asian Dub Foundation en concierto. (EFE)

Bajo y percusión. Drum & bass. Un sonido tan retumbante como adictivo, que dominó las raves (fiestas electrónicas ilegales) durante gran parte de su época dorada, en los años noventa del siglo pasado. Asian Dub Foundation, una especie de Rage Against The Machine londinenses, los cultivaron a fondo gracias a su soundsytem, colectivo de discjockeys que arrasaron en festivales, raves, clubes y otros eventos festivos y combativos, donde se reivindicaba el libre uso de espacio público, se rechazaba el racismo imperante y se apostaba por la creación de comunidad frente al individualismo tory.

Foto: El Dj Calvin Harris ha ganado 63 millones en los últimos 12 meses. (Reuters/Kevork Djansezian)

La semana pasada actuaron en la sala madrileña Joy Eslava y las paredes todavía deben de estar retumbando, al ritmo de sus sonidos taladrantes que combinan ritmos basados en el bajo, desde el drum & bass al roots reggae, pasando por el macarreo urbano del grime. “Va ser una sesión furiosa porque nos ha cabreado llegar a la capital de España y ver que estaba nevando. Casi nos negamos a salir del avión. Queríamos que nos devolvieran a Barcelona”, explicaba John Pandit, más conocido como DJ Pandit G, antes de la actuación.

Enemigos públicos

Además de por su música, Asían Dub Foundation destacaron por su activismo político. Por ejemplo, fueron la cara visible de la campaña por la liberación de Satpal Ram, un chaval británico con raíces en el sur de Asia, que ejerció la legítima defensa en un restaurante donde él y dos amigos fueron atacados por seis personas que no querían escuchar música asiática de fondo. Ram se defendió, hiriendo de muerte a una persona. Pasó en la cárcel desde 1987 a 2002, cuando se le liberó tras una larga campaña donde se denunciaron las irregularidades del juicio y los malos tratos en prisión

“No hemos vuelto a involucrarnos tanto en una campaña, aunque sí tenemos proyectos sociales individuales. Por ejemplo, yo participo en el programa Films For Food, donde proyectamos documentales políticos a cambio de comida. Luego donamos todo a un banco de alimentos. La influencia del grupo hip-hop Public Enemy fue enorme para nosotros. Por eso buscamos conexiones entre la música y el activismo”, recuerda Pandit.

El racismo del Brexit

Como era de esperar, Pandit G no está satisfecho con la situación en Gran Bretaña. “El Brexit ha sacado el racismo del armario. Solo hace falta echar un ojo a las redes sociales. Me recuerda mucho a los años ochenta, donde los grupos de skinheads iban por Londres haciendo el matón y metiéndose con la minorías étnicas”, lamenta. Otro de los factores esenciales del Brexit es el desencanto con la política. “Todo tomó un giro siniestro en 2010 con el escándalo de las dietas de los parlamentarios. Era un saqueo masivo de dinero público y la mayoría de la gente perdió la confianza en los políticos. Muchos de los que votaron por el Brexit lo hicieron para castigarlos y muchos de los que apostaron por permanecer solo querían evitar una victoria de Nigel Farage”, opina.

¿Qué se puede hacer desde el mundo de la cultura? “Seguir apostando por nuestros valores de siempre. Actuar en comunidades que lo necesiten. Participar en actos para recaudar fondos. No sé…Hay bastante desencanto porque la escena rave se ha vuelto muy comercial en los últimos años. Además de eso, las raves ahora son solo de un estilo: grime, dubstep, old school…Antes los sonidos variaban a lo largo de la noche y era más divertido, además de que te encontrabas a gente más diversa”, recuerda.

Globalización sonora

Un hecho llamativo es que ya apenas nos llegan artistas británicos de ascendencia asiática. ¿No nos enteramos o se ha disuelto la escena? “En los noventa y 2000 se hablaba del underground asiático, con artistas como nosotros, Nitin Shawney y Fun-Da-Mental, entre otros. Poco a poco, eso se fue ocultando, pero siempre hay propuestas interesantes a las que atender. Por ejemplo, me encantan artistas de drum and bass como Amit, que ya lleva diez o quince años haciendo temas duro and bass demoledores. Pero, más importante que eso, está floreciendo una escena en Asia donde se mezclan ritmos tradicionales con electrónica, reggae y otros estilos basados en el bajo.

Por ejemplo, en Lahore (Paquistán) hay colectivos de disc-jockeys que tocan en actos contra el ejército, contra los talibanes y contra el imperialismo estadounidense. Soy malo recordando nombres”, lamenta. “También me encantan artistas como DJ Rekha o Humble The Poet, un canadiense que ahora creo que vive en Nueva York”, afirma. El soundsystem de Asían Dub Foundation actuó en La Noche del Jaguar, la fiesta de sonidos globales de baile que se celebra todos los jueves en Joy Eslava y el día anterior en Apolo de Barcelona.

Bajo y percusión. Drum & bass. Un sonido tan retumbante como adictivo, que dominó las raves (fiestas electrónicas ilegales) durante gran parte de su época dorada, en los años noventa del siglo pasado. Asian Dub Foundation, una especie de Rage Against The Machine londinenses, los cultivaron a fondo gracias a su soundsytem, colectivo de discjockeys que arrasaron en festivales, raves, clubes y otros eventos festivos y combativos, donde se reivindicaba el libre uso de espacio público, se rechazaba el racismo imperante y se apostaba por la creación de comunidad frente al individualismo tory.

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