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Manual para sobrevivir un día en ARCO
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36ª edición de la feria

Manual para sobrevivir un día en ARCO

Plano, smartphone y calzado cómodo. Con este trío de ases ya puede lanzarse a visitar la feria de arte contemporáneo de Madrid. ARCO abrió el miércoles

Foto: Un visitante pasea junto a "Sphere blanche", de Julio Le Parc (Efe)
Un visitante pasea junto a "Sphere blanche", de Julio Le Parc (Efe)

Un día en ARCO... ¿por dónde empiezo?

Plano, smartphone y calzado cómodo. Con este trío de ases ya puede lanzarse a visitar la feria de arte contemporáneo de Madrid. ARCO abrió el miércoles sus puertas a los coleccionistas y desde este viernes lo ha hecho al público general, pero no es empresa fácil recorrer los estands de las 206 galerías que pueblan los dos pabellones de Ifema (y salir cuerdo).

Vaya por delante, que la feria este año ha vuelto más seria y recatada, aparcando la provocación y el ruido que tanto atraen al público (y los medios de comunicación) y poniendo todos los huevos en la cesta de los artistas de renombre que son apuestas casi seguras a la hora de conseguir ventas. De este modo, su visita puede convertirse en un paseo por el arte digno del mejor museo; en un recorrido extravagante y extraño en ocasiones pero digno de inmortalizar o una vuelta para admirar esos 'obrones' que nunca podrán colgar de nuestras paredes. Sea como sea, para no desfallecer en el intento y acabar vagabundeando saturado por obras de arte de precios astronómicos para el común de los bolsillos, les damos cinco pistas definitivas para sacar partido a esta edición de la feria.

Lo más caro

Reconozcamos que siempre da morbo saber qué es lo más caro de la feria. Este año la palma se la lleva Alexander Calder con su escultura 'The red base'. Cuesta nada menos que 2,5 millones de euros y la podrá ver en el espacio de la galería Mayoral, que no ha podido tener mejor estreno en ARCO. Le sigue el lienzo 'Constructif avec quatre figures', pintado por Joaquín Torres-García en 1932, que se vende por 1,8 millones de euros en Guillermo de Osma.

Juan Muñoz suele ser en las últimas ediciones otro de los artistas más cotizados, fotografiados... y caros. Sus 'Three Laughing at One', que penden de la blanca pared del estand de la galería Elvira González, cuestan 1,5 millones de euros. En Leandro Navarro también podrán encontrar 'El triunfo de Nautilus', un precioso cuadro que pintó Salvador Dalí en 1941 al llegar a Estados Unidos y que se vende por 1,4 millones. 975.000 dólares (algo más de un millón de euros) es el precio a pagar por el cilindro de vidrio de Roni Horn. La puede ver en Hauser & Wirth. ¿Tiene ya su favorito?

Un museo a su alcance

Basta con cuatro pistas para convertir la visita a ARCO en un paseo por un gran museo que exhibe en sus paredes obras de grandes maestros como Dalí, Miró, Tàpies o Saura. Pueden empezar en el pabellón 7 admirando el lienzo del genio catalán en Leandro Navarro. Casi en frente, en la galería Guillermo de Osma, le esperan también varias obras de Miró, Picasso, Tàpies y Torres-García y, también a escasos metros, en Marc Domènech se pueden dejar atrapar por las obras de Miró, Gris, Lipchitz, Klee o Masson. Tampoco dejen de pasar por Mayoral para ver la carísima escultura de Calder y varios de sus dibujos, pero fíjense también una tela (de las pocas que hizo) que cuesta 390.000 euros y en los lienzos de Joan Ponç que rematan el estand.

Miró, como ven, vuelve a ser uno de los artistas que más se venden en la feria. En la galería Lelong —ya en el pabellón 9— también lo encontrarán. Disfruten de su gran escultura-ojo (470.000 euros), que está acompañada por uno de los preciosos bustos de Jaume Plensa. Alrededor, Chillida, Uslé y, sobre todo, diez obras del cotizado David Hockney. Tampoco debe perderse el espacio de Elvira González con la gran escultura de Juan Muñoz, pero también varias piezas de Miquel Barceló y la obra caza selfis de esta edición: una gran esfera verde firmada por Olafur Eliasson.

Por último, no pueden saltarse las dos galerías más reputadas de las más de 200 que se han instalado este año en Madrid: Hauser & Wirth y Lisson. Situadas una frente a la otra, no dejen de ver la 'Mirror', la hipnótica esfera de Anish Kapoor, y el cuadro 'La Maladie de l'Amour', de Louis Bourgeois. Está al lado del cilindro de Horn.

Las obras más vistosas y curiosas

Empiecen por el corredor entre los pasillos 7 y 9 porque este año han vuelto a ARCO los Proyectos Especiales, es decir las grandes instalaciones más propias de museos que de una feria de arte. ¿Los imprescindibles? La 'Sphere blanche' del argentino Julio Le Parc, hecha con cientos de placas acrílicas blancas; el 'Domo Hexagonal', de Los Carpinteros; la 'Habitación de arquitectura prohibida', de Alicia Francis, o 'Cuidado con la cabeza', de Bernardi Roig. Tampoco dejen de ver las performances de Albert Plá en la instalación versallesca del colectivo Mondongo (Barro) o la que presenta la galería parisina Samy Abraham.

No son las únicas piezas llamativas. Junto con la 'Global cooling lamp' de Eliasson, el color y la luz le esperan para ser inmortalizadas en fotos (y compartidas en las redes sociales) en las obras de Iván Navarro (Baró); la magnética cabeza de Not Vital (Forsblom); la neoescultura de leds y ventiladores de José Carlos Martinat (Revolver); la bella actriz iluminada de Fabrizio Corneli (Studio Trisorio), el musculoso agente y el reloj que le enmarca de Fujiwara y Schlesinger (Dvir) o el precioso y azul retrato de Martial Raysse firmado por Yves Kein (Cayón). Un par de paradas más para que admiren las obras de arte clásicas, como 'El grito', de Munch, o la 'Adele Bloch-Bauer', de Klee, que Kota Ezawa ha tuneado en cajas de luces emborronadas de pintura y los astronautas y seres extraños verdes creados por Kim Simonsson (Forsblom).

¿Esto es arte?

Sí. Esa bolsa de papel donde se puede leer 'No me vean cara de bolsa' es una obra de arte. Su autor es el español Fernando Sánchez Castillo. Se titula 'Venezuela', alude a las máscaras contemporáneas y la puede ver en ARCO. No es la única excentricidad de la feria ante la que se podrán preguntar eso de "pero, ¿esto es arte?".

Dos hilos negros que penden en ángulo recto de una pared; dos garrafas negras de gasolina que caen desde el techo; una copa de vino inclinada... Lo mejor es que se pierdan y admiren el arte contemporáneo más impensable. Aun así, no nos resistimos a señalarles algunas de las rarezas de esta edición. Por ejemplo, 'Paisaje móvil', dos piedras con ruedas de patín que lleva Eugenio Ampudia a Max Estrella; 'Self portrait as a child', es decir los dos hombres de goma arrojados en el suelo de Clemens Krauss (Crone) que seguro ya han visto estos días en las imágenes de la feria o la neoescultura que escupe espuma, titulada 'Bubble Machine BGSP #5', de David Medalla (Enrico Astuni),

También desconcierta la caja de cartón pintada de rojo sobre y con lápices dorados en su interior que Pedro Barateiro exhibe en Filomena Soares. Esta pieza, 'Inbox', cuesta 6.000 euros y, explican desde la galería, juega con la condición transportable de la caja y el binomio del mundo online y offline (...). Cuidado en una de las esquinas de Esther Schipper porque esos espejos fragmentados en el suelo son una obra de arte. También el caballete con una placa y una gran cerilla ('Balance Over Consumption') de Gabriel Kuri y los farolillos ('A Lamp made by the artist from his wife'), de Ryander. Y sí, los tres tramos de cortinas verdes que emulan a aquellas de las de las casas de campo de nuestros abuelos también son otra obra ('Curves and elevated curtains') de Daniel Steegmann Mangrané.

Por último, un redoble (por favor) también para 'Certificado de autenticidad', de Karmelo Bermejo (Maisterravalbuena), que es una hoja DIN-A4 de plástico transparente serigrafiada y firmada con tinta invisible. Es decir, algo así como un portamenú de bar vacío a nuestra mirada.

El poderío argentino

Argentina es el país invitado de esta 36ª edición de ARCO y el país exhibe su poderío y rompe tópicos a través de 12 galerías bonaerenses que puede encontrar en uno de los laterales del pabellón 7. "Es muy interesante que la curaduría ha seleccionado un buen recorte que muestra de la diversidad y la calidad del arte contemporáneo argentino", explica Orly Benzacar, hija de la galerista Ruth Benzacar y presidenta de Meridiano, la cámara que agrupa a unas 40 galerías argentinas. Fue precisamente su madre la impulsora de las invitaciones a varios países a la feria. El primer año fue Latinoamérica y, por eso, destaca que ya le tocaba a su tierra.

No dejen de visitar los espacios de Barro, con la escultura de 3,5 metros de altura (en la imagen) de Nicola Constantino 'La fuente de la vida', inspirada en El Bosco y rodeada de imágenes que conforman un ciclorama anacrónico y atemporal que actualiza el célebre tríptico del holandés. En Del Infinito podrán ver la obra póstuma del pintor y poeta Alberto Greco. Es una de las joyas de esta zona y se trata de un libro, titulado 'Besos Brujos', que se vende por 300.000 dólares y en el que, poco antes de suicidarse con 34 años, declara su amor por el pintor chileno Claudio Badal.

Un día en ARCO... ¿por dónde empiezo?

Plano, smartphone y calzado cómodo. Con este trío de ases ya puede lanzarse a visitar la feria de arte contemporáneo de Madrid. ARCO abrió el miércoles sus puertas a los coleccionistas y desde este viernes lo ha hecho al público general, pero no es empresa fácil recorrer los estands de las 206 galerías que pueblan los dos pabellones de Ifema (y salir cuerdo).

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