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Contra 'La La Land', los musicales más casposos de la historia del cine
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hasta el 29 de enero

Contra 'La La Land', los musicales más casposos de la historia del cine

No todo es glamur y coreografías elegantes en el cine musical. La sexta edición de la CutreCon hace un repaso por las producciones más casposas del género

Foto: Portada de 'Nudist Colony of The Dead'
Portada de 'Nudist Colony of The Dead'

Si la cinefilia es religión, los devotos de la serie B -incluso Z- son esa facción integrista, uniformada con camisetas que retratan los iconos de sus títulos sagrados y sus enseñanzas, que veneran a Roger Corman y Russ Meyer sobre todas las cosas -o a Uwe Boll, en los casos más extremos- y que pueden recitar con los ojos cerrados los versículos de sus obras sacrosantas, profanas a ojos desconocedores y de los seguidores monoteístas del cine de 'calité'. Y como no sólo de 'El ciempiés humano' vive el fervor pro serie B, ni tampoco exclusivamente de casquería, también existe la extraña combinación de guiones absurdos, presupuestos ínfimos y estrellas desconocidas en ciernes -u ocaso-, a ritmo de gallo desafinado y coreografías sonrojantes.

¿Qué diferencia a 'La La Land' (2017), la gran apuesta 'hollywoodiense' del año, de 'La manzana' (1980), el mejor peor musical -casi por unanimidad- según la comunidad cinéfila? Si no es el género, ¿será el número? Si bien su segundo largometraje le ha costado a Damien Chazelle -bueno, a sus productores- alrededor de 30 millones de dólares, la distopía bailonga rodada por el director israelí Menahem Golam -sí, el creador de Cannon Films junto a su primo Yoram Globus- supuso un desembolso de unos nada desdeñables 5 millones de dólares, calderilla para los estándares de Hollywood. ¿Son los actores? ¿Es la factura? ¿Es el concepto? ¿Es todo y nada, uno y trino?

La sexta edición de la CutreCon, el festival de cine cutre de Madrid, intentará desentrañar el genoma de la serie B y hasta el próximo 29 de enero dedicará su programación a 19 películas de bajo presupuesto, además de dedicarle una atención especial al género musical. "Los musicales que vamos a proyectar sólo han obtenido un premio: el de mayor vergüenza ajena", reivindica el director del certamen, Carlos Palencia. Ese placer culpable, como quitarse las pelotillas de los dedos de los pies, saciado en una liturgia comunal. Y, como no podía faltar, con la proyección de la inefable 'La manzana'

'La manzana' (1980)

De 1967 a 1994, Cannon Films se convirtió en una de las productoras insignia del cine de bajo presupuesto. A finales de los años 70 y después de una grave crisis financiera, acabó en manos de los primos Yoram Globus y Menahem Golam, una rocambolesca pareja de productores y cineastas que llevaron el 'marketing' de cine hasta extremos absurdos: merodeaban por los festivales, con carteles falsos y guiones a medio hacer, en busca de financiación. Vendían películas que no existían y hacían películas que, si no fuese por los fieles de la CutreCon, quizá no hubiesen debido existir. Y 'La manzana' fue uno de los delirios vomitados por la cabeza de Golam.

Eric Henderson, crítico de 'Slant Magazine', definía a 'La manzana' como "una mezcla confusa entre una copia improvisada de 'El fantasma del paraíso' con una distopía 'orwelliana', repleta de referencias bíblicas", "excesivamente aparatosa" y "llena de estereotipos de drag queens". Es el futuro lejano -es decir, 1994- y el mundo está domunado por la corporación BIM, dirigida por Mr. Boogalow, que intenta dominar el mundo y rebajar la rebeldía juvenil llenando la escena musical de canciones y grupos de disco-rock insulso, alienante y adormecedor. Una producción estrafalaria, hortera y desquiciada que ha conseguido pasar a la historia del cine como eso, el mejor peor musical.

Tráiler de 'La manzana' (1980)

'Action Jackson' (2014)

No es algo cultural. No tiene nada que ver que el público occidental medio no esté acostumbrado a los códigos del cine de Bollywood. La crítica de cine india Shubhra Gupta describe este musical de acción como una película "vil", que es tan "chillón y horrible, donde las mujeres son estúpidos jarrones decorativos o víboras 'endrogadas' que permiten que las dejen una y otra vez y cuyo recurso cómico consiste en un tipo (Kunaal Roy Kapur) al que le parten la cara una y otra vez".

Ajay Devgn, ganador de dos premios de la Asociación Nacional de Críticos de Cine de la India, protagoniza esta historia en la que los porrazos, las explosiones y las peleas de machos alfa se salpimientan con coreografías sonrojantes, movimientos de cadera -los de las intérpretes femeninas, porque el esqueleto de Devgn no parece muy engrasado- y una factura pirotécnica que no entiende del "menos es más".

Tráiler de 'Action Jackson' (2014)

'Hard Rock Zombies' (1984)

La nostalgia ochentera que reivindica 'Los Goonies' o 'Los cazafantasmas', seguramente haya querido bloquear en la memoria colectiva producciones como 'Hard Rock Zombies', un cajón desastre en el que se mezclan el fetichismo filonazi, estética capilar 'glam', zombis, hombres lobo, enanos y mucho heavy metal. Eso sí, sin tomarse en serio mínimamente y conscientes de ser un mejunje paródico.

Un grupo de metaleros que salen de gira sufren un sabotaje en su primer concierto y poco después aparecen muertos a manos de un pseudo-Hitler anciano, una Eva Braun peluda y con cuchillos en las manos y una especie de Himmler desconcertante. Sin embargo, después de su muerte, la banda no puede dejar tirados a sus fans y decide seguir con la gira. Sí, después de muertos.

Tráiler de 'Hard Rock Zombies' (1984)

'Nudist Colony of the Dead' (1991)

"Mala hasta el punto de dar vergüenza", comienza el comentario de uno de los usuarios de la página de crítica cinematográfica Rotten Tomatoes. "Es casi imposible de ver. Los chistes están forzados de forma tan incómoda que producen el efecto contrario al humor. La canción principal es genial, eso sí".

Un grupo de naturistas decide acampar cerca de un pueblecito, pero los fanáticos religiosos le piden a las autoridades que les cierren el chiringuito. Entre la vergüenza y el sentimiento de ofensa, el grupo decide suicidarse en masa, antes de jurar venganza. Cuando cinco años después, el pueblo ha levantado en el lugar un campamento religioso de verano, los zombis de los campistas nudistas vuelven para cobrarse la revancha en sangre. Y con música pegadiza.

Tráiler de 'Nudist Colony of the Dead' (1991)

'Caperucita y Pulgarcito contra los monstruos' (1962)

Esta película puede que sea demasiado... retorcida para el público infantil, aunque es precisamente al público al que va dirigida. Casualmente, su director se llama Roberto -que no Robert- Rodríguez, y por los títulos de su filmografía -'El látigo de Satanás', 'Matanza en Matamoros' y 'La pandilla infernal', entre otros- se nota que como el querido amigo de Tarantino, le cogió el gusto a los ritos infernales y las viscerillas. El problema llega cuando hay que mezclar satanismo con Caperucita, y el resultado es este estrambótico producto ¿infantil? en el que hay monstruos, maldiciones, ríos de sangre, aldeanos que beben de los ríos de sangre, una Caperucita, un Pulgarcito y números musicales a gogó.

Tráiler de 'Caperucita y Pulgarcito contra los monstruos' (1962)

'Las aventuras de Zipi y Zape' (1982)

En los últimos estertores de la moda de niños cantores del cine español apareció este musical basado en los personajes de Escobar. Y al igual que en la anterior película, la elección del director es, cuanto menos, curiosa. Enrique Guevara, el responsable de títulos como 'Orgasmo caliente', 'El mundo sexual de la pareja' y 'En busca del polvo perdido' -así, como lo oyen-, decidió hacer una momentánea incursión en el cine infantil protagonizada por los gemelos Luis María y Francisco Javier Valtuille, que no volvieron a pisar jamás un set de cine después de esta película. Aparte de un casting desacertado -a los 'niños' les quedaba poco para hacer la mili-, de canciones previsibles que abogan por la pereza, y de una factura pobretona, la palma se la lleva la escena en la que la actriz Amparo Moreno aparece con la cara pintada de marrón para interpretar a una criada negra.

Un número musical de 'Las aventuras de Zipi y Zape' (1982)

'Golimar' de 'Donga' (1985)

Chiranjeevi es una mega estrella del cine indio, con casi 190 títulos como actor. Pero fuera de las fronteras de Bollywood probablemete su gran hito haya sido 'Donga', esta producción de serie B que cuenta con el número musical 'Golimar', donde aparece como un trasunto de Michael Jackson bailando y cantando una versión 'bollywoodiense' pasada de revoluciones -y de vueltas- de 'Thriller'. Y eso integrado en una historia sobre un hombre que roba a los ricos para ayudar a los pobres -tampoco habíamos oído nunca algo parecido- que ama a Manju Latha, la hija de Kodandaramayya, un hombre del que quiere vengarse por haber matado a su padre.

El número musical 'Golimar' de 'Donga' (1985)

Si la cinefilia es religión, los devotos de la serie B -incluso Z- son esa facción integrista, uniformada con camisetas que retratan los iconos de sus títulos sagrados y sus enseñanzas, que veneran a Roger Corman y Russ Meyer sobre todas las cosas -o a Uwe Boll, en los casos más extremos- y que pueden recitar con los ojos cerrados los versículos de sus obras sacrosantas, profanas a ojos desconocedores y de los seguidores monoteístas del cine de 'calité'. Y como no sólo de 'El ciempiés humano' vive el fervor pro serie B, ni tampoco exclusivamente de casquería, también existe la extraña combinación de guiones absurdos, presupuestos ínfimos y estrellas desconocidas en ciernes -u ocaso-, a ritmo de gallo desafinado y coreografías sonrojantes.

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