Renoir, el rey de los sentidos
"Me gustan los cuadros que me dan ganas de pasearme por ellos, cuando es un paisaje, o bien de pasar la mano sobre un pecho o
"Me gustan los cuadros que me dan ganas de pasearme por ellos, cuando es un paisaje, o bien de pasar la mano sobre un pecho o una espalda, si es una figura de mujer", aseguró Auguste Renoir.
Si el impresionismo siempre ha sido definido como un espectáculo visual, Renoir fue más allá y convirtió el placer visual en un placer puramente sensorial. El hedonismo y la celebración de los sentidos, junto a una empatía que envolvía a sus personajes y al espectador, es el argumento de 'Renoir. Intimidad', la exposición que el Museo Thyssen de Madrid (del 18 de octubre al 22 de enero) dedica al pintor francés para, a través de 78 obras, mostrar las facetas más desconocidas del padre del impresionismo.
Esa intimidad y esa cercanía de sus personajes, que también ofrece al público, es la constante de esta retrospectiva que abarca desde sus principales obras impresionistas como 'El paseo' o un estudio de 'La Moulin de la Galette' hasta sus retratos, las escenas más cotidianas y familiares o sus poco conocidos y muy bien valorados desnudos.
"Me gustan los cuadros que me dan ganas de pasearme por ellos, cuando es un paisaje, o bien de pasar la mano sobre un pecho o una espalda, si es una figura de mujer", aseguró Auguste Renoir.