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¿Relaxing cup of café con leche? Por qué Ana Botella aprenderá inglés antes que tú
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'las 500 dudas más frecuentes del inglés'

¿Relaxing cup of café con leche? Por qué Ana Botella aprenderá inglés antes que tú

Para Mick Green, coautor de 'Las 500 dudas más frecuentes del inglés', en España somos demasiado duros con nosotros mismos y debemos perder la vergüenza a cometer errores

Foto: Ana Botella practicando el 'spanglish' en la sesión del COI en Buenos Aires
Ana Botella practicando el 'spanglish' en la sesión del COI en Buenos Aires

A Mariano Rajoy España entera se le echó encima el día en el que se le ocurrió, delante de las cámaras, ponerse a charlar distendidamente con el 'premier' Cameron y sacar rédito a esas clases de inglés tomadas, haciendo encaje de bolillos con la agenda institucional, entre vuelo y vuelo y reunión y reunión. Rajoy, que quería aprovechar la Cumbre Europea para estrechar lazos con su homólogo británico, se tiró a la piscina. "It's very difficult... todo esto", comentó. Y las redes sociales estallaron. Al igual que cuando se rieron del acento de Pablo Iglesias. Y del "relaxing cup of café con leche" de Ana Botella. Y de la cara de póquer de José Luis Rodríguez Zapatero ante una pregunta en inglés de una reportera británica.

Y es que para Mick Green, uno de los autores de 'Las 500 dudas más frecuentes del inglés' que acaba de editar Espasa en colaboración con el British Council, "los españoles son súper duros consigo mismos y con su nivel de inglés, sobre todo a la hora de hablar. Creen que hablan peor que cualquier otra persona de otro país, pero no. He dado clases a gente de todo el mundo y no veo que haya tanta diferencia, la verdad". ¿Y entonces, cuál es su receta? "¡Hay que arriesgar! ¡Arriesgar!", alienta Green. "Los españoles se centran demasiado en no cometer errores, cuando lo más importante es comunicarse. Y de ahí viene esa vergüenza que tienen muchos españoles al hablar inglés. Si no cometes errores, significa que no estás probando cosas nuevas". Así que un ¡hurra! por ese "relaxing cup de café con leche". Porque al menos, Botella lo intentó. "Sin embargo los políticos de Reino Unido no hablan otros idiomas, nunca, y eso da peor imagen que un político español intentando comunicarse en otro idioma".

Green llegó a España hace 9 años, en busca de trabajo como profesor, después de dar clases en Italia y en Londres. "Yo diría que no hay mucha diferencia entre los italianos y los españoles, porque ambos son extrovertidos y tienen interés en comunicarse, en hablar, a diferencia de los estudiantes de Japón o Corea, a los que les cuesta muchísimo más".

"Los políticos de Reino Unido no hablan otros idiomas, nunca, y eso da peor imagen que un político español intentando comunicarse en otro idioma"

Sin embargo, es innegable que nuestro país tiene mucho que avanzar en cuestión de idiomas. Según la Oficina de Estadística de la Unión Europea, España es el tercer país de la UE con menor número de adultos entre 25 y 64 años que declara hablar al menos una lengua extranjera. "En esto seguro que tiene que ver mucho el componente histórico", reflexiona. "Pero también es verdad que el nivel medio en España está subiendo". Y para contribuir a ello, Green ha reunido junto a Daniel Brint y Kay Welsh las dudas y los errores más habituales en los que incurren los estudiantes hispanohablantes de inglés.

"La mayor parte del sistema educativo se enfoca a las normas de la gramática en vez del vocabulario, y en realidad esto último es lo más importante", explica Green. "Si tienes las palabras puedes decir lo que quieras. La gramática no te ayuda a comunicarte tanto como se cree". Sobre todo cuando el inglés es una lengua en continua mutación, que se habla desde Estados Unidos hasta Australia, con 360 millones de hablantes nativos y sin una institución como la RAE que encabece una normativa común. Pero, ¿qué se podía esperar de la cuna del liberalismo clásico? Y eso que ya desde el siglo XVII los británicos más puristas se llevaban las manos a la cabeza con la absorción por parte de los más modernos de neologismos como 'extra' en vez de 'extraordinary'. ¿Qué va ser lo siguiente? ¿Admitir "amigovio"?

'Las 500 dudas más frecuentes del inglés' está ordenado por bloques temáticos de preguntas, desde cuestiones de puntuación hasta el uso de los -malditos- 'phrasal verbs', como un manual de consulta útil para estudiantes de cualquier nivel. Y, sobre todo, para evitar los fallos en los que incurrimos los hablantes de español una y otra vez, una y otra vez, como una mosca contra una ventana. Y en el libro, cualquiera que haya estudiado inglés se encontrará con viejos conocidos. O, mejor dicho, con los 'false friends', los falsos amigos. Porque para un hispanoparlante es difícil meterse en la mollera que "carrera universitaria" no es 'career', sino 'degree', que 'actually' es "en realidad", no "actualmente" o que 'to be constipated' no es "estar constipado", sino "estar estreñido".

"La gran parte de las palabras que utilizamos los anglosajones en el día a día son de raíz alemana; la influencia latina empezó de verdad con el rey Guillermo I de Inglaterra"

Y asociar términos ingleses a palabras que conocemos en español no sólo conduce a equívoco, sino que también hace que los hispanohablantes utilicemos un inglés "un poco demasiado formal", según Green. "La gran parte de las palabras que utilizamos los anglosajones en el día a día son de raíz alemana; la influencia latina empezó de verdad con el rey Guillermo I de Inglaterra [originario de Normandía] en 1066, y fue entonces cuando comenzó a haber una influencia muy francesa por parte de la monarquía y la aristocracia. Por eso hay muchos términos legales muy parecidos a los del español y por eso siempre es mucho más fácil para los hispanoparlantes utilizar palabras que recuerdan al español", afirma. "Por ejemplo, los españoles utilizan mucho 'arrive' para decir "llegar" [por su similitud con "arribar"] y lo ingleses no tanto. Nosotros utilizamos 'get to'".

Hay que escuchar más

Para Green, a la hora de aprender un idioma es mucho más importante escuchar que la gramática. "Si lo pensamos, de niños, tardamos en hablar entre 18 meses y dos años. Todo ese tiempo estamos escuchando, y así aprendemos nuestra lengua materna. Y eso es mucho tiempo sólo escuchando. El problema es que como adultos no tenemos el tiempo ni la paciencia para pasarnos dos años sin hablar. Por eso también es clave la paciencia: las cosas cuestan tiempo".

"Si lo pensamos, de niños, tardamos en hablar entre 18 meses y dos años. Todo ese tiempo estamos escuchando, y así aprendemos nuestra lengua materna"

Por eso, Green no cree demasiado los métodos que prometen enseñar un idioma en 100 palabras, 100 días o 100 horas. "La realidad es que aprendemos mejor las cosas cuando nos cuestan un poquito; las que aprendemos de manera fácil las acabamos olvidando a corto plazo. Si quieres aprender un idioma, iniciarte con 100 palabras puede ser una forma de empezar, pero luego tienes que profundizar. No puedes aprender un idioma en 10 días o en 100 horas. Algo vas a aprender, pero si quieres hablar, vas a necesitar muchísimo más tiempo. Si tienes dos o tres horas de clase a la semana no vas a avanzar súper rápido, pero algo ayuda. Lo que no existe es la magia".

Así que en sus clases, Green confía en "buscar métodos que despierten el interés, porque si algo atrae al alumno le resultará más fácil aprenderlo. En el aula hay que hacer las cosas que no puedes hacer fuera de clase, como hablar. Hay que hablar lo máximo posible. Además, allí también tienes alguien que te puede explicar y resolver las dudas". ¿Y fuera de clase? "Recomiendo ver la tele, ver películas, y leer libros en inglés. Hay que intentar pasar el máximo tiempo escuchando y sin subtítulos. Cuanto más contacto tienes con un idioma es más fácil entenderlo". Que nuestros políticos vayan tomando nota.

A Mariano Rajoy España entera se le echó encima el día en el que se le ocurrió, delante de las cámaras, ponerse a charlar distendidamente con el 'premier' Cameron y sacar rédito a esas clases de inglés tomadas, haciendo encaje de bolillos con la agenda institucional, entre vuelo y vuelo y reunión y reunión. Rajoy, que quería aprovechar la Cumbre Europea para estrechar lazos con su homólogo británico, se tiró a la piscina. "It's very difficult... todo esto", comentó. Y las redes sociales estallaron. Al igual que cuando se rieron del acento de Pablo Iglesias. Y del "relaxing cup of café con leche" de Ana Botella. Y de la cara de póquer de José Luis Rodríguez Zapatero ante una pregunta en inglés de una reportera británica.

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