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Ladislao José Biro, inventor del bolígrafo, homenajeado en el 'doodle' de Google
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presentó su invento en 1931

Ladislao José Biro, inventor del bolígrafo, homenajeado en el 'doodle' de Google

Este húngaro desarrolló una pluma de punta fina que no perdía tinta gracias a una bola que esparcía el color según se iba necesitando

Foto: Ladislao José Biro, inventor del bolígrafo (CC)
Ladislao José Biro, inventor del bolígrafo (CC)

A Ladislao José Biro le debemos el bolígrafo, uno de los grandes inventos del siglo XX. A día de hoy, no hay quien no lleve uno de estos inventos en el bolso –uno nunca sabe cuándo va a necesitarlo– y se ha convertido en una herramienta imprescindible en estuches escolares, maletines de periodistas y oficinas de todo el mundo.

Ladislao José Biro nació tal día como hoy en Budapest, Hungría, en 1899. Por eso, para celebrar el 117 aniversario de su nacimiento, Google le dedica un 'doodle' animado en el que puede verse el sistema de funcionamiento de un bolígrafo: a modo de lupa, desde Silicon Valley han realizado un diseño en el que se comprueba cómo la tinta va cayendo sobre un metal esférico que reparte el color al escribir.

A pesar de ser húngaro de nacimiento, el gran invento de Biro se desarrolló en Argentina, país donde aún siguen llamando a esta herramienta de escritura 'birome' recogiendo el apellido de su creador. Para ejecutar su proyecto, Ladislao contó con la ayuda de su hermano György, químico de profesión. Tras muchos trabajos, en 1931 presentaron el bolígrafo en la Feria Internacional de Budapest. Siete años después patentaron su invento cambiando la vida de todo el mundo.

Aunque el bolígrafo es el proyecto más famoso de Ladislao, otros mundos también mejoraron gracias a sus ideas. Entre otros, el higiénico, pues desarrolló una máquina para lavar ropa. “Era un hombre culto que estudiaba con profundidad lo que le interesaba”, dicen de él en la página web de su Fundación, impulsada por su hija Mariana Biro.

A Ladislao José Biro le debemos el bolígrafo, uno de los grandes inventos del siglo XX. A día de hoy, no hay quien no lleve uno de estos inventos en el bolso –uno nunca sabe cuándo va a necesitarlo– y se ha convertido en una herramienta imprescindible en estuches escolares, maletines de periodistas y oficinas de todo el mundo.

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