Molotov: "Es increíble que alguien con la mediocridad de Trump sea candidato"

Un año después de irrumpir en su país con sus ácidas letras sobre corrupción, política, racismo e injusticias sociales, en 1998 aterrizaron en España como un misil llamado 'Gimme tha power'. Molotov está celebrando su 20 aniversario con una extensa gira europea -Chinga Tour Madre-, que recala este jueves en el Sonorama para seguir celebrando la irreverencia de una banda que sigue sonando tan actual como el primer día.

Por desgracia, en estas dos décadas que han pasado desde que se juntaron Randy Ebright, Paco Ayala, Tito Fuentes y Micky Huidobro, las mismas injusticias siguen tan vigentes como sus letras. Desde ese hito pidiendo "todo el power" para rebelarse contra el status quo hasta 'Pura raza' o 'Frijolero', dos temas que, confiensa Ayala en conversación telefónica con El Confidencial, hoy definen a la perfección lo que está viviendo México con la escalada de Donald Trump.

Tampoco les han faltado los problemas en este tiempo. 'Gimme tha power' ha sido censurada en muchos países y 'Puto' es probablemente la canción que más dolores de cabeza les ha dado. Han sido tildados de homófobos en múltiples ocasiones por ese "matarile al maricón" que cantan e incluso fueron denunciados en Barcelona o el País Vasco. El pasado fin de semana en Madrid este tema volvió a ser protagonista de otra polémica. Sonó en las fiestas del madrileño barrio de Lavapiés y tras las críticas recibidas por Twitter, el concejal de Centro, Jorge García Castaño, ha prohibido que se vuelva a pinchar, según informa 'ABC'. "No dejaremos de explicar que es una canción que habla de la cobardía y no es homobófica", se defiende una vez más el bajista y volcalista de Molotov días antes de la polémica.

P: Hacía varios años que no pisaban España y este verano no paran de dar conciertos en nuestro país para celebrar los 20 años de la banda. ¿Cómo ha cambiado Molotov en estos años y en qué ha evolucionado?

R: Yo creo que en la esencia no ha cambiado nada porque, por un lado, me imagino que, cuando empiezas con 20 años y no tienes expectativas y pasan muchas cosas, para seguir siendo el mismo tienes que ir cambiándolas constantemente. Tienes que cambiar casi todo para seguir manteniéndote en la tierra, donde estábamos, y haciendo lo que nos gustaba hacer. Entonces, en esencia creo que no ha cambiado nada. Materialmente sí cambian muchas cosas porque puedes producir tus propios discos por fin, puedes viajar con tu propio equipo, comprarte la guitarra que quieres y casi dirigir la trayectoria de tu carrera. La verdad es que estamos contentos de ver que tenemos 20 años juntos y seguir preguntándonos cómo ha pasado todo este tiempo y, a la vez, seguir aquí.

P: La primera vez que vinieron a España fue en 1998. ¿Cómo fue?

R: Fue en mayo del 1998, vinimos al Festimad. Tocamos y se fue la luz pero nos dijimos: 'bueno, es nuestro momento para tocar y si no lo hacemos, se acaba el tiempo'. Así que seguimos tocando a oscuras y en a la cuarta o quinta canción llegó la electricidad y se iluminó todo. Fue un buen momento.

P: Desde que publicaron 'Dónde jugarán las niñas' (1997) han tenido no polémicas con canciones como 'Puto' o 'Perra arrabalera', a pesar de vuestras repetidas explicaciones. ¿Cree que fueron justas las críticas?

R: La crítica no es algo que tenga que valorarse como justo o injusto. Es lo que es. Es una crítica y muchas veces no tiene un fundamento que avale el comentario. En el caso de 'Puto' no dejaremos de explicar que es una canción que habla de la cobardía y no es homobófica. En el caso de 'Gimme tha power', la sacaron directamente de la radio y la televisión nacionales en muchos países. Aunque hablaba de nuestro Gobierno (PRI), empezaba a haber empatía con otros países de Latinoamérica donde prácticamente, al no mencionar a nadie específico, cuadraba con los gobiernos en el poder, lo que generó que se prendieran las llamas de quienes tenían el poder de la censura y, efectivamente, salían del aire. Esto generó un morbo que a día de hoy, a 20 años de distancia, no podemos decir más que gracias porque nos ayudó a vender muchísimos discos. Mal informar y generar ese tipo de morbo solo hace que llames más la atención y que, afortunadamente, el en vivo la gente pueda ver realmente de qué va eso de Molotov.

P: ¿Cómo han envejecido esos primeros éxitos? ¿Se cansan de tocarlas tras 20 años?

R: Sí, sin duda te cansas de tocar las canciones tanto tiempo, tantas veces y tan de seguido, casi a diario, pero la gente paga un boleto justamente para eso y nosotros tenemos que ir y tocarlas para pasártela bien. Las tratamos de tocar lo más parecido, porque les hemos ido cambiado el ritmo y haciendo arreglos y jugando para refrescarlas, pero la realidad es que muchos de esos temas que tocan la crítica sociopolítica están vigentes porque las nuevas generaciones han conocido a Molotov porque ven que hace 20 años decíamos cosas que, por desgracia, siguen pasando en la actualidad.

P: Esta gira pasará por Estados Unidos, ¿cómo viven desde México el ascenso de Donald Trump?

R: La verdad es que es increíble que alguien con ese nivel de medriocridad como Trump y con esa poca humanidad se haya perfilado para ser candidato presidencial de un país como Estados Unidos, lleno de millones de latinos y de millones de personas que si buscan algo es igualdad y que aportan mucho a un país para que sean maltratados por un tipo como este. Pero creo que se va a tener que tragar sus palabras viendo su derrota. Sin duda alguna.

P: Hay un par de canciones suyas, 'Voto latino', del primer disco, y 'Pura raza', del último ('Agua Maldita', 2014), que explican muy bien lo que está pasando en este escenario internacional de escalada de racismo.

R: Sí. Aunque creo que hay una canción más explícita todavía para esto que se llama 'Frijolero', del tercer disco ['Dance and dense denso', 2003]. Habla de lo que pasa en la frontera entre Estados Unidos y México. Exactamente de lo que habla Trump y del discurso racista y de menosprecio que tiene. Él hace muchas bromas en los medios de Latinoamérica y dice que todos son mexicanos. No distingue a los ecuatorianos, a los colombianos, a nadie. Dice que todos los que hablan español son mexicanos, que todos se tienen que ir de ahí y que el Gobierno mexicano tiene que pagar un muro de millones de kilómetros. Es una ironía. ¡Qué te puedo decir! Obviamente ha aguerrido y lastimado cosas muy sensibles de las fibras de las relaciones de Gobierno, y eso es algo que le va a afectar sea presidente o no.

P: Y no solo hablamos del aumento del racismo contra los latinos en Estados Unidos sino también de los extremismos que van calando en Europa. ¿Qué le pasa a este mundo?

R: Definitivamente ya no tiene que ver solamente con los intereses políticos entre gobiernos ni el petróleo o esos negocios de los que pocos se habían beneficiado. Esto ya parece una guerra totalmente ideológica. Ahora tiene mucho que ver echarse la culpa a ciertos favoritismos ideológicos. Eso es lo que hace que salga gente de muchas nacionalidades de muchos países del mundo. Si esto termina de suceder, habrá que controlarlo de una forma gigante porque puede desatar guerras no solo entre naciones, sino dentro de las naciones.

P: Y mientras tanto, a uno y otro lado del charco, seguimos asistiendo a la corrupción y la ineptitud de nuestros políticos. Un panorama al que le podríamos seguir poniendo como banda sonora 'Gimme tha power'.

R: Así es. Antes en algún lugar veíamos una cosa injusta, pero mirabas al país de al lado y la veías también y en el país vecino, el triple, pero ahora pasa en todos lados. Creo que lo que nos corresponde a nosotros, para no seguir hablando tan negativamente o tan pegados a la realidad de lo que vivimos continuamente, es salir y hacer giras para que el miedo no acabe con la música y siga manifestando la unión y la calidad de la gente. Hay muchas formas de evitar y afrontar lo que nos rodea a diario.

P: Ahora que llevan un tiempo por España, ¿cómo ven la situación política de nuestro país y de Europa?

R: Aunque hay muchos atentados en Europa que generan incertidumbre, en México estamos acostumbrados a ver cantidad de muertos y cantidad de gente ejecutada ya sea cada semana, cada fin de semana, por mes o sexenio. Es impresionante y no nos asombra absolutamente nada. Y la crisis a nosotros... Mis abuelos ya hablaban de la crisis. La crisis es como un primo, es un miembro de la familia desde hace mucho tiempo porque la vivimos desde siempre. Vemos cómo os afecta y esas situaciones de inseguridad y enojo, que la gente está molesta con muchas cosas que repercuten en lugares donde antes, por decirlo de alguna forma, estaba todo más controlado o era menos posible que pasara lo que está pasando. Pero hay que tener claro que lo está pasando son cosas que preocupan para la estabilidad del planeta. ¿Qué va a pasar con todas esas millones de personas que tienen que crecer?