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La SGAE cierra la venta de sus teatros con un fondo de capital riesgo británico
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el culebrón de la desinversión de arteria

La SGAE cierra la venta de sus teatros con un fondo de capital riesgo británico

El Lope de Vega y el Coliseum pasará a manos de Rockspring por 58 millones de euros, 25 millones menos de lo que costaron. El jueves se firmó un contrato de arras y en octubre se cerrará la venta

Foto: Teatro Lope de Vega de Madrid (Wikipedia)
Teatro Lope de Vega de Madrid (Wikipedia)

Los teatros Lope de Vega y Coliseum tienen nuevos dueños. Tras una larga montaña rusa de idas y venidas, tentativas y pasos atrás, la SGAE firmó este jueves un contrato de arras de cinco millones de euros con un fondo de capital riesgo británico que se quedará con sus dos emblemáticos teatros de la Gran Vía madrileña tal y como ha podido saber El Confidencial. Rockspring pagará 58 millones de euros por ambos inmuebles, casi 25 millones menos de lo que le costaron en 2009, y el contrato definitivo de venta debe firmarse antes del 14 de octubre.

Rockspring es una gestora de fondos con sede en Reino Unido especializada en inversiones en el sector inmobiliario europeo. Con más de 8.100 millones de euros en activos bajo gestión en todo el mundo, en España ha destacado por sus inversiones en logístico, comercial y resindencial. Nunca en nada relacionado, hasta el momento, con la cultura.

Por ejemplo, en nuestro país ha comprado este año dos naves en Torrejón de Ardoz, valoradas en 35 millones de euros, así como la finca Los Gavilanes de Getafe también destinada al desarrollo logístico. Ambas operaciones hacen que la cartera logística del fondo en España se sitúe cerca de 110.000 metros cuadrados. Además, a primeros de este mes Rockspring cerró un acuerdo con Goodman para desarrollar una instalación logística de más de 28.700 metros cuadrados en Sant Esteve Sesrovires, cerca de Barcelona. Y el año pasado vendió un paquete de centros comerciales de tamaño medio ocupados por Decathlon y Mediamarkt por 21 millones de euros.

La venta de los teatros no incluye ningún compromiso contra la especulación de estos dos edificios situados estratégicamente en la Gran Vía. Cuando la Fundación SGAE, dueña y ejecutora de la operación, quiso vender sus teatros a Stage sí les pedía la continuidad de la actividad cultural y una cláusula para que una parte del repertorio fuera de SGAE, pero en este caso esas condiciones no existen. "SGAE pretende que siga teniendo un uso cultural, pero es un deseo. No hay una garantía", aseguran fuentes consultadas por este periódico.

Lo que sí recoge el contrato de arras es una cláusula por la que si Rockspring vende en tres años ambos inmuebles, tendría que compartir el 50% de las plusvalías con la sociedad. La SGAE entiende, añaden las mismas fuentes, que la asunción de esa condición, aunque no da garantías, sí deja claro que Rockspring no pretende operar inmediatamente con los edificios.

Manuel Aguilar, presidente de la Fundación SGAE, ha confirmado a El Confidencial la operación llevada a cabo dentro de la línea del "Patronato para avanzar en la desinversión de Arteria y dedicarse a cuestiones asistenciales y a sanear las partidas presupuestarias porque la mayor parte del dinero se va en pagar hipotecas". Aunque no ha querido confirmar el montante de la compraventa por "la extrema complejidad" del entramado societario del que dependen los dos teatros así como locales y apartamentos de los inmuebles que también son de su propiedad.

Un culebrón con parada en Venezuela

Si al hablar de la SGAE es habitual utilizar la palabra culebrón, en la venta de los teatros su uso está más que justificado. La llamada desinveresión de Arteria era un compromiso que la entidad había adquirido con el Ministerio de Cultura tras la operación Saga (de verano de 2011), que le exigía desprenderse de sus activos inmobiliarios comprados en la era del ladrillo Bautista, entre ellos el Lope de Vega y el Coliseum, antes de julio de 2015. De hecho es el Protectorado de Fundaciones de Cultura quien debe ahora aprobar la venta a Rockspring.

En marzo de 2012 se acordó que el Lope de Vega y el Coliseum salieran a la venta por 82,9 de millones de euros (32 y 38 millones cada uno más tres edificios con apartamentos y locales comerciales), es decir el precio que pagó la SGAE en 2009 por ellos. Entonces, las primeras trifulcas llegaron por la caída del valor de los inmuebles. La venta no parecía una prioridad para la entidad porque "cuanto menor pérdida patrimonial, mejor", aseguraban en las actas a las que tuvo acceso El Confidencial. Una opinión que José Miguel Fernández Sastrón compartía en abril en este periódico al ser nombrado presidente de la sociedad: "lo que no se va a hacer es regalar el patrimonio de los socios. Hay que hacerlo bien y con cabeza".

Foto: Teatro Lope de Vega de Madrid

En diciembre de 2014, el entonces presidente de la Fundación SGAE, Antonio Onetti, anunciaba a bombo y platillo que la venta de los dos teatros estaba hecha. Literalmente aseguró que se la dejaba en bandeja al próximo equipo de Gobierno, que saldría de las elecciones de febrero del año pasado, "para que metan gol de cabeza". No hay que olvidar que por entonces la deuda que acumulaba Arteria superaba los 110 millones de euros.

El principal comprador siempre fue Stage Entertainment, la gran multinacional de los musicales y actual inquilina del Lope de Vega. Ofrecía 58 millones por ambos teatros. Es decir, 25 millones menos de lo que costaron. Onetti decía hace más de un año que "después de muchas negociaciones e incidencias", la venta estaba "en la recta final". Antes ya habían pujado por ellos Kiss FM/Quiero Producciones, Mágina Fundación y Bradompe. Pero las cosas en la SGAE nunca son fáciles y cuando parecía que sus dos emblemáticos teatros madrileños iban a ser para Stage -con el compromiso incluido de respetar el uso cultural y una dura negociación para incluir un porcentaje de repertorio de autores españoles-, todo se vino abajo.

Esto ocurrió el pasado otoño. En octubre, según las actas del Patronato de la Fundación SGAE del 1 de octubre de 2015 a las que ha tenido acceso El Confidencial, se acuerda vender ambos teatros a un empresario venezolano que ofrecía 60 millones por las dos sociedades. Con un contrato de arras por tres millones encima de la mesa, su oferta incluía que si el comprador vendía en cinco años los teatros, la entidad se llevaba un 50% de plusvalía así como la retención de 8 millones de euros para cubrir posibles riesgos fiscales que iría liberando a medida que estos prescribieran.

Además, "no quiere comprometerse a programar repertorio SGAE [a Stage entre el 50% y el 25% según la época] ya que entienden que con los dos millones que pagan de más sobre la oferta de Stage compensaría ese punto", informa al Patronato el que era director general de la Fundación SGAE, Xosé Luis Lorenzo García Canido. Y añade que le consta que "quieren conservar los dos teatros y los alquilarán a un productor teatral". El guionista Luis Arcarazo expresa su visto bueno en dicha reunión. "El sr. Arcanazo considera que la oferta recibida es buena y que la cláusula de repertorio SGAE es poco realista. Cree que habría que olvidarse de ella y vender cuanto antes los teatros", recoge el acta. Carlos Martínez es de la misma opinión.

En esa reunión se recuerda también que ambos espacios están incluidos dentro de un plan especial dentro del PGU del Ayuntamiento de Madrid que protege tanto su mobiliario como su actividad cultural, algo que tendrá que tener en cuenta ahora su comprador actual. Finalmente, el Patronato aprueba en votación a mano alazada y por unanimidad la venta a este empresario venezolano. Sin embargo, el contrato de arras nunca se llega a firmar y la SGAE vuelve a tocar a la puerta de Stage en busca de nuevas ofertas.

En medio de toda esta operación Julia Gómez Cora, directora general de Stage, manifestaba a finales del año pasado a este diario la decepción de Stage con la SGAE por no tener en cuenta en la puja a quien ha explotado y puesto en valor los teatros. "Estos teatros existen y tienen valor porque nosotros apostamos por ellos. Entramos al Lope de Vega hace más de 16 años", subrayaba a la vez que se quejaba de que para la sociedad era importante, además del precio, que se asegurara una vinculación con la cultura y la puesta en escena de obras de autoría española. "De golpe y porrazo aquello desapareció y quieren venderlo al mayor precio posible".

Aguilar asegura a este periódico que Stage "ha tenido un trato prioritario y en exclusiva durante muchos meses" para presentar una oferta. Asimismo, respecto al uso cultural de ambos espacios, recalca que está garantizado por los planes urbanísticos municipales pero, añade, que el Patronato de la Fundación ha creído conveniente no insistir en el repertorio SGAE al formalizar las condiciones con Rockspring "toda vez que en el Lope de Vega está 'El rey León, Disney. Parecía empecinarse en algo que ahora mismo no está sucediendo".

Mientras esta operación se lleva dilatando años y hasta que se formalice este otoño, el Coliseum lleva cerrado desde el 29 de junio de 2014 cuando se realizó la última función de 'Hoy no me puedo levantar'. En el Lope de Vega sigue con éxito 'El rey León', de Stage, que es su actual inquilino hasta 2017, y el Coliseum hasta su cierre estaba alquilado a la productora teatral Drive. Stage siempre tuvo la intención de alquilarlo o comprarlo con la vista puesta en estrenar 'Los Miserables' en Madrid, aunque al seguir cerrado optó por alquilar el Nuevo Teatro Alcalá. Allí se representó 'Sister Act' hasta el pasado mes de mayo y pretendían estrenar la próxima temporada 'El hombre de La Mancha', que finalmente fue cancelada, terminando a su vez el contrato de arrendamiento. De todos modos, la multinacional nunca ha perdido de vista nuevas oportunidades para hacerse con escenarios en la capital con mayor capacidad a los que llevar sus musicales, entre ellos, el Palacio de Congresos de Madrid.

Los teatros Lope de Vega y Coliseum tienen nuevos dueños. Tras una larga montaña rusa de idas y venidas, tentativas y pasos atrás, la SGAE firmó este jueves un contrato de arras de cinco millones de euros con un fondo de capital riesgo británico que se quedará con sus dos emblemáticos teatros de la Gran Vía madrileña tal y como ha podido saber El Confidencial. Rockspring pagará 58 millones de euros por ambos inmuebles, casi 25 millones menos de lo que le costaron en 2009, y el contrato definitivo de venta debe firmarse antes del 14 de octubre.

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