Una noche electoral con el rapero de Ciudadanos
Vivimos el recuento con Dani Orviz y Nacho Aldeguer… o con las versiones punk (y mejoradas) de Rajoy, Sánchez, Iglesias y Rivera y con los dobles de Jordi Evolé y Matías Prats
Un gran ohhhh inundó el Teatro Alfil cuando el recuento apareció en pantalla grande en el escenario. El escrutinio estaba al 89% y el PP había ganado las elecciones con 137 escaños. No era ficción. Durante dos horas sí lo fue. Los candidatos acababan de luchar por convencer a los votantes en su versión rapera y sin filtros en el 'Debate con bate', pero ahora la realidad se imponía. Y le daba paso Mariano Rajoy con barba postiza pero con las mismas eses dilatadas, es decir a Dani Orviz, y Verdad MC, el rapero de Ciudadanos o, mejor dicho, a Nacho Aldeguer. "Mejor acabar con Verdad MC. Hace cuatro años, cuando ganó el PP, ya bailamos al conga y hoy es una buena noche para emborracharse gente", espetaban sus compañeros más conocidos como los Apóstoles de Móstoles.
¡PUM! Siempre es verdad eso de que la realidad supera a la ficción. Por eso es mejor empezar esta noche por el final. He vivido el recuento electoral (bis) con el rapero de Ciudadanos (lo confieso, y con un ojo en Twitter), con las versiones punk (y mejoradas) de Rajoy, Sánchez, Iglesias y Rivera, con los dobles de Jordi Evolé y Matías Prats y con Belén y Mamen. Y cuando todos despertamos, el bipartidismo seguía ahí y del 'sorpasso' ni rastro. "Esto no nos lo esperábamos", aseguraba Mamen a la salida del teatro mientras que la sorpresa se hacía fuerte en las caras del público.
Antes de que comenzara 'Debate con bate', este par de amigas nos contaban que nada mejor que pasar en el teatro la noche electoral. Aldeguer se hizo con el arranque de la campaña con su rap naranja y la cita de hoy prometía diversión y risas. Nada mejor que tomarse la política como un espectáculo de humor. "Venimos a divertirnos, a pasárnoslo bien y a escaquearnos de los niños y de los maridos", confesaba Belén desde la primera fila. Habían votado ambas y nos contaban que les había costado depositar su papeleta en la urna. "He votado. Y como siempre he votado al que mejor me ha engañado", seguía consciente de sus palabras. Aseguraba que por su sobre habían pasado muchos partidos desde Aznar hasta Sánchez, aunque "me decepcionó cuando insultó a Rajoy". "Pues a mí me gusta que haya aparecido Podemos. Les da caña", le respondía su amiga. Pero, remataba, "somos españoles. No nos vamos a poner de acuerdo nunca. Somos el Paco". ¿El Paco? "Pa'cojones los míos". Festival del humor.
"Bienvenidos al acto que atesora más gracia de toda la democracia". Con este eslogan comenzaba 'Debate con bate' (el show de política, rap e improvisación de Aldeguer y Orviz) prometiendo hacer más llevadera la noche electoral. Y efectivamente a las dos horas, como suele decirse, todo el pescado estaba vendido sin que nos diéramos cuenta. Nos ahorramos la pelea por los escaños. Rajoy con su plasma, "el que pide al rebaño que le deje cuatro años", a ritmo de merengue inauguraba la que después sabríamos que iba a ser su noche. "El gran Mariano que en cuatro años vibrantes, febriles y emocionantes, tira del carro p'alante", rapeaba el personal para que él pasase a hacer 'spoiler' rimado de todo lo que había o iba a mejorar: los desahucios, la reforma electoral, el IVA y hasta Fernández Díaz. Ojalá un Rajoy real con tanta retranca como este MC para los próximos tiempos.
Al otro lado del ring electoral, Pedro Sánchez, el líder "de un partido que un día fue socialista, que no sabe si es obrero pero sí español" y que termina, entre rimas, siendo "sucialista". Después llegaba el turno de los representantes de la "bigamia y el poliamor" político: un Albert Rivera a tope con Chimo Bayo de banda sonora y un Pablo Iglesias con mucho flow, o más bien un Pableesi como Khaleesi que es "reina de las mareas, emperatriz del Alcampo, rompedora de cadenas e hija de Manuela Carmena". Siempre a su sombra, buscando su hueco, Alberto Garzón como ese hermano pequeño y tristón que aspira a jugar con los mayores. Aquí todos cobran.
Entre rimas y combates llega el turno de Bacrack Obama, el sobrino blanco y yonqui de Obama, con su hilarante traductor Rajoy; de los líderes recién salidos de una larga noche de boda cuñada de Vox; o del ganador de la noche explicándonos de nuevo que "son los vecinos los que eligen al alcalde y es el alcalde el que quiere que sean los vecinos el alcalde y las máquinas, las máquinas, y los sentimientos, sentimientos y la europea, europea" (¿o no era así?) en una concatenación real pero muy surreal de 'rajoyismos'. Momento estelar que se junta con un Iglesias rapero en un discurso solo con aes y que termina, por fin y por todo lo alto, con Verdad MC con el 'hitazo' de estas elecciones del 26J.
El Alfil al completo cierra la noche de pie gritando eso de "todos quieren follarnos" mientras que el rapero de Ciudadanos al fin consigue bailar con el guapísimo de Albert. El círculo se cierra. La ficción reina y el rap fluye. No hay problemas ni recuentos que nublen nuestra cabeza. Y la pantalla se enciende y la realidad para todos vuelve. ¡Esto de la rima se pega! "Qué bonito es ver a la gente en el teatro, a tanta gente luchando por el cambio y pagando el 21", retumban entre tantas rimas estos versos que el Iglesias de nuestra noche ha dicho hace poco más de una hora. E independientemente de los resultados, brindamos por cuatro años más de teatro... y de rim(s)as.
Un gran ohhhh inundó el Teatro Alfil cuando el recuento apareció en pantalla grande en el escenario. El escrutinio estaba al 89% y el PP había ganado las elecciones con 137 escaños. No era ficción. Durante dos horas sí lo fue. Los candidatos acababan de luchar por convencer a los votantes en su versión rapera y sin filtros en el 'Debate con bate', pero ahora la realidad se imponía. Y le daba paso Mariano Rajoy con barba postiza pero con las mismas eses dilatadas, es decir a Dani Orviz, y Verdad MC, el rapero de Ciudadanos o, mejor dicho, a Nacho Aldeguer. "Mejor acabar con Verdad MC. Hace cuatro años, cuando ganó el PP, ya bailamos al conga y hoy es una buena noche para emborracharse gente", espetaban sus compañeros más conocidos como los Apóstoles de Móstoles.