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El té de Oxford que sube más que un tripi
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a vueltas con 'alicia'

El té de Oxford que sube más que un tripi

La actriz Mia Wasikowska y el director James Bobin analizan las claves de su adaptación del clásico de Lewis Carroll: 'Alicia a través del espejo'

Foto: James Bobin y Mia Wasikowska, ayer, en Madrid (Getty/Walt Disney)
James Bobin y Mia Wasikowska, ayer, en Madrid (Getty/Walt Disney)

Los cristianos tienen la Biblia. Los musulmanes tienen el Corán. Los judíos tienen la Torá. Y los psicodélicos tienen 'Alicia en el país de las maravillas'... ¿O cómo describirían ustedes las aventuras de una niña que acostumbra a introducirse en madrigueras de conejo y espejos para llegar a realidades paralelas pobladas por animales parlantes y sombrereros enloquecidos? Pues eso.

En efecto, la lisergia de los libros de Lewis Carroll es acusada, la mezcla de delirio y absurdo, así que uno debe ponerse en guardia para cubrir la promoción de 'Alicia a través del espejo' (estreno 27 de mayo), versión Disney dirigida por James Bobin y protagonizada por Mia Wasikowska, que pasaron ayer por Madrid para vender su mercancía psicodélica.

Tráiler de 'Alicia a través del espejo'

Por fortuna, el entorno ayuda a meterse rápido en estado alterado: las entrevistas son en el Hotel Santo Mauro, donde hay un salón chino con adornos orientales, un bar art decó y una escalera de caracol, y para llegar hasta Bobin y Wasikowska hay que atravesar un jardín de fantasía. Todo listo pues para arrancar la función. ¿Por qué le gusta tanto 'Alicia' a los hippies? ¿Inventó Lewis Carroll la psicodelia antes de que existiera la psicodelia o se nos ha ido la cabeza con las interpretaciones de la biblia carrollista?

"Todo puede ser, aunque la gente quizá tiende a ver demasiadas cosas en su obra. Carroll era en realidad un hombre callado, tímido e introvertido", asegura Bobin, poniendo el dedo en la llaga de la genialidad del escritor británico del siglo XIX. Y es que, a Carroll le pasaba lo mismo que a otro icónico escritor de imaginación febril, James Ballard, cuyas novelas visionarias contrastaban violentamente con su vida discreta y convencional. Pero si el siglo XX se lo puso a huevo a Ballard para crear sus ficciones dilatadas -"El hecho capital del siglo XX es la aparición del concepto de posibilidad ilimitada", escribió Ballard-, Carroll tuvo que lidiar con la mucho más contenida época victoriana.

Alicia es una niña con ideas propias y modernas para la era victoriana, donde te callabas o te callaban, o te acusaban de histérica

"Lewis Carroll era un matemático en Oxford. En 'Alicia' hay escenas surrealistas, como la de la hora del té, toda una merienda de locos, pero estaba basada en algo tan simple como Carroll tomando el té con otros profesores excéntricos de Oxford. Hoy día estamos rodeados por superhéroes y por 'El señor de los anillos', pero la imaginación victoriana era muy diferente. Uno podía fijarse en los juegos de las niñas, en la explosión de la naturaleza o en la historia de los reyes británicos", razona Bobin.

"Alicia es una niña con ideas propias, algo extraño para la era victoriana, donde te callabas o te callaban, o te acusaban de histérica. Alicia era una niña moderna para su época", zanja el director.

Tráiler de 'Alicia en el país de las maravillas'

Y entonces entra Mia Wasikowska para dar su opinión sobre la asombrosa capacidad intergeneracional de libro de Carroll, una de esas extrañas obras capaces de contentar por igual a grandes y enanos. ¿Qué ven los niños en 'Alicia' que no vean los adultos y que ven los adultos que no vean los niños? "Ah, ese es el gran misterio del libro, por eso es tan especial: te lo lees en épocas diferentes de tu vida y encuentras cosas diferentes".

Dicho lo cual, Wasikowska explica de un modo sencillo algo tan complicado (y tan demencial) como las ideas y venidas de Alicia -de la realidad a la realidad paralela, y de ahí de nuevo a la realidad: "Alicia parece estar loca en el mundo real, pero en el país de las maravillas, es la más cuerda de todos... Alicia siempre llega al país de las maravillas en momentos de crisis personal, y allí resuelve sus problemas antes de volver al mundo real".

Se cierra el telón (y se abre el espejo y la madriguera... ustedes verán).

Los cristianos tienen la Biblia. Los musulmanes tienen el Corán. Los judíos tienen la Torá. Y los psicodélicos tienen 'Alicia en el país de las maravillas'... ¿O cómo describirían ustedes las aventuras de una niña que acostumbra a introducirse en madrigueras de conejo y espejos para llegar a realidades paralelas pobladas por animales parlantes y sombrereros enloquecidos? Pues eso.

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