Los Max alzan la voz por la resistencia de la cultura y por los titiriteros
'La piedra oscura', con cinco galardones, y 'Pinoxxo', con siete, fueron los triunfadores de una noche en la que también triunfaron Aitana Sánchez-Gijón y Pepe Viyuela
Una gala por la resistencia de una profesión que ha hecho de ella su bandera a la fuerza. Las artes escénicas alzaron ayer la voz en la XIX edición de los Premios Max para seguir reivindicando su papel creativo y necesario para la sociedad en un año en el que muchos de los ganadores han querido contar sobre el escenario, manzana en mano, que su realidad no son los flashes como muchos se creen. Su realidad es hipotecarse para poder ejercer su profesión o financiar espectáculos poniendo copas, cuidando a niños o dando clases de inglés, danza o teatro.
También su realidad, como titiriteros que reclaman ser, es la de alzar la voz por la libertad de expresión. Por eso, en los Max no faltaron homenajes a los refugiados -Mario Gas recordó que de los 16.000 que iba a acoger España solo han llegado 18- y peticiones de bajada del IVA cultural y pactos y la reivindicación a la presencia de la mujer en las artes escénicas y, en especial, la libertad creativa en el recuerdo de los titiriteros encarcelados en Madrid, como hicieron los dos ganadores los Max a mejor actores principales, Pepe Viyuela y Aitana Sánchez-Gijón, por 'Rinoceronte' y 'Medea' respectivamente..
"Quería dedicarle este premio a una pareja que no conozco. A una pareja de titiriteros. No consigo entender a una sociedad que persigue a los más débiles pretendiendo hacer un chivo expiatorio, y convertirles en los sacrificarlos para que colocarles en el lugar visible y sirvan de ejemplo para que nadie se salga del redil. Porque en esa pareja de titiriteros se condena lo más sagrado de nuestra profesión, que es la libertad de expresión y de creación", dijo Viyuela al recoger su premio. Justo tras él, Aitana Sánchez-Gijón, que no para de conquistar premios con su papel de 'Medea', uno de los que "más alegrías me ha dado, es inabarcable" aseguró a este periódico, se definía como titiriera. "Esto de ser titiritera a veces es un poco arriesgado. Yo estaba aterrada cada vez que me subía al escenario a hacer Medea pensando que en cualquier momento se levantarían dos policías del pario de butacas y me llevarían presa por matar a mis hijos".
Pero los Max de este año han sido los de la danza, una de las artes escénicas más “expulsadas” y descuidadas de nuestro país como recordó Chevi Muraday con el premio a mejor espectáculo de danza por 'En el desierto' en las manos, que, además, este viernes celebra su día internacional. Por eso, no es de extrañar que el gran ganador de la noche fuera la compañía valenciana Ananda Dansa con su 'Pinoxxo', un musical infantil que sumó siete estatuillas. Aunque, sobre todo, fueron unos Max lorquianos. 'La piedra oscura' fue otra de las grandes ganadoras de la noche en la categoría reina, la teatral, con cinco premios a mejor espectáculo de teatro, dirección escénica para Pablo Messiez y autoría para Alberto Conejero.
En esa pareja de titiriteros se condena lo más sagrado de nuestra profesión, que es la libertad de acción y de creación
“Hemos producido este espectáculo con otros trabajos. Se ha producido poniendo comidas, dando clases de inglés, de teatro, cuidando a niños… Ha sido una bola de nieve que ha ido aumentando y todo el mundo ha ido poniendo su inmenso talento. Este premio significa mucho para nosotros porque significa darle vida al espectáculo. No podemos frivolizarlo”, aseguraban los ganadores del premio al mejor espectáculo revelación: 'Danzad Malditos'. Por eso, dedicaron su Max a los "perdedores, fracasados y a los que se quedan en el camino por perseguir sus sueños". En la misma línea, la de la resistencia y el arte por encima de todo, los laureados bailarines principales de 'Pinoxxo' también quisieron poner el acento en la importancia de las políticas culturales para dar oxígeno a la profesión. Uno de los muchos recados que tanto el Gobierno del PP en funciones como el resto de partidos políticos en liza recibieron de la profesión.
“Gracias a las personas que me han dado trabajo porque solo de bailar no se puede”, aseguró Toni Aparisi. Ana Luján, por su parte, pidió rotunda y contundente “diálogo y comunicación entre la profesión, las instituciones y los políticos para sudar y trabajar juntos, olvidando nuestros egos y pensando en la cultura por nosotros, sí, y por los que viene detrás”, afirmó al tiempo que cerraba su discurso hablando de resistencia y acordándose de la plataforma Salvemos el Cabanyal y dirigiéndose al “señor Marzá", el conseller de Educación valenciano. "La herencia del puto PP es cruda, pero tenemos dos años”, subrayó. Minutos más tarde no se olvidó la bailarina de subrayar la importancia de la educación y las oportunidades laborales decentes. “En España la cultura del arte no es igual que en otros países”, apuntó, y por eso “si desde arriba no hay orden ni estructuras sólidas, los de abajo no pueden hacer nada”.
#MaxMujeresenlosMax
En una gala, presidida por el ministro de Cultura en funciones, Íñigo Méndez de Vigo; la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes; y la concejala de Cultura, Celia Mayer, las mujeres fueron las otras grandes protagonistas de la noche, pero desde el lado de las reivindicaciones. El hashtag #MaxMujeresenlosMax clamaba por más presencia femenina en un sector que, tal y como aseguró en su discurso Manuel Aguilar, presidente de la Fundación SGAE, solo el 16% de los autores son mujeres. "Hay que romper estos aparentes techos de cristal que ya van siendo de hormigón", denunció a la vez que pidió un apoyo decidido a la cultura y a los derechos de autor. "La industria cultural mueve más riqueza que la del automóvil porque el desarrollo de cualquier sociedad pasa por una poderosa y atractiva oferta cultural.Se mire por donde se mire, el IVA cultural del 21% no promueve esas condiciones".
En la misma línea, el otro gran ganador de la noche, Alberto Conejero que con la personal y preciosa 'La piedra oscura', dedicó su premio a su sobrina para que pueda seguir sus pasos con la mismas oportunidades que él. "Nos falta la otra orilla de la voz. Estamos incompletos sin ellas y tan huérfanos de tanto talento que es imperdonable que ocurra esto", denunció. Para Conejero, 'La piedra oscura', con la que ya ganó el Premio Ceres, es un regalo que visibiliza a los dramaturgos. "Siempre estamos a la intemperie y en la invisibilidad", por lo que este premio "contribuye al diálogo y a que haya más poesía en estos tiempos difíciles".
Los momentos más emotivos de la noche los protagonizaron dos mujeres: María Esteve y Lola Herrera. La presidenta de la Fundación Antonio Gades leyó una carta de su padre en la que subrayaba el papel del baile "como una infección". "Bailamos como trabajadores de la cultura, que es educación. No dejéis nunca de recordarlo y, sobre todo, que lo olviden los otros". Aunque sin duda fue Lola Herrera quien puso todo el sentimiento y al patio de butacas en pie al recoger su Max de Honor. La actriz declaró en sus palabras su amor incondicional al teatro. "Es un privilegio estar a los 80 años cumplidos en los escenarios. A veces no me puedo creer que tenga esa edad. Se me ha pasado la vida en un pispas", afirmó. "Me apasionaba y me sigue apasionando esta profesión. Amo el teatro. Mi pasión por él es incondicional, y de ella se nutre mi trabajo y mi vida", añadió.
Lluís Pasqual se llevó su noveno Max (el décimo en realidad porque conserva un prototipo del de la primera edición de la gala que él dirigió), por 'El rei Lear', mientras que Joaquín Notario y Julieta Serrano se llevaron los premios a mejores actores de reparto, por 'El alcalde de Zalamea' y 'Ninnete y un señor de Murcia', y el Teatro de la Ciudad a mejor producción escénica privada cerrando el palmarés de una gala plagada de teatro, danza clásica, contemporánea, flamenco o hip hop, que sin alharacas, terminó, como no podía ser de otra manera, con todo el público bailando con Asier Etxeandía.
Ganadores de los Premios Max
Mejor espectáculo de danza:'En el desierto'.
Mejor espectáculo de teatro: 'La piedra oscura'
Mejor espectáculo musical:'L'aneguet lleig'.
Mejor espectáculo infantil o familiar:'Pinoxxo', de Ananda Dansa.
Mejor actor protagonista: Pepe Viyuela, por 'Rinoceronte'.
Mejor actriz protagonista:Aitana Sánchez Gijón, por 'Medea'.
Mejor dirección de escena:Pablo Messiez, por 'La piedra oscura'.
Mejor adaptación o versión teatral:Lluís Pasqual, por 'El rei Lear'.
Mejor autoría teatral:Alberto Conejero, por 'La piedra oscura'
Mejor autoría revelación:Víctor Sánchez Rodríguez, por 'Nosotros no nos mataremos con pistolas'.
Mejor espectáculo revelación:'Danzad malditos'.
Mejor actor de reparto:Joaquín Notario, por 'El alcalde de Zalamea'.
Mejor actriz de reparto:Julieta Serrano, por 'Ninette y un señor de Murcia'.
Mejor bailarina principal:Ana Luján, por 'Pinoxxo'.
Mejor bailarín principal:Toni Aparisi, por 'Pinoxxo''.
Mejor coreografía:Rosángeles Valls y Toni Aparisi, por 'Pinoxxo'.
Mejor elenco o intérprete solista de danza:'Pinoxxo'.
Mejor producción privada de artes escénicas:'Antígona', 'Edipo Rey' y 'Medea'. Teatro de la Ciudad.
Mejor composición musical para espectáculo escénico: Pep Llopis, por 'Pinoxxo'.
Mejor diseño de vestuario: Pascual Peris, por 'Pinoxxo'.
Mejor diseño de espacio escénico: Elisa Sanz, por 'La piedra oscura'.
Mejor diseño de iluminación: Paloma Parra, por 'La piedra oscura'.
Premio Max de honor para Lola Herrera.
Premio Aficionados a las Artes Escénicas: Secció de Teatre del Centre Moral i Cultural del Poblenou.
Premio a la Contribución a as Artes Escénicas: FETEN.
Una gala por la resistencia de una profesión que ha hecho de ella su bandera a la fuerza. Las artes escénicas alzaron ayer la voz en la XIX edición de los Premios Max para seguir reivindicando su papel creativo y necesario para la sociedad en un año en el que muchos de los ganadores han querido contar sobre el escenario, manzana en mano, que su realidad no son los flashes como muchos se creen. Su realidad es hipotecarse para poder ejercer su profesión o financiar espectáculos poniendo copas, cuidando a niños o dando clases de inglés, danza o teatro.