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Un político corrupto y un jurado popular: ¿cuál es tu veredicto?
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en el matadero desde el 14 de abril

Un político corrupto y un jurado popular: ¿cuál es tu veredicto?

¿Es justa la justicia? Andrés Lima coloca la corrupción política española en el centro de una adaptación teatral de 'Doce hombre sin piedad'

Foto: El elenco de 'El jurado' (Luis Castilla)
El elenco de 'El jurado' (Luis Castilla)

El Hipódromo de Europa le sigue generando problemas al presidente autonómico.Federico Quirós va a ser juzgado por un delitode cohecho propio por la adjudicación al constructor apodado 'El Melenas', imputado en cuatro causas más de corrupción, de la obra del conocido como 'hipódromo sin caballos'. Será un jurado popular quien juzgue el caso. ¿Les suena? Podría ser el inicio de cualquier noticia de la sección de nacional de este periódico.Podrían cambiar los nombres -Francisco Camps fue juzgado precisamente y declarado popular no culpable por un jurado popular por el caso de los trajes- o pensar en muchos de los casos de corrupción con los que nos desayunamos cada día en este país. Pero, ¿qué pasaría si ustedes formaran parte de ese jurado?

¿Es justa la justicia? Esa es la pregunta que pretende instalar en la cabeza del espectador 'El Jurado', dirigida por Andrés Lima, (en lasNaves del Español de Matadero Madrid,del 14 de abril al 15de mayo), una obra de teatro que disecciona la sociedad española actual poniendo el foco en la agudizada desigualdad existente entre los ciudadanos,la política, la corrupción y el sistema judicial.

Luis Felipe Blasco Vilchesha escrito este texto inspirado en 'Doce hombres sin piedad', de Reginald Rose. Del texto original poco queda más allá que la estructura dramática. Esta obra, que retrataba la sociedad norteamericana de los años cincuenta y ponía el foco en el debate sobre la pena de muerte, fue escrita para la televisión (se estrenó en 1954 en la CBS) y posteriormente para el teatro (1955) y el cine (1957), con el famoso filme dirigido por Sidney Lumet y protagonizado por Henry Fonda o Robert Webber. Ahora, vuelve a las tablas para traer el debate a la España plagada de casos de corrupción de 2016.

Andrés Limasienta a nueve hombres y mujeres que representan todos los perfiles y estratos de nuestro tiempo para que juzguen a Quirós.La corrupción le sirve al directory al elenco para trazar sobre el escenario un lienzo de una sociedad formada pormadres en paro, emprendedores, activistas de izquierdas, futboleros, inmigrantes, conservadores,prejubilados o desahuciados, así como paraanalizar la política, el sistema judicial y los medios de comunicación. Sobre la mesa no solo está el hecho de que este político sea culpable o no. "Es un texto a pie de calle. En él se pueden reconocer muchas tramas que hoy se leen en cualquier periódico, pero más allá dereflejar el momento que vivimos, la función plantea si en una sociedad que todavía no es justa es posible que haya justicia", afirma Lima.

Por eso, este jurado, al que dan vidaJoseanBengoetxea, VíctorClavijo, Cuca Escribano, Pepón Nieto, IsabelOrdaz, Canco Rodríguez, LuzValdenebro, EduardoVelascoyUsunYoon, representará las convenciones políticas, las situaciones personales, lo corrompible que somos o no sin necesidad de ostentar un cargo público y lo peligrosos que son los juicios paralelos. Para preparar el trabajo, han realizado entrevistas con jueces como Ignacio González, portavoz de Jueces para la Democracia; ElpidioSilva oFelicísimoValbuena,excatedráticode Ciencias de la Información dela Universidad Complutense de Madrid.

Huyendo de las pautas del realismo social, Lima ha querido también que el montaje sea muy cinematográfico -con saltos espaciales y temporales que dancuenta de ese jurado enclaustrado durante horas deliberando-.De hecho, rinde tributo al thriller judicial de los años cincuenta y sesenta de títulos como 'Anatomía de un asesinato' y a ese mítico Estudio 1 en blanco y negro que en 1973 representó 'Doce hombres sin piedad', bajo la dirección de Gustavo PérezPuigycon Jesús Puente, PedroOsinaga, ManuelAlexandreo Sancho Gracia en el reparto."Es una obra que quiere ser fiel al tono y la estética de 'Doce hombres sin piedad' pero hace un recorrido hasta la España de 2016", analiza. Y argumentael uso de un tono audiovisual por dos cuestiones evidentes: es el lenguaje contemporáneo y todos los casos que vemos están asociados a la imagen.

Eduardo Vasco y Cuca Escribano, con Avanti Teatro, fueron los impulsores de este proyecto. Explica Vasco, que da vida al jurado nº1, que en este montaje se quiere empujar al espectador a hacerse preguntas y a reflexionarante la corrupción que azota nuestro paísy nuestro sistema judicial, a la vez quese traza "un retrato de la sociedad española, de la gente de la calle. Hay una verdad absoluta en el escenario".

Clavijo(el jurado nº 7), por su parte, asegura meterse en esta obra y viendo los casos diarios de corrupción o los recientesPapeles de Panamá, revelados en exclusiva por El Confidencial y La Sexta en España, "alfinal te da la sensación de que corrompe o defrauda el que puede hacerlo". Nieto agrega: "tan culpable es el que roba como el que le abre la puerta para que robe".

No hay mejor forma de plantearse la corrupción que ponerse en el lugar del otro

Valdenebro señalaque muchas personas tendrían claro quéhacer en la situación de su personaje (una activista que podría ser de Podemos o IU y que esel jurado nº4) pero, añade, "muchas veces mandar o no a alguien a la cárcel nos lo tomamos con demasiada ligereza porque es un hecho reparable". Por eso, apunta, cuando Lima les indicó en los ensayos que pensaran que lo que hacían era condenar a este corrupto a pena de muerte vieron que la perspectiva cambiaba. Porque esta obra también la presión mediática y los juicios paralelos también están en esa salatanto como los intereses de cada uno de los miembros del jurado.

"No hay mejor forma deplantearse la corrupciónque ponerse en el lugar del otro", recoge Lima. Quien, además, insiste en que este montaje"elveredictoes lo de menos". "Lo importante es cómo nos retratamos en él.Lo importante es que esto sea un alegato contra la corrupción", subraya el director. Y que todos pensemos cómo actuaríamos en el lugar de estas nueve personas.

El Hipódromo de Europa le sigue generando problemas al presidente autonómico.Federico Quirós va a ser juzgado por un delitode cohecho propio por la adjudicación al constructor apodado 'El Melenas', imputado en cuatro causas más de corrupción, de la obra del conocido como 'hipódromo sin caballos'. Será un jurado popular quien juzgue el caso. ¿Les suena? Podría ser el inicio de cualquier noticia de la sección de nacional de este periódico.Podrían cambiar los nombres -Francisco Camps fue juzgado precisamente y declarado popular no culpable por un jurado popular por el caso de los trajes- o pensar en muchos de los casos de corrupción con los que nos desayunamos cada día en este país. Pero, ¿qué pasaría si ustedes formaran parte de ese jurado?

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