¿Qué podemos seguir aprendiendo del enigmático Kaspar Hauser?

26 de mayo de 1828. Un extraño joven de 16 años aparece en una plaza de Nüremberg. Apenas se tiene en pie. No habla. Lleva dos notas en la mano. En una de ella se puede leer que su nombre es Kaspar Hauser. Toda su vida había estado encerrado en un calabozo y, de golpe, apareció en elmundo. Su caso,conocido como el primer 'semi-salvaje' o el huérfano de Europa, es de los más enigmáticos del siglo XIX.

Acogido rápidamente por los europeos, observado casi como si estuviera en un zoo y definido como un experimento social, político y filosófico, Kaspar Hauser tuvo que asimilartodo del mundo que le rodeaba y de sí mismo. Aprendió a escribir y a leer con fluidez a las seis semanas, tenía una especial sensibilidad para la pintura y la equitación -en una de las cartas se pide que ingreseen el cuerpo de caballería del Ejército- y le apasionaba la lectura y la música, pero sobre todo la realidad le abrumó. Nunca había visto a otro ser humano, ni la nieve, ni el cielo estrellado o un espejo.

El criminalista y filósofoAnselm von Feuerbach fue el encargado de tutorizar al joven. Detalló minuciosamente su aprendizaje, sus miedos y su choque emocional en 'Kaspar Hauser. Un delito contra el alma del hombre'. Fue él precisamente quien llegó a la conclusión de que este adolescente debía ser el primogénito de los Baden (aunque se llegó a especular con la idea de que era hijo de Napoléon)y habían intentado deshacerse de él para apartarle de la sucesión.De ahí su encierro. Yde ahí también el intento y su posterior asesinato: fue apuñalado en los jardines del Palacio de Ansbach, en Baviera,el 14 de diciembre de 1833. Tres días después muere. Todavía hoy una lápida explica: "Aquí yace Kaspar Hauser, enigma de su tiempo. Su nacimiento es desconocido. Su muerte, un misterio".

El enigma de Kaspar Hauser sigue ejemplicandohoy, como hizoDavide Manulien la película'La leyenda de Kaspar Hauser'(2012) en una clara metáfora del aislamiento de una generación, las contradicciones disparatadas de nuestro sistema desde el punto de visto de un adolescente o, como propone La Phármaco, la gran pregunta existencialista y ladoble cara de Europa. La compañía de danza contemporánea baila ahora al huérfano de Europa dentro del Festival de Otoño en Primavera (del 22 al 25 de marzo en los Teatros del Canal). Y lo hace, explica la coreógrafa e intérprete Luz Arcas, porque la historia de Kaspar Hauser contiene un materialplástico y sensorial perfecto para la danza contemporánea y, especialmente, porque su tragedia "es una metáfora muy precisa de la existencia humana".

"Hay algo universal y atemporal en su historia. Esta especie de conciencia sobre la imposibilidad de comprender la experiencia de uno mismo, el paso de uno por el mundo y para asimilar la realidad. Y por otro lado, es muy interesante cómo fueacogido por Europacomo un absoluto fenómeno social, político y científico -eracasi una atracción o un juguete- y poco a poco fue siendo abandonado y asesinado. Vivióel abandono de ese mundo que le había acogido e intentaba hacerle ver que ese mundo era el bueno y el de verdadmientras que élhabía vivido una mentira,pero en ese mundo no tiene lugar para él.Deja muy clara la doble moral hacia el extranjero y el distinto",apunta Arcas,como vemos ahora con la crisis de los refugiados.

La idea de hacer 'Kaspar Hauser. El huérfano de Europa' se gesta hace cuatro años en la cabeza del codirector de la pieza Abraham Gragera. Para construirla se han inspirado en la precisión del libro de Feuerbach. A través de cinco pasajes de su vida, y potenciando el lenguaje coreográfico y escénico, este dúo de bailarina y música intenta reflejar el paso por el mundo de Hauser.

"De alguna manera,encarna la tragedia de todos los tiempos: la incapacidad del ser humano de comprender su propia existencia, su identidad y su paso por el mundo". Estos cinco cuadros se inspiran en su biografía y se detienen en su aparición; la primera vez que vio la nieve; su faceta de jinete; su incomprensión de los espejos -"siempre tuvo una relación muy ambigua con su identidad"; y la primera visión de una noche estrellada al despertarse en un bosque. "¿Quién ha puesto esas luces en el cielo?", se preguntó abrumado por la belleza y, acto seguido, en crisis ante su magnitud. "Fue la primera vez que se preguntó quién era, de quién venía y por qué le habían negado todas las cosas del mundo. Desde entonces la melancolía le acompañó hasta su muerte, y fue también la primera vez que sintió la violencia de su cautiverio", explica Arcas.

Ese estupor, esa sobrexposición a los estímulos sensoriales,la poesía con la que definía el mundo y su tragedia personal centran esta coreografía. A Kaspar le "muerde" el color blanco de la nieve, no soporta la luz, le duelen los aromas y los olores y, sobre todo, le duelen los demás y la incomprensión de su propia existencia. Por eso, añade Arcas, "para nosotros entre Kaspar Hauser y otros niños salvajes hay una gran diferencia". "El conflictode Kaspar Hauser no es con la civilización sino con lo real. Otros niños salvajes, criados por lobos o en la selva, tienen un conflicto con la civilización, con las normas humanas, pero el conflicto de Kaspar es con el mundo sensible", asegura Arcas.

El espectáculo se estrena la próxima semana en Madrid y a partir de verano estará de gira por Polonia, Alemania, Argentina, Paraguay, Perú o Estados Unidos, pero no es la primera obra artística que se centra en el huérfano de Europa. Kasper Hauser ha inspirado novelas de escritores como Karl Gutzkow, Adolphe Philippe Dennery, Jacob Wassermann oPaul Auster, que basó en él su personaje Peter Stilman, de 'Ciudad de cristal'; las películas 'El enigma de Kaspar Hauser', de Werner Herzog (1974) y la deManuli; una ópera de Elizabeth Swados;canciones de Suzanne Vega yGeorge Moustaki,e inclusolos DJs valencianos Kaspar & Hauser le debensu nombre.