Testamento: en apoyo de los veteranos del cine español

“El cine español es: políticamente ineficaz.

Socialmente falso.

Intelectualmente ínfimo.

Estéticamente nulo.

Industrialmente raquítico”

Con este famoso quinteto resumió Juan Antonio Bardem en 1955 las conclusiones de las Conversaciones de Salamanca. Convocados por Basilio Martín Patino, acudieron críticos, directores, intelectuales, organismos del Estado… entre los que destacaban García Escudero, José Luis Sáenz de Heredia, Fernando Fernán Gómez, Fernando Lázaro Carreter, Antonio del Amo, Carlos Saura, Luis García Berlanga, y el propio Bardem.

En los últimos días se han celebrado unas Nuevas Conversaciones de Cine Español en Salamanca donde un centenar de asistentes de menor relevancia que los “fundadores” –junto a los distinguidos Julio Diamante, Miguel Hermoso, Manuel Perez Estremera, José Luis Cuerda, Antonio Hernández, Inés Paris y algún otro notable. Pena, que ninguno de los cineastas nominados o ganadores de los Goya hayan estado presentes. Tampoco representantes del Gobierno, aunque en funciones, como no hubo representación de los partidos llamados a formarlo. Sin embargo, los veteranos podrán estar contentos, seguro que de esas Conversaciones saldrán recomendaciones en favor de tanto cineasta olvidado.

La renovación de los mamíferos

Carlos Saura, director de cine español, ha terminado hace muy poco ‘La jota’ y ya está preparando una nueva obra, sobre los bombardeos de Guernika. Carlos Saura tiene 84 años.

El ser humano, el rey de los mamíferos, está dotado de unas capacidades que le convierten en inventor de los lenguajes, el arte, la cultura… Pero hay leyes de la naturaleza a las que no puede escaparse. Por ejemplo, la vejez.

¿Qué tiene que ver eso con los audiovisuales? Ya veremos…

La industria del espectáculo necesita una constante renovación. La elaboración de narraciones por parte de los profesionales maduros requiere la aportación de fantasías nuevas: hay que hacer sitio para la llegada de los jóvenes, pues son muchos los jóvenes que consumen de manera distinta los actuales contenidos audiovisuales.

Hay que hacer sitio a los jóvenes, pues son muchos los jóvenes que consumen de manera distinta los actuales contenidos audiovisuales

Los legisladores del cine español no han sido ajenos a este hecho y han procurado que la cinematografía abra sus puertas a nuevos valores. Por ello, a través de las ayudas concedidas tenemos el mayor porcentaje de nuevos realizadores de Europa. Una ayuda económica para compensar posibles inexperiencias o incluso arriesgadas innovaciones. El cine español tiene un plantel de directores jóvenes que cada día se abren brillantemente camino, incluso fuera de nuestras fronteras.

Volvamos al principio: los mamíferos van desechando a los ejemplares viejos, pasados de fecha. Porque han perdido facultades físicas… Ya no corren tanto, pierden fuerza… Pero, ¿y las capacidades intelectuales?

La experiencia, el conocimiento, la memoria… La creación audiovisuale no sólo requiere imaginación pujante. Necesita, y mucho, el valor reflexivo, la maestría que se adquiere con la práctica de un oficio…

Desgraciadamente atravesamos un periodo en el que la veteranía no es considerada como un valor. La experiencia no cotiza.

Y estos furtivos, en el bosque español de los mamíferos del audiovisual se dan cuenta de que hay numerosos ejemplares perfectamente capacitados para cazar piezas, que no encuentran sitio en la manada. Cuando leemos las necrológicas de cineastas mayores, constatamos la gran cantidad de años que llevan alejados de las cámaras. Alejados, a su pesar.

Nos hacen falta

Nuestro gran genio, Luis Buñuel, rodó ‘Tristana’ con 70 años, y ‘Ese oscuro objeto de deseo’ con 77.

Margarita Aleixandre, fallecida hace unos días no pudo llevar a cabo su proyecto de hacer una película sobre la corrupción en la vida pública española… Hay maduros directores en perfecto estado como Víctor Erice, Regueiro, Portabella…

Nos hacen falta. Y como la industria no hace uso de su talento, pedimos desde aquí una solución como la empleada para arreglar la situación de los jóvenes.

Por favor, legisladores españoles: arbitren una solución. Incentiven por ejemplo sus dos últimas obras.

‘Testamento’, un plan de apoyo para que Carlos Saura pueda afrontar con el decoro necesario, sus dos próximas películas.

Y Mario Camus, Gonzalo Suárez, Basilio Martin Patino, Francesc Bellmunt, Jose Luis Garci…

Mientras todo esto ocurre en el reciente Festival Internacional de Berlín, donde tantos Osos de Oro y Plata han conseguido las películas españolas, no hubo representación en su Programa Oficial. Eso pese a haberse estrenado en 2015, 118 largometrajes, 72 de nuevos Realizadores y 21 financiadas con recursos millonarios de las Televisiones Privadas. Que cada lector saque sus consecuencias. Por nuestra parte creemos que en el cine español no hay que desperdiciar el talento, por canoso que sea, si queremos recuperar la presencia que históricamente tuvimos.