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"En Broadway no les entra en la cabeza que cada entrada se lleve el 21% de IVA"
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Julia gÓMEZ CORA, DIRECTORA GENERAL DE STAGE ENTERTAINMENT

"En Broadway no les entra en la cabeza que cada entrada se lleve el 21% de IVA"

La empresa productora de teatro musical afronta un punto de inflexión y una nueva etapa después de que el pasado mes de septiembre se certificara la entrada en el capital del fondo CVC Capital

Foto: Julia Gómez Cora
Julia Gómez Cora

“La oferta es hoy más pobre debido al IVA cultural al 21%. Y una oferta más pobre hace menos atractiva una ciudad”. Julia Gómez Cora (Buenos Aires, 1971), directora general de Stage Entertainment España, habla sin rodeos. Un discurso por otra parte lógico si se tiene en cuenta que su firma es responsable de las obras musicales que han adornado en los últimos años las principales marquesinas de Madrid, desde ‘Cabaret’ a ‘El Rey León’. Todo en un momento en el que la propia matriz de Stage afronta un punto de inflexión y una nueva etapa después de que el pasado mes de septiembre se certificara la entrada en el capital del fondo de CVC Capital, también dueño de la Fórmula 1. “Enseguida vieron que España es uno de los mercados más rentables y tiene un potencial grande, con las miras puestas en América Latina, un lugar al que nos gustaría ir”, explica. Todo un reto por delante.

PREGUNTA. Va camino de las dos décadas en este proyecto. ¿Qué le atrajo de la iniciativa y cuándo intuyó que era posible cuajar un desarrollo como el actual?

RESPUESTA. La compañía nace en 1999 y yo me vine ese año con el sueño de traer las grandes producciones de Broadway a Madrid. Ya hacía eso en Latinoamérica, lo había hecho Brasil, México, Argentina… De hecho, trabajaba en un banco, pero coincidió que Disney buscaba un socio para América Latina, empezamos y me fascinó ver el potencial que tenía. Eso sí, en Latinoamérica nos costaba mucho porque el musical necesita una masa crítica muy grande, y en esos países no hay una clase media que lo pueda sostener. España se presentó como una enorme oportunidad. También tuvimos una dosis de suerte con esos años de crecimiento tan buenos que nos permitieron ir construyendo el género musicial porque no había una gran tradición.

P. Una época en la que el aficionado tenía que ir a Londres para ver producciones de calidad.

R. Nosotros hicimos un estudio de mercado cuando llegamos y al preguntar, la gente identificaba el género con Norma Duval bajando por las escaleras… Lo asociaba a la revista. En el mejor de los casos, a Concha Velasco representando 'Hello Dolly', es decir, producciones locales más basadas en estrellas, otro concepto. Cuando montamos 'La Bella y la Bestia' el público aplaudía hasta la escenografía. No daba crédito a que eso pasara delante de sus ojos. Fue a base de apostar y traer obras…

P. Stage Entertainment tiene sus cuarteles generales en Amsterdam y factura más de 500 millones a nivel global. ¿Dónde queda España en esa estructura?

R. España es la tercera del grupo en cuanto a facturación y la segunda respecto a sus resultados. Somos más rentables que ninguno. Incluso la contribución a resultados es mayor que la de Holanda, que es la segunda en facturación. Alemania está en otra galaxia; atesora una tradición histórica y tenemos nueve teatros. Solo en Hamburgo hay cuatro.

P. Hasta ahora se han centrado en producciones del ámbito comercial. ¿Tenemos posibilidades de crear una industria más potente que permita poner en marcha títulos del circuito ‘off’? ¿No están un poco solos en el esfuerzo?

R. Hay que ir poco a poco y, sí, estamos un poco solos. Durante estos años nacieron productoras que aparecieron y desaparecieron, quizás tentadas por las cifras de ventas… Pero es un negocio muy difícil, las ventas no dejan ver lo que hay detrás. Por ejemplo, en Broadway el sistema de financiación es diferente. En los musicales nadie pone su dinero y el 70% no recuperan la invertido. Nuestra compañía acaba de ser comprada por un fondo de inversión y ya está viendo la complejidad. Estamos ante algo muy artesanal y para cuya gestión necesitas una estructura muy grande que es difícil de amortizar. Por no hablar de teatros, largo plazo, etc. Nos hace falta más tiempo para desarrollar un musical mediano y de pequeño formato.

P. ¿Y un mayor compromiso público?

Y también un compromiso público. Se hicieron ‘sondheims’, pero ¿quién los hizo? El teatro público, porque tiene menos viabilidad comercial. Y lamentablemente ahora, desde que no está Mario Gas, ni siquiera se hacen. Y no se hacen por los presupuestos y los recortes que ha habido. Hace falta también una Ley de Mecenazgo, que haga que las empresas puedan apostar, un IVA que no sea del 21%... Yo explicaba en Nueva York que de cada entrada el IVA se llevaba el 21% y no les entraba en la cabeza. Yo espero que nosotros mismos podamos hacer otros proyectos más arriesgados, de pequeño formato y de creación.

Se hicieron ‘sondheims’, pero ¿quién los hizo? El teatro público, porque tienen menos viabilidad comercial. Y desde que no está Mario Gas, ni se hacen

P: ¿Tenemos realmente capacidad para la creación en un género en el que no tenemos tradición?

R: Necesitamos gente que lo entienda desde esa creación: un compositor, un guionista, un letrista… ¿Dónde vas a buscar si nunca lo han tenido que hacer? Estamos creando una escuela, desde actores a creadores.

P: ¿Y la posibilidad de que en alguna ocasión se represente en inglés? En muchas ocasiones chocan letras que tradicionalmente se han escuchado en el idioma original. Tampoco se han grabado en CD muchas de estas producciones, una práctica anglosajana que sirve como factor de arrastre.

R. Los motivos son económicos. Grabar un musical es caro y se venden pocos discos. Por ejemplo, en 'El Rey León' llevamos 2,4 millones de entradas vendidas y, sin embargo, solo 50.000 CD. Y nunca ninguno se vendió tanto.

P. Volviendo a la sensibilidad de las administraciones hacia la cultura. ¿Esperan que un cambio de Gobierno y la propia recuperación económica puedan modificar la fiscalidad?

R. Se lo pedí a la alcaldesa de Madrid, que fuera la primera defensora del IVA reducido, porque al final va en favor de la ciudad. Sí creo que va a cambiar. Todos los partidos menos el que gobierna se han comprometido a hacer una rebaja del IVA. Es ahora cuando lo necesitamos, cuando la cosa mejore quizás podremos subir un poco más precios o buscar otras ayudas de empresas privadas, pero es ahora cuando peor nos viene y cuando más nos han ahorcado con un impuesto descomunal. Pareciera que hay una cruzada y que no es económica, sino que hay otros intereses contra el mundo de la cultura.

P: ¿Por qué no se desarrollan verdaderos ‘partnerships’ con empresas privadas, como sucede en EEUU?

R: Es una mezcla de cosas. Por un lado, el incentivo fiscal. Ahora, también es cierto que podrían poner sus fondos ahí o en otras áreas, y en EEUU hay un compromiso de la comunidad empresarial, de aquellos a quienes les fue bien, de devolver una parte. Mucho más que aquí. Y no solo con la cultura, sino en general. En este sentido, no somos una empresa que busque ni pida subvenciones, pero que no nos compliquen las cosas.

P. ¿Sufre el género un cierto agotamiento? Basta ver que hay cada vez una mayor puesta en escena de 'revivals'…

R: Creo que en Londres se siente más, no creo que sea el caso de Nueva York. Es más, Broadway está en un gran momento de creación y conviven propuestas más arriesgadas con revivals para que los descubra una nueva generación. Ahí está el ejemplo de ‘Hamilton’, que sale del ‘off’ y es una maravilla. Una música con estilo rap de Lin-Manuel Miranda, que es un genio como ya demostró con ‘In the Heigths’, una pieza sobre la inmigración latina en EEUU. Un tema tan actual y difícil, y lo aborda en un musical con éxito artístico y de público. Yo creo que hay muchísimos ejemplos en Nueva York, muchos que fracasan, como Woody Allen con ‘Bullets over Broadway’. O Sting, que no levantó ‘The Last Ship’ ni saliendo él a actuar. ¿Londres? Bueno, ‘Matilda’ salió de la Royal Shapeskeare Company, una compañía que no es comercial aborda una novela clásica y la explota con éxito comercial y la lleva con éxito a Nueva York. Puede que no haya un Andrew Lloyd Webber o un Cameron Mackinstosh y hace falta un recambio… Tampoco ayudan los precios de las entradas; no se encuentra en Londres el apoyo que existe en Nueva York. Y también el turismo. Si en Londres es muy importante, en Nueva York es brutal.

‘Los Productores’ tuvo 120.000 espectadores. No llegó a los 200.000 que necesitábamos, pero contar con José Mota o Santiago Segura refuerza el género

P. Ante proyectos de tanta envergadura, ¿se hacen prospecciones antes de lanzar un proyecto?

R. Sí, y cada vez más. No es que vayamos a decidir por unas prospecciones, pero hacemos dos. Una a nivel internacional, de la que se encargan en Londres y que testa el impacto de un proyecto en cada mercado, y después, antes de lanzar uno, sí que hacemos una más profunda sobre el tema. No solo para decidir, sino para ver el target, las pegas, que palancas tiene, cómo enfocar la comunicación… Es una decisión tan importante, y que no tiene marcha atrás, que cuánto más científica, mejor.

P. Con ‘El Rey León’ había pocas dudas, pero ¿qué proyecto os ha traído más alegrías comercial y artísticamente? ¿Y cuál menos?

R. Bueno, ‘Los Productores’ es un buen ejemplo de satisfacciones artísticas impresionantes. Mel Brooks estuvo en el estreno. Es más, a las cinco de la mañana él seguía con energía. Y sin embargo, no repercutió en el resultado económico. Sea como fuere, todo es necesario. No te puede ir bien en todo, ningún estudio de cine acierta con todos los lanzamientos, pero muchos ayudan a generar afición, interés y público. ‘Los Productores’ tuvo 120.000 espectadores. Quizás no llegó a los 200.000 que necesitábamos pero que gente como José Mota o Santiago Segura se suban a un escenario para hacer un musical supone una declaración de intenciones muy clara para el crecimiento del género. Por otro lado, un musical que nos dio satisfacción en los dos ámbitos fue 'Cabaret'. Primero, una gran satisfacción artística, pero también comercial. Incluso inesperada. Diez días antes del estreno, Stage acababa de comprar la compañía y el fundador llegó a plantearse cancelar porque llevábamos 3.000 entradas vendidas a días. Yo le dije: ‘Espera, necesitan verlo’. Fue hacer el primer previo y la venta se disparó. Y no había entradas disponibles durante meses. Con él empezamos a salir de gira.

P. Otra de las divisiones de la compañía es la compra y gestión de teatros. ¿Tienen alguna operación en marcha en Madrid?

R. Vamos a dividir la gestión de inmuebles y cada área va a tener que ser rentable por sí misma. Para poner mucho más foco en la gestión de edificios. No en vano son unos inmovilizados enormes y que tenemos que explotar mucho mejor, no solo para el musical. Ayuntamiento y Comunidad, ambos, reconocen el valor que tiene en lo cultural y económico para la ciudad de Madrid. Yo ya me reuní con las dos y lo apoyan, otra cosa es que haya otras urgencias y necesidades. El problema es que no hay muchos espacios en el centro de Madrid con los metros, altura y posibilidades de ser convertido en teatro. Estamos alerta y tenemos proyectos que nos encantaría hacer. Madrid se lo merece.

“La oferta es hoy más pobre debido al IVA cultural al 21%. Y una oferta más pobre hace menos atractiva una ciudad”. Julia Gómez Cora (Buenos Aires, 1971), directora general de Stage Entertainment España, habla sin rodeos. Un discurso por otra parte lógico si se tiene en cuenta que su firma es responsable de las obras musicales que han adornado en los últimos años las principales marquesinas de Madrid, desde ‘Cabaret’ a ‘El Rey León’. Todo en un momento en el que la propia matriz de Stage afronta un punto de inflexión y una nueva etapa después de que el pasado mes de septiembre se certificara la entrada en el capital del fondo de CVC Capital, también dueño de la Fórmula 1. “Enseguida vieron que España es uno de los mercados más rentables y tiene un potencial grande, con las miras puestas en América Latina, un lugar al que nos gustaría ir”, explica. Todo un reto por delante.

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