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Paula Ortiz: "La sensibilidad del momento actual está hambrienta de Lorca"
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Paula Ortiz: "La sensibilidad del momento actual está hambrienta de Lorca"

La directora sorprende con su adaptación de 'Bodas de Sangre', una visión que apuesta por lo estético y con la que se postula como una de las favoritas a los próximos Goya

Foto: La cineasta Paula Ortiz, en el Festival Internacional de Cine de Sitges (EFE)
La cineasta Paula Ortiz, en el Festival Internacional de Cine de Sitges (EFE)

Existen en nuestra literatura títulos y autores que parecen intocables. Colocados en una vitrina para mirarlos pero no tocarlos. Textos que ni el cine se atreve a poner en imágenes. De vez en cuando, alguien desafía el orden establecido y da un triple mortal adaptando una de estas 'obras magnas'. En esta ocasión ha sido una directora casi novata la que se ha puesto el mundo por montera para llevar a la gran pantalla las 'Bodas de sangre' de Federico García Lorca en una visión tan personal como arriesgada que tuvo su primer pase en el Festival de Cine de San Sebastián fuera de la Sección Oficial. Allí dejó al personal con la boca abierta con un estilo que apuesta por ese esteticismo llevado al extremo que la ha situado como una de las favoritas para los Premios Goya, algo de lo que Ortiz no quiere ni oír hablar, prefiere dejarse llevar y mostrar su pasión por la esencia lorquiana en cada palabra que dice.

PREGUNTA. ¿Por qué decidiste adaptar a Lorca?

RESPUESTA. Cuando me dicen que por qué Lorca, suelo responder: '¿Por qué no?'. No sé si cuando se acomete en la cinematografía inglesa un Shakespeare se preguntan por qué Shakespeare, porque la respuesta es obvia. Nosotros contamos con textos en nuestra literatura de una lucidez, una potencia y una evocación bestial que explican quiénes somos mejor que muchas otras historias. Así que, ¿por qué no revisar los mapas de los caminos que nos han traído hasta aquí? Y Lorca describe nuestra tribu de una manera muy lúcida.

P. ¿No cree entonces que haya autores inadaptables?

R. No lo creo. Hay versiones, hay visiones y hay una sacralización hacia textos que parecen sagrados, que parece que no se deben tocar, cuando precisamente están para eso, para tocarlos, reinterpretarlos, reconstruirlos y para volverlos a regalar en otra experiencia nueva. Si esos textos han sobrevivido al tiempo es porque están hechos de esenciales que merecen ser contados una y otra vez.

P. ¿Era una ilusión personal adaptar 'Bodas de sangre'?

No hay autores inadaptables. Hay textos que hemos sacralizado pero que están para ser tocados y reinterpretados

R. Para mí era un sueño desde adolescente, porque hace preguntas fundacionales de la vida, preguntas éticas y emocionales, de construcción del carácter. Lorca lo logra de una forma tan potente... llega tan directamente a las entrañas que sí, siempre he querido adaptarla, así que cuando surgió la posibilidad de enfrentarme a un segundo proyecto después de 'De tu ventana a la mía', pensé que podía ser mi última película…

P. ¿Por qué todos los directores españoles decís que cada película puede ser la última?

R. Porque cuesta tanto, se presenta tan difícil la industria y acceder a los recursos, que dedicas años de tu vida. Tienes la sensación de renunciar a muchas cosas y de que quizás no hagas más. Primero porque no vuelva a surgir la oportunidad, pero también porque no puedes más, piensas: 'vuelvo a mi trabajo y ya está'. Yo no vivo del cine, vivo de la docencia. Doy clases en la Universidad de Barcelona y, a veces, en mitad del fregado exclamaba: '¡Qué necesidad tengo de hacer esto, si mi vida es más tranquila!'.

P. ¿Tuvo la sensación de saltar al vacío con esta adaptación?

R. Puede ser, pero, personalmente era un sueño muy íntimo y muy fuerte y quise hacer el proyecto que realmente deseaba. Además, la sensibilidad del momento actual está hambrienta de relatos como el de Lorca

placeholder Inma Cuesta protagoniza 'La novia', de Paula Ortiz (Jorge Fuembuena)
Inma Cuesta protagoniza 'La novia', de Paula Ortiz (Jorge Fuembuena)

P. ¿No le tentó filmarla menos personal y más convencional?

R. No. Si abordas un texto de estas características tienes que ir lo más lejos posible, porque la historia de Lorca, precisamente porque está hecha de lo eterno y de lo esencial, puede llegar a ser un cliché tratado con frivolidad, y eso es una irresponsabilidad. Hay que ser muy honestos y valientes, llevar la historia y el lenguaje a la manera más extrema posible.

P. ¿Cree que era necesario una mirada femenina para adaptar a Lorca?

R. Me da miedo hablar de miradas femeninas masculinas y femeninas porque pueden convertirse en etiquetas. Lorca era un hombre, pero con una sensibilidad femenina muy desarrollada. Creo que existen sensibilidades más que miradas de género. Yo tengo una profunda sensibilidad masculina en muchos momentos. A mí me atrae la parte femenina de Lorca y cómo retrata el alma de la mujer con profundidad, abordando su cara oscura y luminosa. Todas las mujeres en sus obras son poderosas en lo bueno y en lo malo. Son las que crean y destruyen, las que desatan el deseo, el dolor, el amor, la venganza, toda la violencia. Eso me atrae mucho, quería contar ese lado oscuro.

Lorca retrata el alma de la mujer con una profundidad y abordando su cara oscura. En sus obras las mujeres son las que crean y destruyen, las que desatan el deseo, el dolor, el amor, la venganza...

P. Repite con Leticia Dolera, con Luisa Gavasa… ¿qué ve en ellas?

R. Las exijo mucho. Tenían que cumplir con esa presencia icónica lorquiana. porque mucha gente ha leido 'Bodas de sangre'. Además necesitaba un tratamiento del verso y unas capacidades poéticas.

P. Yo ahora no puedo imaginarme a otra novia que no sea Inma Cuesta.

R. Inma era lógico que fuera la novia. Federico García Lorca la hubiera querido de novia. Todo el mundo la imaginaba.

P. ¿Por qué hay tan pocas mujeres directoras en España?

R. El mercado es muy salvaje. La industria del cine es muy dura con la mujer. Hay muchas mujeres con una preparación muy fuerte y con unas capacidades artísticas muy grandes en España y no se las conoce. Hemos logrado la igualdad de oportunidades en la formación pero, cuando das el salto profesional al mercado, es cuando ves lo duro que resulta todo, como en cualquier otro área empresarial, donde las mujeres tienen techos de cristal por muchas cuestiones.

placeholder Alex García e Inma Cuesta en un fotograma de la película (Betta Pictures)
Alex García e Inma Cuesta en un fotograma de la película (Betta Pictures)

P. ¿Hablaría de machismo?

R. El libre mercado es salvaje y arroja a las mujeres a los márgenes, y sí que creo que la gran industria tiene una reticencia inconsciente, porque las grandes producciones siguen sin confiarse a las mujeres. Me encantaría que hubiera un 'Star Wars' dirigido por una mujer.

P. ¿Están ya hablándole mucho de los próximos Goya?

R. No.

P. No me lo creo.

Las grandes producciones siguen sin confiarse a las mujeres. Me encantaría que hubiera un 'Star Wars' dirigido por una mujer

R. De verdad. Mira, yo no trabajo en esto. Trabajo y vivo en Barcelona, y eso está muy al margen. Me pone mucho los pies en la tierra estar con los alumnos. Los premios son fruto de muchos factores y del azar. Ya les he dicho: 'El día de las nominaciones estaré dando clase y cuando salga me llamáis', que me parece lo más sano además.

P. ¿Piensa ya en un nuevo proyecto o necesita descansar de Lorca?

R. Quiero dejarlo respirar bastante, pero estoy empezando a trabajar en un texto original con Juan Mayorga.

P. ¿No le llama ponerse con otra de esas 'obras inadaptables'?

R. Hay una ahí…

P. ¿Se puede saber cuál es?

R. 'El principito'.

P. Va a por todas.

R. ¿Por qué no? Con lo corta que es la vida vamos a dejarnos de tonterías.

Existen en nuestra literatura títulos y autores que parecen intocables. Colocados en una vitrina para mirarlos pero no tocarlos. Textos que ni el cine se atreve a poner en imágenes. De vez en cuando, alguien desafía el orden establecido y da un triple mortal adaptando una de estas 'obras magnas'. En esta ocasión ha sido una directora casi novata la que se ha puesto el mundo por montera para llevar a la gran pantalla las 'Bodas de sangre' de Federico García Lorca en una visión tan personal como arriesgada que tuvo su primer pase en el Festival de Cine de San Sebastián fuera de la Sección Oficial. Allí dejó al personal con la boca abierta con un estilo que apuesta por ese esteticismo llevado al extremo que la ha situado como una de las favoritas para los Premios Goya, algo de lo que Ortiz no quiere ni oír hablar, prefiere dejarse llevar y mostrar su pasión por la esencia lorquiana en cada palabra que dice.

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