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La nueva protesta artística desafía a la policía en las calles de París
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ARTE Y ACTIVISMO POLÍTICO UNIDOS en la cumbre del clima

La nueva protesta artística desafía a la policía en las calles de París

Cientos de grupos compiten por organizar la protesta más impactante. Los 'Juegos del Clima' burlan la prohibición de manifestaciones con “ataques” en forma de guerrilla. Arrasan las barricadas hinchables

Foto: Cumbre sobre el cambio climático en París
Cumbre sobre el cambio climático en París

Participar en estas “olimpiadas” clandestinas es muy fácil: sólo hay que juntar un grupo de amigos (100 como máximo), apuntarse en la web www.climategames.net y montar tantas acciones de protesta como se quiera durante las dos semanas que dura la Cumbre del Clima de París. Para que el jurado pueda votar por los mejores, cada equipo debe grabar sus acciones y publicar los vídeos en un mapa interactivo de la capital francesa creado para la ocasión. Cuantas más protestas hagan y más originales sean, más posibilidades tendrán de ganar alguno de los premios. Hay 17 categorías, entre las que destacan la copa al equipo más valiente, la medalla a la protesta más graciosa o el premio al grupo que tenga mayor impacto en los medios de comunicación.

Hay 17 categorías, entre las que destacan la copa al equipo más valiente, la medalla a la protesta más graciosa o el premio al grupo con mayor impacto en los medios

Por ahora hay 277 equipos de todo el mundo apuntados, entre ellos las españolas autodenominadas ‘Desafiantes Líquenes Sobreviviendo’. En su texto de presentación explican sin remilgos su estrategia para ganar estos juegos: “Sabemos quienes están matando el planeta y vamos a por ellos. (…) O estás con nosotras o estás contra nosotras. Te guste o no, ya no hay término medio”.

La competición, que nació en 2014 en Holanda, sólo tiene una norma: no usar la violencia, aunque con algunos matices. Según explica el artista John Jordan, uno de los organizadores, “es importante que las acciones sean no violentas. Definimos violencia como el acto de dañar algo que está vivo. Romper una ventana no es violencia, pero estratégicamente tampoco es muy útil”.

Instrucciones para no ser detenido

Al inscribirse para los ‘Juegos del Clima’ los participantes reciben un completo kit de instrucciones en el que queda claro que la cosa va muy en serio. Recomiendan que cada equipo establezca una serie de cargos con nombres muy llamativos. Uno de los miembros debe ser el ‘Ojos de Águila’, alguien que sepa orientarse bien con un mapa para encontrar la mejor escapatoria por si la cosa se pone fea. Si el ánimo decae entrará en acción el ‘Duende’, encargado de mantener la moral de sus compañeros a base de cánticos. Y en los casos más desesperados tomará el mando el responsable de ‘Apoyo Carcelario’, que habla con la policía y busca abogados en caso de detenciones.

La organización también aconseja en su guía de juego que cada grupo nombre a varias personas como miembros “no arrestables”, es decir, que sólo participen en la protesta indirectamente, ayudando en tareas logísticas (comprar los billetes de metro para desplazarse, parar el tráfico, hablar con la prensa, etc.). Y para que nadie se quede sólo, los jugadores deben moverse siempre con un compañero “que tenga similares deseos de acción y misma forma física”. También dan recomendaciones tecnológicas para que la policía no les rastree: comprar una tarjeta SIM de prepago o usar smartphones nuevos que no estén asociados a ninguna cuenta de correo o red social que pueda identificarles. Si todo esto falla, la organización tiene un grupo de apoyo listo en París para ayudar legalmente en caso de detenciones.

Adios activismo, hola ‘artivismo'

Aunque no lo parece, estos ‘Juegos del Clima’, apoyados por algunas de las organizaciones ecologistas más importantes del mundo, son considerados arte. De hecho pertenecen a una de las corrientes más influyentes del momento: el ‘artivismo', que mezcla arte con el activismo político tradicional.

Los colectivos de protesta se han dado cuenta de que las multitudinarias manifestaciones de hace unos años contra las grandes cumbres mundiales ya no sirven

Los colectivos de protesta se han dado cuenta de que las multitudinarias manifestaciones de hace unos años contra las grandes cumbres mundiales ya no sirven. Están demasiado vigiladas y los organizadores no pueden evitar actos violentos descontrolados dentro de la masa. A esto hay que añadir a partir de ahora el miedo a que terroristas islámicos se infiltren en ellas para cometer atentados, la razón que ha usado el Gobierno francés para prohibir todas las marchas durante esta cumbre. Por todo esto, los activistas han inventado un nuevo tipo de protesta más “artística”, menos masificada y basada en multitud de pequeñas acciones espontáneas tipo guerrilla que sean difíciles de perseguir. Rechazan además la violencia para evitar la persecución policial intensiva y, sobre todo, la estigmatización.

Pero, ¿cómo seguir llamando la atención de los medios de comunicación sin hacer grandes actos multitudinarios? Aquí es donde entran en acción los artistas como John Jordan, que utilizan su creatividad para diseñar eventos tan creativos como estas “olimpiadas” de la protesta: “Tengo estudios de arte, pero odio que me etiqueten sólo como artista”, afirma. Para él el arte va unido a la lucha política porque toda obra debe servir para cambiar la sociedad: “Me defino como un artista-activista”.

Barricadas hinchables

Varios de los participantes en las protestas de París utilizarán en sus acciones una de las creaciones más populares que ha dado el ‘artivismo’: las barricadas hinchables, creadas por el artista húngaro Artúr Van Balen para usar en manifestaciones. Estos globos en forma de cubo, puestos unos encima de otros, forman un muro de separación entre protestantes y policía que evita ataques entre ambos. Además, jugar con ellos durante las marchas sirve para calmar los ánimos en los momentos más tensos. La idea ha triunfado y en los últimos días se han celebrado varios talleres en París y Londres para que los manifestantes que llegan a la capital francesa aprendan a hacérselos ellos mismos. Además hay multitud de tutoriales en internet y el colectivo Tools for Action mantendrá abierta su sede en la capital francesa todos los días mientras dure la cumbre para hacer barricadas hinchables sin parar.

Los miembros de ‘Brandalism’ sustituyeron los anuncios de más de 600 marquesinas por carteles en los que se mofan de las empresas más contaminantes

Participar en estas “olimpiadas” clandestinas es muy fácil: sólo hay que juntar un grupo de amigos (100 como máximo), apuntarse en la web www.climategames.net y montar tantas acciones de protesta como se quiera durante las dos semanas que dura la Cumbre del Clima de París. Para que el jurado pueda votar por los mejores, cada equipo debe grabar sus acciones y publicar los vídeos en un mapa interactivo de la capital francesa creado para la ocasión. Cuantas más protestas hagan y más originales sean, más posibilidades tendrán de ganar alguno de los premios. Hay 17 categorías, entre las que destacan la copa al equipo más valiente, la medalla a la protesta más graciosa o el premio al grupo que tenga mayor impacto en los medios de comunicación.

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