Marta Etura pone a bailar a Santa Teresa

Dice Marta Etura que meterse en la piel de Teresa de Jesús y hacerlo desde la danza entraña una gran responsabilidad y un apetecible reto por la importancia y la potencia de las múltiples facetas de la santa. La actriz, ganadora del premio Goya a mejor interpretación de reparto por 'Celda 211', pone a bailar a santa Teresa en 'Teresa (Ora el alma)', un espectáculo creado con motivo de la conmemoración del V Centenario de su nacimiento, en el que interpreta a la monja abulense con coreografía del Premio Nacional de Danza Chevi Muraday.

'Teresa (Ora el alma)', que se podrá ver esta noche en los Teatros del Canal dentro de la programación de Madrid en Danza y seguirá de gira en diciembre en, entre otros, Santander (3 diciembre), Zaragoza (16 diciembre) o A Coruña (17 diciembre), es un viaje sensorial y abstracto a través de santa Teresa. "No hay una narrativa cronológica ni un deseo de contar su vida sino que nos hemos inspirado en ella y en sus libros para hacer este viaje a través de los sentidos con pinceladas de sus textos y de su fuerza. Hemos juntado el movimiento con la palabra, y visual y sensorialmente es un espectáculo muy potente", cuenta a El Confidencial. Junto a ella y Muraday, sobre el escenario se suman tres bailarinas y la soprano Verónica Ronda para retratar a esta mujer generosa, apasionada, inquieta, irreverente y profundamente espiritual. Una mujer que fue mucho más que su misticismo y mucho más que una santa.

"Ella está presente hoy todavía porque era una mujer con unas inquietudes muy grandes, con un gran deseo de vivir -creo que el hecho de que la acompañara la enfermedad y el dolor a lo largo de toda su vida hizo que se agarrara más a la vida- y una mujer que para la época en la que vivió hizo muchas cosas que no estaban al alcance de una mujer. Eso refleja su inquietud, su deseo de aprender y de hacer cosas: escribió muchísimo, fundó su orden… Tuvo una vida muy rica y precisamente por eso es muy inspiradora", analiza Etura.

El espectáculo parte del 'Libro de la vida', donde la mística comparaba la oración con las cuatro formas de regar un huerto: el agua que se lleva en cubos, el de la noria, del río y de lluvia. El agua, por tanto, sobre el escenario como hilo conductor para un viaje en el que es el elemento purificador pero también ese peso que se va aligerando a medida que la santa se acerca a Dios.

No es común ver a Etura, que acaba de terminar 'El hombre de las mil caras’, la nueva película de Alberto Rodríguez, y ahora está inmersa en el rodaje de la serie de TVE ‘La sonata del tiempo’, bailando. Aunque reconoce que es una disciplina que siempre le ha apasionado y en la que se ha formado, fue precisamente con Muraday con quien dio el paso en 'Returns'. La danza le permite asumir más riesgos porque le aporta una libertad que no tiene en su faceta de actriz donde, reconoce, "soy más exigente porque es mi trabajo. Yo no me puedo llamar bailarina porque bailarines profesionales son los que se dedican profesionalmente a ello como las tres fuera de serie con las que estoy en el escenario", matiza.

"Uno de mis deseos era juntar la palabra con el movimiento porque me parece que son dos disciplinas que funcionan muy bien. Creo que dos de las herramientas básicas del actor son su cuerpo y su voz y esta oportunidad ha sido una gran enseñanza. Hay una regla fundamental en ambos: es fundamental estar presente en el aquí y ahora. Al final, nosotros nos dedicamos a contar historias a través de distintas vías. El medio es un conducto, pero la esencia es la misma", explica.

"En España sólo se reconoce el talento en el deporte"

Amante de la danza, Etura reconoce que la situación que soporta esta disciplina en España está muy lejos de lo que se merece. "Hay gente muy potente y con mucho talento pero en este país ni se les acoge ni cuida. Hay muchísimos bailarines que son primeras figuras de los ballets más importantes del mundo que son españoles y han tenido que irse porque aquí no tenían lugar", analiza. La actriz recalca que es algo que le "apena" profundamente porque es algo que pasa en cualquier materia.

"Tenemos mucho que mejorar y que aprender porque en España sólo se reconoce el talento en el deporte, que es fundamental por la cantidad de valores que aporta pero no sólo el deporte. También está la ciencia, el arte, la cultura... Hay gente con mucho talento que se encuentra en un país que no le cuida ni le protege ni le reconoce y acaba yéndose fuera, porque cuando uno tiene talento necesita encontrar un espacio. Me apena porque estamos en un país donde rechazamos nuestro talento y eso nos empobrece", subraya.