El humor gráfico vive "su peor crisis en 50 años" y nadie habla de ello

Crisis económica, caída de la inversión de publicidad y llegó la gran crisis de los medios de comunicación. El mundo periodístico tampoco se ha librado estos años de recortes y cierres. Se venden menos periódicos, la impresión del papel sigue siendo cara y los ERE de periodistas y fotógrafos no sorprende ya a nadie. En ese nutrido y amplio grupo de profesionales también hay otros de los que no se ha hablado pero que también han sido arrastrados por el huracán de los números rojos: los humoristas gráficos.

Encajados en la sección de opinión, los viñetistas son uno más en las filas del INEM pero ni la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) sabe el dato exacto de esos profesionales que se han quedado sin trabajo, la mayoría autónomos.

Sin embargo, “es la peor situación en los últimos 50 años”. Así la define Luis Conde Martín, periodista de profesión. Sabe de lo que habla. Mantiene un affaire desde hace años con la viñeta satírica y lo ha demostrado en su libro 'Historia del humor gráfico en España'. “Con la crisis, la viñeta fue la primera perjudicada, los periódicos no lo ven como una parte fundamental”, explica Luis. Muchos huyeron al periodismo más regional y local, aunque tampoco gozaran de buena salud, y otros apostaron por las redes sociales pero, en su opinión, hoy día la viñeta “no aguanta en la pantalla, porque parece un anuncio”.

Sin embargo, reconoce que hay quien ha conseguido adaptarse a los tiempos. “El ‘Huffington Post’ ha puesto una pica en Flandes y sí tiene viñetas mientras que Sir Cámara salió de ‘El Jueves’ y está haciendo humor en La Sexta”. O Manel Fontdevila en Eldiario.es. Viñetas en un periódico únicamente digital. “Creo que al medio sí le interesa que circule por las redes sociales un dibujo con su logo”, explica Fontdevila. Sin embargo, la competencia que existe en internet es brutal. “Cuando sale algo, la red envía miles y miles de chistes sobre el asunto. Luego criba los 15 o 20 mejores que son los que a ti te llegan. Son chistes tan potentes que no se puede competir”. Por eso, este catalán apunta a que hay que “replantearse el trabajo”. “Hay que hacer un producto más trabajado, más opinable, más de fondo porque el chiste ya lo da internet. Yo mismo estoy en ese proceso”.

"Trabajar, inventar, trabajar e inventar, esa es la tarea inmediata del humor gráfico", señala Antonio Fraguas, Forges. La opinión es unánime en cuanto a la crisis del sector pero también en que vive su mejor momento creativo. Hay más profesionales que nunca con una alta calidad en un momento social idóneo. “Además, los lectores entienden de qué se habla. Hace unos años 'Hermano Lobo' no lo entendía mucha gente”, opina Luis.

Vivir de la viñeta

Fontdevila dice que hoy se vive peor que antes pero que la viñeta puede seguir dando de comer. Y eso pareció pensar José Manuel Puebla. La suya es una de esas historias que, aún haciendo las cosas al revés, salieron bien. En 2007 -sí en los peores años de la crisis- Puebla dejó su profesión de maestro y decidió dedicarse exclusivamente a dibujar la realidad. Hoy es el sustituto del fallecido Mingote en 'ABC' y también se le puede leer en el periódico murciano La Verdad. Dice que no fue suerte, sino mucho trabajo.

Tiene cuatro mesas en una habitación y solo una está dedicada a las viñetas. Hay proyectos de etiquetas de vino, ilustraciones para libros en español destinado a alumnos franceses... Se vive pero hay que diversificar el trabajo. “Conozco a gente que tras el despido se fue al mundo del guión, ante la buena salud de las series españolas, la publicidad, el cómic, animación, o incluso trabajan para otras partes del mundo. Cuando tienes tanta creatividad, tienes que sacarla”.

Hay quien ha apostado por una vía nueva de trabajo, muy exitosa en Latinoamérica pero sin recorrido en España, la enseñanza. “Talleres no solo para niños sino mayores, enseñar a hacer caricaturas y crear historias”, explica Juan García Cerrada, secretario del Instituto Quevedo del Humor, de la Universidad de Alcalá de Henares. “En Colombia hay hasta una Escuela Nacional de Caricaturas pero aquí solo se han hecho cosas aisladas. Por aquí pueden ir también las cosas para los viñetistas”, opina.

Los que se todavía pueden dedicarse cada día a esto del humor, como Puebla, tienen una responsabilidad, exigirse cada día más. “Ingenio, un buen texto y un tema con el que se identifique la gente”. Y así opina Julio Rey -el 50% del binomio Gallego y Rey-; el futuro pasa por ser mejores. “Tenemos que ser más periodísticos. Los lectores nos exigen reflexiones, no chistes. Tenemos que apostar por análisis más certeros”. Y una autocrítica, ser menos individualistas y trabajar más en la redacción, codo con codo con los periodistas.

El soporte de Gallego y Rey ha sido siempre el papel, pero no ha sido raro ver una de sus viñetas en la primera posición de Elmundo.es acompañando al principal titular de la mañana. Pero su caso es diferente, el papel da soporte a lo digital. “En internet se piensa que la viñeta no está del todo amortizada y están pidiendo viñetas animadas. Sin embargo, eso tiene unos costes que el periódico no está dispuesto a sumir. Pero no se dan cuenta de que creamos contenido y las webs son pura imagen. Una contradicción”, añade Julio.

Le sigue en esta reflexión el dibujante de ABC. “El humor gráfico atrae a mucha gente al periódico y eso lo deben saber los digitales. No podemos negar la evidencia de que lo que distingue a un medio de otro son sus colaboradores de opinión, su capital humano, y su alta apuesta por lo audiovisual”, explica este murciano.

Si hablamos de las redes sociales, la herramienta tiene un doble filo para estos profesionales. Para los nuevos, es el vehículo para mostrar el trabajo al mundo entero, pero publicarlo no significa cobrar por ello. Forges apuesta por luchar contra Goliat para conseguir que David pueda vivir. "De acuerdo, no cobramos a la gente por ver nuestro trabajo, pero aquí hay alguien que se está lucrando: los buscadores y las empresas de telefonía sí cobran a los usuarios. Unámonos dibujantes, fotógrafos, poetas, creadores y pidamos que por cada click un tanto por cierto vaya destinado a un fondo dedicado a los autores". "¿Difícil? Dificil era hacer chistes con Franco", sentencia Forges.