Colita, el ojo del siglo

El flamenco, la fotografía de combate feminista, el cine, el teatro, el paisaje urbano de Barcelona, los cambios políticos. El mundo cultural y social de Cataluña y España pasó por delante del objetivo de Colita, uno de los referentes indiscutibles de la fotografía de nuestro país. Ahora una exposición abarca su trayectoria desde los años sesenta hasta la actualidad en el Centro Cultural Conde Duque.

'Colita, ¡porque sí!' (hasta el 6 de diciembre) reúne 107 obras que recorren los 50 años de carrera profesional de Isabel Steva Hernández y muestra cómo fueron evolucionando las temáticas en las que se centraba. Colita comenzó en la fotografía en los años cincuenta. En 1963 le encargan las fotos para el casting de la película 'Los Tarantos' y, durante el rodaje, descubre el flamenco y entabla amistad con la bailaora Carmen Amaya. Su afición por este arte le llevó a trasladarse a Madrid, donde vivió dos años y realizó las fotografías de promoción de Antonio Gades y la Chunga. De esta época son célebres sus fotografías para el libro ‘Luces y sombras del flamenco’, de José Manuel Caballero Bonald.

Integrada en el mundo intelectual, progresista y feminista barcelonés, Colita practicó la crónica gráfica de la llamada Gauche Divine y realizó en 1971 la exposición ‘La Gauche qui rit’, que se clausuró por orden gubernamental al día siguiente de su inauguración.

También destacan en esta muestra el conjunto de retratos de personajes como los hermanos Terenci y Ana María Moix, Orson Welles, Ana María Matute o Gabriel García Márquez, a quien popularizó en una imagen en la que se ve al escritor con el libro ‘Cien años de soledad’ a modo de sombrero. Míticas también son sus fotos "eróticas" de Jorge Herralde con sus secretarias (1970), la de Juan Marsé sentado en su balcón con chancletas (1971) o Jaime Gil de Biedma rodeado de sus perros.

Además de sus trabajos en medios de comunicación como 'Siglo XX', 'Destino' o 'Fotogramas', la exposición incluye además las imágenes de manifiestaciones políticas y sociales, los grandes protagonistas electorales, la muerte de Franco o los retratos del paisaje urbano barcelonés donde posó su mirada ya en  democracia.