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Svetlana Alexievich, la gran cronista de Chernóbil, gana el Nobel de Literatura
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dEBATE PUBLICARÁ SU NUEVO LIBRO EN NOVIEMBRE

Svetlana Alexievich, la gran cronista de Chernóbil, gana el Nobel de Literatura

La Academia Sueca ha decidido este jueves galardonar a la periodista bielorrusa, autora de 'Voces de Chernóbil', la gran obra de investigación coral sobre la peor catástrofe nuclear de la historia

Foto:  La galardonada con el Nobel de Literatura Svetlana Alexiévich con un ramo de rosas. (EFE)
La galardonada con el Nobel de Literatura Svetlana Alexiévich con un ramo de rosas. (EFE)

Nació en Stanislav, en 1948, en una Ucrania arrasada por la Segunda Guerra Mundial, pero se crió en Biolorrusia, en una familia de maestros de escuela. Se enamoró temprano del periodismo y decidió fusionarlo con la literatura en un personalísimo estilo que trabaja con la yuxtaposición de testimonios para trazar la geografía afectiva de las distintas nacionalidades de la extinta URSS. 'Voces de Chernóbil' (Debolsillo), su única obra traducida al español, ciñe ese minuto cero en que la peor catástrofe nuclear de la historia hirió de muerte a su patria. Svetlana Alexievich ha recibido hoy el premio Nobel de Literatura por "su obra polifónica que hace un monumento al sufrimiento y al coraje en nuestro tiempo".

"Lograr este premio es algo grande, del todo inesperado y casi una sensación inquietante. Pienso en estos momentos en los grandes autores rusos como Boris Pasternak", ha contado Alexievich por teléfono a la televisión pública sueca SVT. En la rueda de prensa posterior, retansmitida en directo por internet, la periodista ha arremetido duramente contra el presidente Putin: "Respeto el mundo ruso de la literatura y la ciencia, pero no el mundo ruso de Stalin y Putin. Tampoco me gusta ese 84% de rusos que llama a matar ucranianos". Además, se mostró convencida de que con su campaña de bombardeos en Siria, el presidente ruso, Vladímir Putin, está llevando a su país a un "segundo Afganistán".

"Cierra las ventanillas y acuéstate. Hay un incendio en la central. Vendré pronto". Pero el bombero que acudía a sofocar el fuego desatado en la central nuclear Vladímir Ilich Lenin nunca regresó. Así arranca una de las historias recogidas en 'Voces de Chernóbil', publicado originalmente en 1997 y única ventana abierta por ahora a los lectores de habla hispana para acercarse a la obra de la muy desconocida escritora biolorrusa. Por sus páginas corales transitan bomberos, vecinos, políticos y aquellos famosos liquidadores -auténticas cajas negras humanas- que se envenenaron la sangre construyendo casi con sus manos desnudas el gigantesco sarcófago que debía atrapar el terror radiactivo para siempre. A partir de noviembre, el sello Debate proseguirá con la traducción al español de su obra.

Jaume Bonsfills, editor de Debolsillo, recuerda cómo contrataron hace dos años 'Voces de Chernóbil' para potenciar su colección de ensayo a partir de 2015. "Es un libro muy duro del que no puedes salir igual que has entrado, pero también es un libro que enamora. Te agarra desde la segunda página y ya no te suelta. A pesar de ser una novela trabajada como un deliberado montaje que incluye coros y la irrupción de la propia autora en la trama, logra una representación de la intimidad completamente natural en la que no se aprecia ni trampa ni cartón. Es muy difícil lograr que el alma humana se haga oír desde el periodismo con semejante invisibilidad". Por cierto que Debolsillo ha encargado ya 10.000 nuevos ejemplares de 'Voces de Chernóbil'.

Este año, las apuestas del Nobel de Literatura lo han clavado y podríamos hacer cábalas sobre si la opción de los académicos suecos, nunca libre de suspicacias geoestratégicas, supone un apoyo a esos pueblos exsoviéticos amenazados por el nuevo despertar del imperio ruso.

El otro gran libro de Alexievich, 'La guerra no tiene rostro de mujer', ensaya una ambiciosa historia de las peripecias de las mujeres soviéticas a partir de 1945, al fin de la Gran Guerra Patriótica, que cosechó excelentes críticas en su edición inglesa y que Debate publicará en España el próximo noviembre. La obra, escrita en 1983, sufrió la censura de un régimen comunista poco partidario de reconocer la labor de las mujeres soviéticas en primera línea del frente de batalla. El sello del Grupo Penguin Random House ha anunciado a este medio que en 2016 llegarán a las librerías de nuestro país dos nuevos títulos de Svetlana Alexievich: 'Los chicos de latón', sobre los veteranos de la contienda de Afganistán, y 'Los últimos testigos', en torno a los huérfanos de la II Guerra Mundial.

Miguel Aguilar, editor de Debate, describe a Svetlana Alexievich como "la voz de los sin voz, la cronista de los personajes anónimos, aquellos que más sufren en las grandes conflagraciones bélicas". "Alexievich", prosigue Aguilar, "logra un interesantísimo matrimonio entre periodismo y literatura que renueva la capacidad del periodismo para crear realidad".

La periodista biolorrusa que vive en Minsk sí es bien conocida en Alemania, Reino Unido o EE.UU, y ha recibido en los últimos años importantes premios literarios internacionales como el Ryszard-Kapuściński en 1996, el premio del Círculo de Críticos de EEUU en 1997, el Herder en 1999 y el premio de la Paz de los libreros alemanes (2013).

Nació en Stanislav, en 1948, en una Ucrania arrasada por la Segunda Guerra Mundial, pero se crió en Biolorrusia, en una familia de maestros de escuela. Se enamoró temprano del periodismo y decidió fusionarlo con la literatura en un personalísimo estilo que trabaja con la yuxtaposición de testimonios para trazar la geografía afectiva de las distintas nacionalidades de la extinta URSS. 'Voces de Chernóbil' (Debolsillo), su única obra traducida al español, ciñe ese minuto cero en que la peor catástrofe nuclear de la historia hirió de muerte a su patria. Svetlana Alexievich ha recibido hoy el premio Nobel de Literatura por "su obra polifónica que hace un monumento al sufrimiento y al coraje en nuestro tiempo".

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