Ricardo Darín recurre a la sinceridad para superar su matrimonio… y su divorcio

Seguro que recuerdan a Bombita y a Romina, ese ingeniero que explota harto de que la grúa se lleve su coche y esa novia fuera de sí que se vuelve loca en el banquete de su boda en 'Relatos Salvajes', la película hispanoargentina de Daniel Sizfrón nominada en los últimos Oscar a Mejor Película de habla no inglesa. Siguen hastiados y cansados de su vida pero ahora son Juan y Mariana, un matrimonio estándar con dos hijos que se enfrenta a la realidad de su 'pareja' y a la de su divorcio.

Ricardo Darín y Érica Rivas vuelven a trabajar juntos en 'Escenas de la vida conyugal', una obra de teatro que ha arrasado en Argentina y llega ahora a España -Teatre Tívoli de Barcelona del 1 al 18 de octubre, a los Teatros del Canal de Madrid del 21 de octubre al 15 de noviembre y del 18 de noviembre al 6 de diciembre al Olympia de Valencia- para poner en la diana el desgaste de las relaciones de pareja y la sinceridad como solución o mecha de sus conflictos.

El sexo, las infidelidades, la monotonía de la vida en común, las cesiones y el hastío cabalgan de manera atemporal por el matrimonio y la separación de esta pareja. "La gente se va a movilizar. Vas a pasar un buen rato al margen de las cosas que discutimos, pero moviliza porque lleva a la reflexión", ha garantizado Darín, que vuelve a las tablas españolas tras 12 años de ausencia desde que estrenó 'Art', de Yasmina Reza.

'Escenas de la vida conyugal' está inspirada en la obra de teatro que escribió Ingmar Bergman en 1981 (tras el éxito de una anterior miniserie para la televisión sueca en 1973 y una película) y que, para muchos, cambió el concepto de la palabra matrimonio. "Ambos son una crítica feroz a la institución del matrimonio", asegura Rivas sobre 'Relatos Salvajes' y la obra. "Ingmar Bergman propone una sinceridad que no existía ni de primeras en 'Relatos Salvajes'. Esa sinceridad hace que para mí el recorrido sea otro".

También coinciden película y obra en esa necesidad de catarsis. "Los ciudadanos estamos demasiados acostumbrados a ser atropellados y no tenidos en cuenta. Cuesta muchas veces visualizar la dignidad en la que deberíamos sumergirnos todos los días", ha añadido Darín, quien también ha dejado un mensaje: "A las parejas que están a punto de divorciarse no es que les recomiende la obra, les recomiendo que recepaciten. Si saben que quieren divorciarse, que lo hagan cuanto antes, que no dilaten el sufrimiento. Es un acto de generosidad"

Los ciudadanos estamos demasiados acostumbrados a ser atropellados y no tenidos en cuenta

"Ahora las separaciones y los divorcios son un auténtico problema. Son una de las cosas más tremendas de la sociedad. Un desastre auténtico", ha añadido Albert Boadella, director de los Teatros del Canal. Por eso, para él es un acierto el uso de la comedia que utiliza un montaje como este que habla de algo tan universal como "el amor" y "los cuernos". "La forma más seria de tomárselo es a través de la ironía y la comedia", ha dicho sobre el tono que ha utilizado Norma Aleandro, una de las grandes damas de la escena argentina, para dirigir este montaje que ya protagonizó en 1992 junto a Alfredo Alcón.

"Soy muy cuidadoso con los premios"

"Sería muy soberbio decir que estoy en mi mejor momento", ha dicho el actor argentino al valorar la Concha de Plata que ha ganado este fin de semana en el Festival de San Sebastián junto a Javier Cámara por su trabajo en 'Truman', de Cesc Gay. "Soy muy cuidadoso con los premios", ha proseguido, porque "siempre se comete una injusticia con los otros. Ya la palabra 'el mejor' es muy soberbia y en lo artístico... ni hablamos".

"Los premios se los llevan uno o dos pero nos olvidamos de los que hay detrás. Mi tendencia es tratar de memorizar y de recordar que los actores somos las caras visibles de un proceso en el que está involucrada mucha gente. Somos sólo un elemento más", ha asegurado aunque no sin reconocer que el hecho de que les hayan premiado a Cámara y a él ha sido "perfecto".