Penélope Cruz: "El optimismo está menospreciado por la sociedad"

Hacía seis años que Penélope Cruz no protagonizaba una película en español. El mérito de su vuelta se lo debemos a Julio Médem, que tras años intentando tener a la actriz en una de sus películas ha conseguido que no sólo sea la protagonista de Ma ma, sino que también haya entrado en las labores de producción para levantar un proyecto “mágico” que ha supuesto una de las experiencias más exigentes de su carrera.

Su Magda, una enferma de cáncer que lucha con toda su fuerza para vencer la enfermedad y rehacer su familia, es una fuerza de la naturaleza que contagia su optimismo a todos, empezando por el espectador. Para Penélope Cruz es ese optimismo es algo fundamental, una cualidad que se ha llevado a casa y que intenta aplicar cada día, porque así se “crean cosas buenas”.

“El optimismo es uno de los valores más malinterpretado y menospreciado por las personas, porque se puede ver como inconsciencia, o como miedo a no afrontar las cosas. Hay muchas veces en la vida en las que elegir la opción optimista parece fácil, pero al final es la más difícil y la más valiente”, explica la actriz a El Confidencial.

Para abordarlo de la manera más real posible Penélope Cruz se reunió con médicos y enfermas de cáncer de mama que le “enseñaron sus cicatrices físicas y del alma”. Personas que siempre tenía en mente mientras rodaba y que le ayudaron a dar forma a un “personaje muy duro”. “Cuando acababa de rodar salía escopetada de allí, necesitaba respirar. Estaba en contacto con cosas que asustan, porque aunque fuera ficción no lo era del todo, estaba al lado de mujeres que me estaban contando eso. Era una experiencia vital, cómo no iba a llegar afectada a casa”, recuerda Cruz.

Fue precisamente el lado psicológico del personaje lo que la atemorizó cuando leyó el guion de Medem, que consideró un reto y el “tipo de personaje que buscamos todos los actores”. “Algo que nos asuste, que suponga riesgos. Es uno de los personajes más complejor que he tendo entre manos, pero me enamoré tanto del personaje que era una necesidad darle vida”, explica sobre Ma ma.

Cuando acababa de rodar salía escopetada de allí, necesitaba respirar. Estaba en contacto con cosas que asustan

Penélope Cruz afrontó a Magda después de haber sido madre de dos niños, algo clave para afrontar un personaje marcado por el amor hacia sus hijos, lo que le da fuerza para plantar cara al cáncer. “Ser madre ha hecho que entienda el papel de una manera más profunda. Magda es un ejemplo de vida. Si estuviera viva me encantaría ser su amiga”, explicaba.

Una de las cosas que más valoró en el guion de Medem es que aunque fuera duro y “con escenas que duelen”, no es un filme deprimente, sino más bien “un trocito de vida con todos sus colores”. “La gente sale del cine con ganas de ir a abrazar a los suyos y recordarles lo mucho que les quiere”, opinaba Cruz recordando la reacción de la gente que ha podido ver Ma ma, que llegará a las salas españolas este viernes.

El toque Medem

Penélope Cruz ha acudido por fin a la llamada de Julio Medem. Era la cuarta vez que el director vasco lo intentaba. Las anteriores, por problemas de fechas, nunca se materializaron. “Yo pensaba que él estaba enfadado conmigo, pero un día nos encontramos y me dijo que no, que teníamos que encontrar nuestro proyecto. Esa misma noche me mandó el guion de Ma ma, y esa misma noche le dije que sí”, recuerda la actriz.

Fue en ese momento cuando surge la idea de que ambos produzcan el filme, que les llevó a “más de 100 reuniones con el guion debajo del brazo”. En menos de un año, un tiempo corto para la situación actual del cine español, ya estaban rodando y respirando aliviados, ya que hasta ese momento nunca tuvieron la seguridad de si el proyecto llegaría a buen puerto o “se iba a derrumbar todo”.

En su doble labor de productora y actriz Penélope Cruz subraya la importancia de haber diferenciado las funciones, lo que llevó a que no hubiera “ninguna bronca enorme”. “Lo separamos muy bien, y eso fue muy sano para nosotros”, enfatiza mientras anuncia que tiene otro proyecto en el que entrará como productora y que espera que vea la luz en un par de años.

Ser madre ha hecho que entienda el papel de una manera más profunda. Magda es un ejemplo de vida. Si estuviera viva me encantaría ser su amiga

Cruz sólo tiene halagos para Medem, al que considera un autor “especial, mágico, valiente y arriesgado”. “Ma ma tiene su toque poético, pero también es su película más terrenal”, explica. Tras este parón en nuestro cine empalmará otros dos proyectos con realizadores españoles, en 2016 rodará la secuela de La niña de tus ojos a las órdenes de Fernando Trueba, y después trabajará junto a Javier Bardem en el biopic de Pablo Escobar que prepara Fernando León de Aranoa.

La actriz reconoce que tenía “mono de rodar en español”, algo que le pasa cuando lleva mucho tiempo filmando en otras lenguas, algo que considera un lujo. “Mi trabajo me ha costado rodar en cuatro idiomas…”, dice riendo mostrando a esa niña de Alcobendas que, como recordaba hoy, empezó en la interpretación con el sueño de conocer a su ídolo: Pedro Almodóvar.