El pop entra en la batalla por la Casa Blanca

El pasado domingo, durante los premios de la MTV, el rapero Kanye West hizo el anuncio más pasado de rosca de la historia del pop: su candidatura a la presidencia de Estados Unidos para 2020. Un gesto egomaníaco, que tampoco sorprende, viniendo de un artista que habitualmente suelta frases como "si la Biblia se escribiese ahora, yo saldría en ella" o "la mayor frustración de mi vida es no poder verme en directo".

Todavía resulta dudoso hasta qué punto va en serio el músico más hiperventilado del planeta, pero para 2016 ya ha elegido candidata: la demócrata Hillary Clinton. Tanto West como su esposa, la estrella mediática Kim Kardashian, asistieron a un acto para recaudar fondos para Clinton y se hicieron un selfie con la exsecretaria de Estado.

La sala VIP de Hillary

¿Quién más apoya a la favorita en el campo demócrata? Un impresionante listado de nombres. Para empezar, ya se han "mojado" un tridente de divas pop con éxito global como Beyoncé (amiga de los Obama), Katy Perry (que se ha ofrecido a escribirle una canción) y Jennifer Lopez (que hace especial hincapié en que es hora de que una mujer ocupe la presidencia). En el largo listado de simpatizantes, destacan también el rockero Bon Jovi, el rapero "fumeta" Snoop Dogg, la cantautora Carole King, el jugador de baloncesto Magic Johnson y la actriz y guionista Lena Dunham. Con su habitual sentido del humor, Dunham subió a Instagram una foto suya sujetando con los dientes una pegatina de campaña con el texto "Estoy con Hillary". También apoyan a Clinton las gemelas Olsen.

Trump contra Young

Hasta ahora, la polémica musical más caliente de la campaña la han protagonizado Donald Trump (favorito republicano) y el rockero hippie Neil Young. ¿Resumen de la refriega? El millonario candidato usó -sin permiso- el himno Keep On Rockin´ In The Free World en uno de sus actos de campaña, inmediatamente Young aclaró que no le apoyaba y Trump se vengó llamándole "hipócrita total" y publicando una foto de los dos juntos luciendo amplias sonrisas. La imagen se tomó cuando Young se acercó al magnate de Wall Street para pedirle que invirtiera en su sistema de sonido Pono, invitándole a un concierto en una carta firmada por él. El caso es que Trump carecía de autorización para usar el tema en sus actos de campaña y no la volverá a utilizar. "Fue solo uno entre diez cortes que usamos y además no me gustó", comentó el candidato en Twitter.

No hay duda que Trump, favorito para la nominación republicana, está teniendo problemas para conseguir apoyo en el mundo del espectáculo y los intelectuales. Solo le jalean derechistas militantes como el rockero Ted Nugent o exestrellas sin crédito político como el jugador de baloncesto Dennis Rodman (objeto de chufla por sus vistas promocionales pagadas a Corea del Norte). La web The Daily Beast publicó un artículo revelando que en Hollywood existe un club de admiradores secretos de Trump llamado Friends of Abe, que incluye al veteranos actores como Clint Eastwood, John Voight y la estrella televisiva Kelsey Grammer, conocido por las series Cheers y Frasier.

¿Vuelve el socialismo?

Entre las filas demócratas, la novedad es la pujanza de un candidato autodenominado "socialista", que se opuso a la invasión de Iraq y apoyó el matrimonio gay mucho antes de que se abriera el debate. También denunció con energía los abusos de Wall Street en los años previos al crack de 2008. Hablamos, claro, de Bernie Sanders, senador por Vermont de 73 años que defiende todo tipo de políticas igualitarias. Entre sus apoyos cuenta con nombres populares de Hollywood como Mia Farrow, Susan Sarandon o Mark Ruffalo. También le respalda Neil Young, que aprovechó la pelea con Trump para promocionar a su candidato.

Julian Casablancas, líder del grupo hipster The Strokes, mostró su entusiasmo por Sanders tuiteando que "es el único candidato que no está sobornado y el único que lucha por el bien". Danny deVito, otro simpatizante, le definió como "nuestro Obi-Wan Kenobi". El apoyo más bizarro viene del empresario Ben Cohen, dueño del gigante de los helados Ben & Jerry, que lanzará al mercado un sabor titulado "La rebelión de Bernie". Atentos a la idea: "El helado llevará unas pepitas de chocolate en forma de gorro de graduación para simbolizar el apoyo de Sanders a la educación universitaria gratuita y la reducción de la tasa de interés en los préstamos estudiantiles. Además pondremos el mismo numero de nueces y cacahuetes para recordar su defensa de la igualdad económica". Dios bendiga a América, el único lugar del mundo donde pasan estas cosas.

Chuck Norris lo tiene claro

Muchos lectores se estarán preguntando lo mismo: ¿a quién apoya Chuck Norris? La estrella de películas y series de acción criptofascistas no alberga ninguna duda: "El mejor candidato es Mick Huckabee, tiene la experiencia y la claridad moral para liderar a nuestra gran nación". Para hacernos una idea de las posiciones de Huckabee, antiguo gobernador de Arkansas, basta recordar que recientemente comparó la libertad de elección de la mujer respecto a su embarazo con la pujanza del Estado Islámico. "Este país también tiene pecados por los que responder. Desde 1973, sesenta millones de niños han muerto en los senos de sus madres". No contento con eso, equiparó los daños del aborto con los de la esclavitud. "Necesitamos otro Lincoln que acabé con esto", afirmó.

Apoyos aparte, la campaña para la nominación en 2016 aporta la novedad del masivo rechazo de muchas celebridades latinas hacia el republicano Donald Trump, debido a su constante demonización de los migrantes mexicanos. Celebridades como Ricky Martin, Juanes o la cadena Univisión criticaron la "ignorancia" y "racismo" del candidato. También destaca la reacción del chef español José Andrés, que rompió un contrato con Trump por sus su desprecio a los hispanos. El millonario respondió con una demanda por diez millones de dólares.