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Efectos cinematográficos para maquillar unos presupuestos culturales bajo mínimos
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el cine es el gran beneficiado en el reparto

Efectos cinematográficos para maquillar unos presupuestos culturales bajo mínimos

Entre el último año de legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero y el último de Mariano Rajoy, la partida cultural ha perdido más de 247 millones de euros

Foto: 'En un lugar del Quijote', una coproducción de la CNTC y Ron Lalá
'En un lugar del Quijote', una coproducción de la CNTC y Ron Lalá

Cultura tendrá en los próximos Presupuestos Generales del Estado un pequeño aliento. Es una de las partidas, tras la de Educación, que más aumenta su dotación para 2016, en concreto un 7,3% hasta los 803,57 millones de euros, pero se queda en eso: en una leve bocanada de aire.

El aumento presupuestario de las raquíticas cuentas estatales ejecutado en 2015 y 2016 no llega a maquillar ni a paliar la situación que lleva sufriendo la cultura desde que comenzaron los recortes. Basta comparar las cifras previstas para 2016 con las de 2009, el último año antes del inicio de los recortes, cuando la cuantía ascendió a 1.226,16 millones o con el último año de gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero: en 2011 la dotación fue de 1.051,03 millones de euros, 247 millones de euros más que este último año de legislatura Mariano Rajoy.

Desde 2009 las cuentas culturales no han hecho más que menguar, pero 2013 fue el año más dramático en todas las administraciones en general y en la cultural en concreto porque el descalabro presupuestario dejó las cuentas con 721,71 millones de euros, a los que se unió la subida del IVA al 21%. En 2014 la cosa no fue a mejor y la partida destinada a cultura fue de 716,40 millones. Fue el último año en rojo para Cultura. Desde entonces el verde tiñe sus cuentas, con un incremento entre este año y el próximo superior al 12%, pero lo hace con un color muy pálido que dista mucho de esas cuentas de 2011.

Mientras el guiño financiero que hacía el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, a la cultura se transmutó en forma de música y teatro los dos últimos años, las partidas que más subieron sobre todo por la creación del programación de fomento de las giras teatrales Platea, este año sin anuncio (por el momento) de bajada del IVA, el cine, que ha sido el sector más castigado de la cultura, se ha llevado la palmada en la espalda con un aumento del 44% de su dotación económica. Tendrá 74,53 millones de euros (muy lejos de esos más de 113 millones de 2011), que en su mayoría irán destinados al Fondo de Protección Cinematográfica en virtud de la reforma de la Ley del Cine, que entrará en vigor el 1 de enero, dotada con 60 millones (en 2011 sumaba 76,78 millones).

A pesar de los anuncios, el teatro, la danza y la música siguen siendo sobre el papel los hermanos pobres de los presupuestos. Sin embargo, teatro y música siguen siendo las actividades más programadas en los teatros públicos españoles (según los datos de La Red española, el año pasado sumaron, respectivamente, el 45,13% y el 36,02% de la oferta). El Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM) recibirá en 2016 un total de 149,93 millones de euros, algo más de dos millones más que este 2015 y lejos de los casi 162 millones de 2011. En esta cuantía se incluye, aunque sin desglosar, el dinero que recibirán los centros estatales como el Centro Dramático Nacional, la Compañía Nacional de Teatro Clásico, la Compañía Nacional de Danza, el Ballet Nacional de España o la Orquesta y Coro nacionales, entre otros.

Por áreas, el teatro es el que soporta las cifras más exiguas. El próximo año tendrá en sus arcas 53,56 millones de euros, sólo un 0,8% más que este año (respecto a 53,16 millones). Su mayor subida dotacional la vivió en 2014 con la creación del programa Platea, al que se destinaban seis millones de euros que pasaron a cinco este año y así se mantienen para el próximo. Pero los números no dejan en muy buen lugar el tratamiento estatal de las artes escénicas independientemente del color político porque en 2011 el presupuesto era de 53,9 millones.

Aun así, esta leve merma se traduce en que mientras las inyecciones económicas para festivales como los de Mérida o Almagro o teatros como Lliure y Abadía siguen aunque hayan bajado desde 2011, otras actividades han desaparecido según la información facilitada hoy por Hacienda. Por ejemplo, entre 2011 y 2016 festivales como Teatralia, FETEN, Temporada Alta, Titirimundi, Grec u Olite han desaparecido de las páginas de los Presupuestos. Es más, las transferencias corrientes del Estado han pasado de 12,6 millones en 2011 a 9,6 millones en 2016.

Lo mismo pasa con música y danza: Madrid en Danza, la Bienal de Arte Flamenco de Sevilla, La Mar de Músicas, Pirineos Sur y otras instituciones sin ánimo de lucro como las fundaciones de los bailarines Víctor Ullate y Carmen Roche tampoco aparecen recogidas en el epígrafe de las transferencias corrientes estatales para el año que viene (que pasan de más de 48 millones en 2011 a más de 27 millones en 2016). El presupuesto ha crecido un 2,35% para 2016 hasta los 94,19 (frente a los 92,07 millones de 2015 y los 104,98 millones de 2011).

Los museos, por su parte, son los que mejor bocado se llevan de las cuentas del año que viene. Recibirán 150,22 milones, un 5% más que este año pero lejos de los 204 millones de 2011. Tanto el Prado como el Reina Sofía o el Thyssen ven incrementadas su partidas, de hecho el Prado (cuyo crecimiento en la partida irá destinado principalmente a la recuperación del Salón de Reinos del Museo del Ejército para formar parte de sus instalaciones) y el Thyssen tendrán en 2016 más dinero estatal en su arcas que en 2011, y también se recuperará las ayudas a promoción del arte contemporáneo (150.000 euros), que habían sido eliminadas con los recortes.

Y mientras el nuevo ministro del ramo, Íñigo Méndez de Vigo, quiere poner el foco de la cacareada Marca España en el patrimonio histórico, las cuentas para su protección y conservación se quedan muy lejos de su intención. Tanto es así que la cuantía para la protección del patrimonio ha diminuído un 2,8% hasta los 4,41 millones en 2016 frente a los 4,54 de 2015 y mucho más si se miran los lejanos 9,8 millones que se invirtieron en 2011. Por su parte, la partida destinada a conservación y restauración de bienes culturales asciende a 18,17 millones (un 1,8% más que este 2015 con 18,5 millones), también a años luz de los más de 36 millones dedicados hace un lustro.

La Real Fábrica de Tapices, en concurso de acreedores por no poder hacer frente a una deuda de cinco millones de euros, será de los pocos epígrafes de estas partidas que engorden el año que viene (en concreto más del 117%) ante su situación comatosa. El Gobierno ya anunció hace medio mes un ingreso extraordinario de 300.000 euros para paliar los impagos que los trabajadores venían sufriendo desde hace meses (que se sumarán a los 85.000 euros de presupuesto y los 95.000 euros para cancelar el pasivo acumulado) y el año que viene contará con 185.000 euros de presupuesto más otros 145.000 para amortizar sus deudas (en 2011 ambos conceptos sumaban 260.000 euros).

De igual modo, la cuantía dedicada a la Promoción y cooperación cultural subirá tímidamente el próximo año hasta los 9,83 millones de euros (9,6 millones se han destinado este año), frente a los más de 31,5 millones que se gastaron en 2011, mientras que la destinada a la Cooperación, promoción y difusión cultural en el extranjero se reduce prácticamente a la mitad pasando de 16,07 millones en 2015 a 8,5 millones en 2016.

Cultura tendrá en los próximos Presupuestos Generales del Estado un pequeño aliento. Es una de las partidas, tras la de Educación, que más aumenta su dotación para 2016, en concreto un 7,3% hasta los 803,57 millones de euros, pero se queda en eso: en una leve bocanada de aire.

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