Es noticia
"¿Quién no ha querido matar a su suegra?"
  1. Cultura
entrevista con pierre lemaitre

"¿Quién no ha querido matar a su suegra?"

Pierre Lemaitre ha conocido el éxito cuando muchos otros están pensando en jubilarse. Y hacerse mayor, cuenta, le da la tranquilidad de disfrutar de la literatura

Foto: El escritor francés Pierre Lemaitre (EFE)
El escritor francés Pierre Lemaitre (EFE)

Pierre Lemaitre (París, 1951)ha conocido el éxito cuando muchos otros están pensando en jubilarse. Y hacerse mayor, cuenta, le da la tranquilidad de disfrutar de la literatura sin sufrir por la crítica o el público. Con una sinceridad amable, no teme por el futuro de la novela, ni siquiera por si dentro de 50 años la gente seguirá leyendo. El tiempo pondrá a cada uno en su sitio, pero la ficción seguirá. Ganador del premio Goncourt, el más prestigioso de las letras francesas, por su novela Nos vemos allá arriba, ahora publica en España Irène (Alfaguara), el primero de sus libros, y el primero también de la trilogía protagonizada por el carismático comandante Camille Verhoeven, que recoge la estela de la novela negra clásica. En el coqueto barrio de Montmartre, nos recibe en un café a dos pasos de su casa en el que es como de la familia.

P: ¿Por qué nos gusta leer sobre crímenes, cuanto más horrendos mejor? ¿Por qué los grandes crímenes de hoy, como por ejemplo la corrupción, no seducen tanto?

R: La corrupción es abstracta. Alguien que mata con una pistola es violento, pero es una violencia concreta, vemos el cuerpo, vemos la sangre, una joven ha muerto, está en la acera.... con la corrupción, es abstracto. Claro que son crímenes tan deplorables, pero nuestro imaginario está muy afectado por el crimen porque es la experiencia fundamental de la existencia, el espectáculo de la muerte, el miedo que todos tenemos a morir, las ganas que hemos experimentado casi todos de querer dar muerte, matar. ¿Quién no ha querido matar a su mujer, a su marido, a su madre, a su suegra? Todo el mundo. Por eso creo que es una experiencia muy común y a la vez muy concreta.

'La corrupción es abstracta. Alguien que mata con una pistola es violento, pero es una violencia concreta, vemos el cuerpo, vemos la sangre'

R: Digamos que la vida tiene necesidad de uncontraste fuerte. Estamos en una sociedad bastante cómoda, la violencia física ha reculado mucho en los dos últimos siglos en toda Europa y la violencia se ha vuelto más simbólica. Por ejemplo, desde aquí se ve un cajero automático. De vez en cuando, cuando voy a sacar dinero ahí, tengo que pasar por encima de un sintecho, una persona que duerme allí y que no gana ni diez euros al día. Eso es muy violento. No es como pelearse con alguien, es algo abstracto. La novela policiaca nos trae lo concreto en la vida, nos trae el horror en primer grado. Creo que, de algún modo, en una sociedad industrializada como la nuestra la novela policíaca sirve para exorcizar la violencia simbólica.

P: ¿Por qué este resurgirde la novela policíaca?

R: Creo que la novela negra, como otros géneros como la picaresca, son géneros que reaparecen en los periodos de crisis porque son los analizadores de esas crisis, son un medio para exponerla y hacer reflexionar. En el fondo, el crimen es un desorden social, no es normal matar a alguien, por lo que podemos decir que un crimen es el diagnóstico de un desorden social. Nuestras sociedades están muy desorganizadas, hay paro, hay crisis... En los periodos felices, tranquilos, no hay mucha novela negra, o son novelas tranquilas, como Agatha Christie, donde el asesinato es muy chic, no se destripa a jóvenes, son limpios, no se crea ninguna emoción. Pero Agatha Christie no trabaja sobre el desorden social, para eso está, por ejemplo, James Ellroy.

P: ¿Qué opinión le merece que se resucite a los clásicos de la literatura negra, como por ejemplo ha hecho John Banvillecon el detective Philip Marlow?

R: Creo que a la novela negra y policiaca le ha llegado el turno de algo que la literatura conoce muy bien desde hace unos 20 años en Europa, que es el movimiento posmoderno. En este movimiento la literatura trabaja mucho con las citas, retomando personajes ya existentes... de hecho, la hipótesis posmoderna es la que dice que todas las historias se han contado ya y que en el fondo la literatura de hoy en día tendría por misión retomar elementos ya existentes y de hacer algo nuevo con lo viejo.

placeholder Pierre lemaitre: 'el goncourt no es un premio literario, es un sunami'

P: ¿Por qué la novela negra es considerada por parte de la crítica como un género menor?

R: Debido a sus orígenes. La novela policiaca ha formado parte del movimiento de la literatura popular de la preguerra. Cuando nace el libro de bolsillo, este llega a unos lectores de condición económica muy modesta y se le dan unos libros que están muy estandarizados, son muy malos. Las novelas populares de los años 50 son malísimas, no hay escritura o historia o personajes, son historias muy demagógicas, historias muy simples que halagan el gusto del lector, sin ninguna dificultad o profundidad.

Y la novela popular alberga una gran parte de la novela policiaca. Habrá que esperar mucho para que haya auténticos escritores en este género. En Francia, por ejemplo, habrá que esperar hasta Georges Simenon, el primer escritor de dimensión internacional, que es considerado por todos como un auténtico escritor. La novela popular se asociaba a mala calidad y quitarse esa reputación es muy difícil.

P: ¿Es por eso que algunos autores de novela negra utilizan pseudónimos?

R: Sí, claro, porque una vez que la literatura negra está en la casilla de la novela fácil, demagógica, sacarla de ahí hay que hacer una auténtica revolución cultural. Es más fácil encasillar un libro que sacarlo de ahí.

P: ¿Considera que después de ganar en Goncourt con una novela no negra ha cambiado la percepción de la crítica hacia usted?

R: Con el Goncourt tengo una “legitimidad”, soy considerado como un “escritor de calidad”. Pero no quiere decir que piensen que mis novelas negras son de calidad. Algunos consideran que cae la calidad cuando hago policíaca.Hubo un periodista que dijo incluso que había ganado el premio por mi primera novela, como si las otras no fueran libros. Algunos decían que si tenía una doble carrera, por una parte las novelas y por otra las policiaca. Ahí me di cuenta de que había mucho trabajo por hacer para demostrar que una novela policiaca podía ser de buena calidad, creo que eso aún no se ha ganado.

'Hay mucho trabajo por hacer para demostrar que una novela policíaca puede ser de buena calidad'

P: Usted es también guionista de series. ¿En qué se parece escribir para la tele y escribir una novela?

R:Hoy los lectores se han convertido en expertos, ven muchas series de televisión y quieren que la acción avance rápidamente, así que si quieres que el lector mantenga el interés tienes que hacer que la historia avance los suficientemente rápido. Pero hay una diferencia, y es que en la televisión no hay escritura, no hay estilo. Es un estilo cinematográfico, que no es literario.

P: Hoy algunas series de televisión, como The Wire, son encumbradas a los cielos del séptimo arte por los críticos, mientras que antes eran despreciadas. ¿Ocurrirá igual con la novela negra?

R: La gran novedad con The Wire es que por primera vez se confiaba el guión de una serie de televisión a un novelista, trabajan en ella Dennis Lehane, Georges Pelecanos, etc. Pero la serie, mediáticamente, no fue un éxito. La crítica la puede haber elogiado pero no tiene nada que ver con cómo funciona la televisión. En los últimos años, la más popular ha sido Breaking Bad, hecha por guionistas. Tiene mucha calidad.

Lo que ha cambiado con las nuevas series de televisión es que se han inspirado mucho en las novelas, han comprendido que podían inspirarse en algo que es muy novelesco, que es la “amplitud de la novela”. Eso quiere decir que las 300 páginas de mi novela las podría contar en ocho horas.

P: ¿Por qué existe la saga en la novela negra y no tanto en otros géneros? Marlow, Wallander, Quirke, Poirot, Camille Verhoeven... Camille, el protagonista de Irènees un personaje muy potente, ¿una vez que se crea un personaje así es difícil dejarlo marchar?

R: La hipótesis económica explica algo. Cuando tienes un héroe que gusta a la gente... no lo tiras por la ventana, lo conservas. Yo he hecho una trilogía. No voy a hacer como algunos de mis colegas a los que les ha ido muy bien, como Henning Mankell o Ian Rankin, son héroes que han vivido en 10, 15 libros... Mi personaje tiene una historia, que se cuenta a lo largo de tres novelas y ahí acaba. Hay un momento en el que el personaje ya ha dicho todo lo que tenía que decir. Se puede prolongar de forma artificial, pero yo no me veo haciendo un cuartolibro con el mismo personaje.

P: ¿Por qué nos llegamos a identificar tanto con los antihéroes?

R: Yo no sé si usted una heroína en su vida, pero yo en la mía no soy ningún héroe. Tengo mucha más facilidad para identificarme con un antihéroe que con un héroe. Superman me puede divertir, pero no se cómo identificarlo. Albert Maillard [uno de los protagonistas de Nos vemos allá arriba], sí. Creo que en eso radica el éxito del antihéroe, tiene una capacidad muy fuerte de identificación, es decir, todo el mundo puede identificarse con él. La novela picaresca es la que toma un personaje de lo más bajo de la sociedad, un héroe modesto, pobre, y que en una situación de injusticia va a tener que volverse deshonesto para poder sobrevivir. Y nos hace decir, en su lugar yo haría lo mismo. El éxito de esos personajes es que tienen una capacidad para despertar la empatía muy fuerte.

P: ¿En qué está trabajando ahora?

R: En una novela que será la segunda del fresco que comencé con Nos vemos allá arribay trabajo también en un proyecto de una serie de televisión que no sé si se realizará finalmente.

'Tengo mucha más facilidad para identificarme con un antihéroe que con un héroe. Superman me puede divertir, pero no se cómo identificarlo'


P: ¿Ganar un premio importante cambia la manera de trabajar? ¿Tiene la sensación de que tiene que estar a la altura?

R: Sí, cambia las cosas. Es paradójico porque a la vez el premio te pone una obligación de triunfar, se espera tu siguiente libro para comparar, etc. Pero tengo la suerte de ser viejo, así que veo esto con un poco de distancia, no me hago ilusiones. Tengo una presión, pero es tal suerte haber ganado este premio y los beneficios en cuanto a legitimidad, ventas, demanda social son tan importantes, que los problemas son secundarios en comparación. Sinceramente, es mejor tenerlo que no tenerlo.

P: Usted comenzó a escribir tarde para lo que viene a ser habitual.

R: Hice como Cervantes, que escribió el Quijote con más de 50 años. Robinson Crusoe fue escrita por un hombre de 60 años. Así es la vida, pasó así. No fue un cálculo ni una casualidad. Había escrito siempre, pero nunca me lo había tomado muy en serio. Si me hubiera hecho relojero a los 50, nadie me habría preguntado por qué. Pero escritor, es raro.

P: Las grandes guerras siguen siendo una temática importante en la literatura contemporánea 70, 80 o 90 años después de que sucedieran. ¿De qué se escribirá dentro de 50 años? ¿Qué hecho fundamental marca la sociedad de hoy en día?

R: Recular nos hace ver temas que normalmente no vemos. Hoy, por ejemplo, Europa no va muy bien, y esa Europa nace en la Primera Guerra Mundial, así que volvemos a los orígenes para comprender cómo hemos llegado aquí. No podemos saber cómo veremos en 50 años los sucesos de nuestro tiempo.

Tampoco sé de qué vamos a escribir en 50 años. Pero habrá una gran diferencia, y es que no sabemos si alguien seguirá leyendo. Hay que ver las cosas con lucidez. Durante mucho tiempo, la literatura fue el único medio de hacer ficción. Hoy la literatura tiene que compartir su espacio narrativo con otros medios, así que creo que es normal que leamos menos, no es chocante. Hay gente que se nutre mucho de ficción, pero que nunca lee un libro, pero se pasa ocho horas delante de Breaking Bad o The Wire. Creo que es normal que la literatura ocupe un lugar más modesto porque tiene que compartir su espacio.

Pierre Lemaitre (París, 1951)ha conocido el éxito cuando muchos otros están pensando en jubilarse. Y hacerse mayor, cuenta, le da la tranquilidad de disfrutar de la literatura sin sufrir por la crítica o el público. Con una sinceridad amable, no teme por el futuro de la novela, ni siquiera por si dentro de 50 años la gente seguirá leyendo. El tiempo pondrá a cada uno en su sitio, pero la ficción seguirá. Ganador del premio Goncourt, el más prestigioso de las letras francesas, por su novela Nos vemos allá arriba, ahora publica en España Irène (Alfaguara), el primero de sus libros, y el primero también de la trilogía protagonizada por el carismático comandante Camille Verhoeven, que recoge la estela de la novela negra clásica. En el coqueto barrio de Montmartre, nos recibe en un café a dos pasos de su casa en el que es como de la familia.

Libros
El redactor recomienda