Censura contra Rodrigo García en el CDN
El dramaturgo recorta dos escenas en el estreno de 'Arrojad mis cenizas sobre Mickey' ante la amenaza de la Comunidad de Madrid de multarle hasta con 100.000 euros
Sobre el escenario, cuatro hámsteres nadando en una pecera como alegoría de la ayuday de la supervivencia. También cuatro ranas saltando sobre un viscoso barro blanco como cierre de la obra Arrojad mis cenizas sobre Mickey, de Rodrigo García, que se estrenaba esta noche en Madrid, pero que no se pudieron ver en el Teatro Valle-Inclán porque fueron censuradas.
El Área de Protección Animal de la Comunidad de Madrid mandó una carta al Centro Dramático Nacional, con fecha de entrada el pasado 8 de junio, además de sendas llamadas de advertencia, tal y como ha confirmado su director Ernesto Caballero a este periódico, en la que notificabaque tras varias denuncias de asociaciones protectoras animales que consideraban ambas escenas como maltrato animal, se arriesgaban a multas de entre 600 y 100.000 euros por cada función donde se llevasena cabo. Conclusión: El estreno en Madrid de esta obra de 2007, que ya ha pasado íntegra por Barcelona y Gijón además de ciudades europeas como París, Toulouse, Burdeos, Montpellier o Rennes,fue censurado y "mutilado", como aseguró el propio García.
"Hemos recibido una carta advirtiéndonos de que si se hacían estas escenas, nos atuviéramos a las consecuencias", afirmabaCaballero tras la función. "Nosotros, como institución pública, cumplimos escrupulosamente la ley al margen de nuestra opinión", añadía dejando entrever su desacuerdo con esta censura,porque "ni podemos contravenir la ley ni soportar multas de 100.000 euros". "Rodrigo sabe que el cuenta con el apoyo del CDN y que hay instituciones que sobrevuelvan el acontecimiento artístico".
García por su parte, uno de los directores y dramaturgos hispanoargentinos más reconocidos internacionalmente,director del Centro Dramático Nacional de Montpellier y señalado por la censura en múltilples ocasiones -Accidens. Matar para comer ha sido de las más recientes-, señalaba que esta censura es como "si quitas un verso a una poesía". "Nos han intimidado con las sociedades protectoras de animales y, realmente, es el teatro quien tiene que asumir el riesgo o no. He tenido experiencias de todo tipo: teatros que han cancelado la función y otrosque han continuado con la obra. Depende de su voluntad y no me meto", decía.
"En mi mente estuvo suspender, pero creo que si hubiéramos suspendido nos ganaban la pelea y es injusto para todos. Me entristece porque habéis visto una obra mutilada", contaba a El Confidencial.
Al finalizar la función, además de poder visualizar la escena de los hámsteres en una pantalla de televisión, en la puerta del teatro entregaron al público una nota de García en la que afirmaba que "decidimos hacerla lo mismo porque necesitamos el dinero, como todo el mundo que vive de su tranajo honradamente o en delincuencia (la honra es subjetiva y caprichosa en el amor, sólo el odio y la luna son irrefutables)".
"Público: habéis sido estafados"
En esta nota, que explicaba por qué la última escena de las ranas se veía, en vez de en vivo, en un video porque"elaparato censor de vuestra Comunidad os lo prohíbe", también aseguraba que"es verdad que si esto lo hubiésemos sabido meses antes -la intimidación nos llegó hace muy poco- cancelar e irnos con la música a otra parte, actuar en otra ciudad, habría sido relativamente fácil. Público: habéis sido estafados". "Me han quitado mis hámsters y mis ranas, no es nada, no pasa nada, no os perdisteis nada, es más o menos como arrancar de un poema el verso Toute lune est atroce et tout soleil amer. Casi nada", concluía.
Antes, la explicación sobre la censura de la escena de los hámsteres -"uno de los momentos más duros y dramáticos de la obra", explicaba el directoral finalizar la representación- llegaba imprensa en pantalla grande a mitad de la función. Un actor delante de una pecera enfocada con una cámara y un texto proyectado querelataba que los cuatro hámsteres deberían estar nadando y el actor los iba sacando para que descansaran y los volvía a meter en el agua. Estos hámsteres habían actuado en 21 funciones en París llegando a saltar en el agua porque "se sabían su papel". Sin embargo, rezaba el texto creado por Rodrigo García, "no lo podéis ver porque hemos recibido amenazas de institucionalespor maltrato animal". Amenazas, recalcaba, que van "contra la libertad de expresión" y que suponían "otro momento vergonzoso para Madrid"."Estoy hasta el culo de vuestra moral", espetaba en la pantalla grande.
Arrojad mis cenizas sobre Mickey se estrenó esta noche dentro del ciclo El lugar sin límites. Dramarturgias en movimiento, organizado por el CDN, el Teatro Pradillo y el Museo Reina Sofía. Este viernes se estrena Accidens en el Teatro Pradillo, una performancede 2006 que ya ha sido perseguida y censurada en Barcelona,Italia y que levantósonoras protestas en abril en Montpellieracusada también de maltrato animal porque se cocina un bogavante en directo. La obra mañana será estrenada sin censuraen Madrid, tal y como han confirmadofuentes del teatro, a pesar de las amenazas.
García, entre acostumbrado a estos episodios y resignado, señalaba tras la función que sufre este tipo de persecución en muchos paises. El problema, añadía, "es que la gente juzga sin saber". Es más, en este caso las denuncias han llegado (según la notificación de la Comunidad de Madrid han sido 'varias') antes de que la obra se haya podido ver en Madrid. "Es una cosa social. Hasta los más progres y los más cool se suman a estas protestas y creo que es porque ellos no están en contacto real con los animales", concluía.
"Sin sobresaltos, la vida no se vive con dignidad", asegura García en Arrojad mis cenizas sobre Mickey(estará en cartel hasta el domingo, al igual que Accidens). El sobresalto ayer lo vivieron los espectadores en forma de una censura que cada vez está más presente en la cultura española -basta recordar los recientes episodios del MACBA, la novela de Gregorio Morán o las represalias aÍñigoRamírez de Haro tras Trágala, trágala- y que ha hecho que se hable menos de una obra que abofetea al público con la denderiva social actual y que, como se dice en el montaje, busca -y consigue- dejar huella.
Sobre el escenario, cuatro hámsteres nadando en una pecera como alegoría de la ayuday de la supervivencia. También cuatro ranas saltando sobre un viscoso barro blanco como cierre de la obra Arrojad mis cenizas sobre Mickey, de Rodrigo García, que se estrenaba esta noche en Madrid, pero que no se pudieron ver en el Teatro Valle-Inclán porque fueron censuradas.