Espe, Carmena y la aldea gala vallecana que siempre resiste al PP

Definición de peinadismo: cóctel de fútbol, rojos y chuflas ideado por el periodista y humorista Quique Peinado (Madrid, 1979).

Conocimos a Quique Peinado gracias al ensayo Futbolistas de izquierdas (Léeme Libros, 2013), uno de esos libros cuyo título resume su contenido con gran precisión.

Tras despachar varias edicionesy hacersepopular a golpe de tuit(uno de ayer: "Hasta el 40de mayo ten cuidado con Tamayo") y de chiste en eltelevisivo Zapeando, Peinado vuelvea la carga con ¡A las armas! (Libros del K.O., 2015), ensayo futbolero sobre el Rayo Vallecano que trasciende el mundo del fútbol: he aquí una heterodoxa mezcla de memorias infantiles y familiares, libro de viajes (por Vallecas) y paseo por la historia del barrio rojo de Madrid.

Que el fútbol profesional es uno de los campos más ajenos a los problemas socialesdel país, es algo que pocos pondrían en duda. Por tanto,uno no pueda evitar sorprendersecada vez que el fondo del estadio del Rayolevanta una pancarta gigante para denunciar la ola dedesahucios.Y en esas llegó Peinado para poner el asunto negro sobre blanco:

"No estoy a favor de desideologizar el fútbol.Entiendo y comparto que se combata la violencia o las ideas ofensivas, pero no puedoentender que a alguien le moleste una pancarta en contra de los desahucios o en favor de una mujer desahuciada a la que ayudó el club. Un campo de fútbol es un lugar para expresarsecomo otro cualquiera.El fútbol tiene mucha fuerza y repercusión para bien y para mal. Ya que lo es para mal algunas veces, ¿por qué no utilizarlo también para bien? ¿Por qué no denunciar una injusticiasocial cuando no es ofensiva para casi nadie? Las consignas políticasdel fondo no ofenden a casi nadie en el estadio del Rayo. Ahora Madrid se llevó el 40% de los votos en Vallecas [328.441 habitantes censados] en las elecciones del domingo [40,82% en Villa de Vallecas y 42,17% en Puente de Vallecas; por20,05%y 18,12% para elPP]. Es normal que el estadio y el equipo reflejen lo que piensa el barrio”, cuenta Peinado.

Más rojo que azul

El día de las elecciones municipales y autonómicas hubo un primer dato que vaticinó la caída del aguirrismo y la irrupción sorpresa de Manuela Carmena (Ahora Madrid): a mitad de la jornada, los dos distritos de Vallecas encabezaban la subida de la participación. Todo el mundo concluyó lo mismo nada más conocerse eldato vallecano, queAguirre estaba en problemas, buena muestra del peso simbólico de Vallecas sobre el resto de la ciudad.

Que Vallecas tiende a votarmás rojo que azul es algo conocido; más miga quizá tenga entender el papel del barrio como locomotora del carmenismo:"Se ha reactivado la ilusión y se ha concentrado en una opción realista. Vallecas llevaba mucho tiempo con alcalde del PP, algo contra natura: el PP nunca ha ganado unas elecciones en el Puente de Vallecas", cuenta Peinado.

'Carmena ha conectado por su nueva forma de hacer política: confluyente y sin siglas'

En las anteriores elecciones municipales (2011), de hecho, Puente de Vallecas fue el único de los 21 distritos madrileños donde no ganó el PP. Una obstinación política barrial que Peinado explica así: "Aquí siempre había ganado elPSOE, Vallecas era la aldea gala que resistía al PP, pero creo que mucha gente del barrio estaba a la izquierda del PSOE, salvo que Izquierda Unida lo hacía tan mal que no calaba. Vallecas es de izquierdas por tradición e ideología. Estaba cantadolo que ocurriría encuanto apareciera una opción ilusionante como la que representa Carmena; tanto como candidatacomo porel modo en el que Ahora Madrid haorganizadola campaña: sin siglas, aglutinando muchas sensibilidades diferentes de la izquierda, con una candidata nada dogmática. Estaba claro queiba a calar en Vallecas. Carmena sólo ha recibido más porcentaje de votos en el distrito centro", aclara Peinado.

Preguntado por el simbolismode que Pablo Iglesias sea del barrio, Peinado no puede evitar volver al carmenismo: "El último alcalde socialista de Madrid, Juan Barranco, es de Vallecas. TambiénInés Sabanés. Y muchos líderes de la izquierda han vivido en Vallecas, así que lo dePablo Iglesias no estan simbólico:lleva ocurriendo toda la vida. Más que Pablo Iglesias o Podemos meparece clave Carmena, que ha conectadomuy bien con lo que quiere la izquierda en Madrid. Sobre todo por esa nueva forma de hacer política: sin siglas, confluyendo y sin tirarse los trastos a la cabeza".

Por último, es inevitable referirse al desmoronamiento del aguirrismo. Le enseñamos a Peinado la foto que ilustra este artículo -Esperanza Aguirre con problemaspara tirar de su perro 'Pecas' en la mañana electoral- en busca de unavaloración rápida del escalofriante documento gráfico: "Ah, sí, el perro Pecas algo se olía: no quería ir al paso de la lideresa. 'Pecas' es una buena metáfora de la campaña: los candidatos más frikisse han estampado. ¡Qué extraña la campaña de Carmona! No la puede entender nadie pormucho que él tenga esa personalidad... ¡Y todo el show de Espe paseando al perro con la bandera de España y mentando al espíritu santo tras votar! Ni el perro se lo creía ya. Esperanza ha intentado movilizar a los suyos alardeando de su personaje, de su extremo, de su caricatura, y no le ha salido bien: la movilización de la otra gente, a la que le espanta eso, le ha puesto en la calle”.