Jazmín Beirak: “La cultura es ingobernable”
La responsable de cultura de Podemos en la CM presenta un programa que marca la primera base del partido en esta materia, asentado en la defensa de la libertad y la autonomía cultural
El pasado fin de semana José María Aznar pedía, en medio de los cuchillos entre Ana Botella y Esperanza Aguirre, desconfiar de los desconocidos el día D del voto. De un plumazo el ex presidente daba por válida a la casta y toda la campaña crítica en la que Podemos se ha amparado para derrotar a los partidos tradicionales. Desde las Elecciones Europeas de hace un año en el grupo han ido creciendo referentes que han diseñado el camino. Jazmín Beirak es una de esas personas, junto con Eduardo Maura, Jorge Lago y Germán Cano. Son los cerebros culturales que tratan de pasar de las ideas a la política.
Beirak forma parte de la lista de José Manuel López para gobernar la Comunidad de Madrid, pero hasta que entró en la lista autonómica se dedicó a escuchar los problemas y las necesidades del sector cultural. De aquellas reuniones del Círculo de Cultura, con más de 300 profesionales, se creó un esbozo de programa, que ahora coge cuerpo por primera vez en la propuesta de Madrid. Al frente, esta historiadora del arte, gestora y defensora de “pequeños desplazamientos para generar cambios reales”.
Buscan un modelo solvente, que combine la ayuda pública y la aportación privada y, sobre todo, que fomente un tejido y una formación de público. Contra el estigma de la utopía una declaración práctica: “La propuesta de Podemos es cómo hacemos con lo que hay algo mejor”.
Para que exista, la cultura necesita mucha independencia. La cultura es ingobernable, incontrolable, no sabes para qué sirve ni cuáles son los efectos
P. Como desconocida, ¿cree que es un problema para la política que los ciudadanos lleguen a gestionar los recursos públicos?
R. Al contrario. Además, el concepto de “desconocido” me parece absurdo, porque siempre hay un desconocido, hasta el propio Aznar cuando llegó lo era. Como si la vida política sólo se pudiera medir por el tiempo que ellos han establecido. Por otro lado, somos gente que no ha estado en la política institucional, pero hemos hecho política desde otros ámbitos. Muchos portamos una reflexión sobre cómo mejorar las cosas. Somos profesionales, trabajadores, que han decidido poner su experiencia al servicio de un proyecto político de cambio.
P. ¿Es como se lo imaginaba?
R. En la campaña he sido consciente que se abría un nuevo ciclo en mi vida, con nuevas responsabilidades. No me imaginaba nada. Vengo del Círculo de Cultura, donde he ido trabajando sin perspectiva de tener cargo. Estoy aprendiendo muchísimo. Tengo muchísimas ganas porque podemos hacer muchas cosas, hay muy buen equipo.
P. Después de trabajar en el boceto de programa cultural de ámbito estatal, ¿no se veía en el equipo aspirante en las Elecciones Generales?
R. En realidad, no lo pensé. Pero como hemos hecho un trabajo importante y las municipales y autonómicas era la primera base donde hacerlo efectivo, pues ahí me he puesto a trabajar. Hay otras personas que forman parte del consejo estatal, como Eduardo Maura, Jorge Lago y Germán Cano, que se encargarán de ello.
P. Cuánto hombre.
R. Es una autocrítica que nos hacemos mucho en Cultura. Estamos trabajando en ello…
P. ¿Es el programa de cultura de la Comunidad de Madrid (CM) un referente de la política cultural de Podemos a nivel estatal?
R. Sí es el proyecto que defendemos para la cultura, con la sostenibilidad, democracia y difusión como ejes. Creo que puede servir de mimbre para desarrollarlo a nivel estatal, pero hay cosas que no nos corresponde tratar como la Ley de Propiedad Intelectual, la Ley del Cine, la difusión en el exterior de la cultura. Lo que tiene que ver con el acceso a la cultura y la producción cultural, sí están reflejados.
P. Anunciaba el otro día un incremento en el presupuesto de cultura en la CM, pero no dio una cifra. ¿Puede detallar la subida?
R. Sí, junto con Eduardo Gutiérrez, responsable de economía, vimos que podíamos incrementarlo un 20%. Son 28 millones de euros más. No llegaría al 1% del presupuesto total, pero ampliaría bastante lo que hay ahora.
Incrementaremos un 20% el presupuesto en cultura. Son 28 millones de euros más. No llegaría al 1% del presupuesto total
P. Imagine unos Presupuestos Generales ideales, ¿cuál sería la inversión ideal en cultura?
R. Es difícil saber cuánto habría que tener, pero sí sé que hay que gestionarlo mejor. Cuanto más dinero, más cosas se pueden hacer. Pero lo que toca ahora es gestionar bien lo que hay.
P. ¿Cuál sería la prioridad de ese incremento en la inversión?
R. Primero tenemos que hacer un estudio de dónde ha ido todo el dinero. Debemos centrarnos en la idea de promoción cultural, ahí haremos una transformación con nuevas propuestas estructurales.
P. ¿Cuál cree que ha sido el fallo de la política cultural de la derecha?
R. No se ha considerado la cultura como una prioridad. Como no es rentable, no sirve para nada. Imagino que tienen muchos prejuicios sobre la cultura. Creo que la cultura para que exista necesita mucha independencia. La cultura es ingobernable, incontrolable, no sabes para qué sirve ni cuáles son los efectos. Apostar por un ámbito que no controlas es complicado desde posiciones que necesitan controlar.
P. ¿Y el de la izquierda?
R. Es complicado. Bueno, piensa que hay cosas buenas y cosas malas; que hay cultura buena y cultura mala. No ha sido capaz de apostar por la complejidad de la cultura.
P. ¿Entonces, pactaría con un partido que ha defendido estos modelos?
R. Los pactos irán más allá de la cultura. Esos pactos, además, los decidirá la gente, la Asamblea Ciudadana. Pero habrá que ver cada programa concreto y si es posible manejar un mismo lenguaje. Además, Podemos ha provocado una desestructuración del orden existente y eso ha hecho que a los partidos lleguen otras personas con los que es más fácil compartir algunos puntos. Creo en ciertas cuestiones no es difícil entenderse en cultura.
Una Ley de Mecenazgo debe ir acompañada por un control fiscal muy fuerte. Si puedes eludir y defraudar no te interesa invertir en cultura.
P. ¿Cuál ha sido la mayor amenaza de la cultura en estos 40 años?
R. La cultura está muy desconectada de las personas. Es urgente recomponer ese vínculo y reforzar esa conexión.
R. Espera, ahora vamos con eso. Garantizar la solvencia al tejido cultural, en términos industriales y asociativos. Y sobre Mario Casas era un ejemplo nada más, pero es cierto que nos movemos por deseos y no me parece mal trabajar con esas pasiones para difundir la cultura. No me parece escandaloso ni entiendo por qué se ve como algo escandaloso. Si se consigue conectar la cultura a partir de ahí…
P. ¿Es partidaria de fomentar la entrada del capital privado con desgravaciones fiscales?
R. En estos momentos desarrollamos una Ley de Mecenazgo específica para la CM. Sólo podemos actuar en el tramo del IRPF de la Comunidad. Debemos pensar en un mecenazgo amplio en el que entren empresas y particulares. ¿Por qué funcionan tan bien estos mecanismos en países como EEUU? Porque el fraude fiscal está muy controlado. Una Ley de Mecenazgo debe ir acompañada por un control fiscal muy fuerte. Si puedes eludir y defraudar no te interesa invertir en cultura.
P. ¿La cultura puede mantenerse sólo con subvenciones?
R. La inversión pública es imprescindible, porque hay infraestructuras que no son rentables, como las bibliotecas. La subvención pública no es mala, ahora bien, es importante evitar crear un tejido cultural que sólo viva gracias a las subvenciones. Porque el día que no haya por una crisis económica, la cultura desaparece. Hay que generar mecanismos para que no dependa sólo de la subvención.
P. ¿Qué infraestructuras culturales echa en falta en la CM?
R. Debemos trabajar con lo que hay. Hay que gestionar mejor lo que existe. Para nosotros es muy importante el rescate de espacios infrautilizados.
P. ¿Uniría las consejerías de Educación y Cultura?
R. No es necesario. Hay partes en las que coinciden, pero muchas otras que no. El presupuesto iría destinado a la formación de público: si no hay gente que lee, no hay libros.
P. Hablan de la no intervención en las instituciones, pero quieren renovar Telemadrid e incluir espacios en los que la cultura tenga un papel esencial. ¿Esto no es dirigir los contenidos?
R. Es necesario un proyecto de cultura global y es necesario pensar en los canales por los que circula la cultura. Lo que hacemos es generar gobiernos que no sean interventores, no vamos a decidir ni a controlar Telemadrid. Lo que queremos es generar los recursos para que existan espacios dedicados a la cultura, no señalar lo que es o no cultura. La lógica es de autonomía e independencia, no de control.
P. ¿Marcar las horas que debe dedicar la cadena a la cultura no es intervenir en la plataforma?
R. Intervienes en términos formales, no de contenido. Nosotros reconocemos con la medida que la cultura es fundamental para la sociedad. Es como si me dijeras que reservando una cuota de pantalla para los informativos estoy interviniendo. La información es fundamental. Ahora bien, yo no voy a mover esos espacios para que defiendan los proyectos que a mí me interesen. Serán otros los que decidan el contenido.
P. ¿Por qué carece de presencia política la cultura en España?
R. La cultura no genera una rentabilidad económica inmediata. Pierde interés para proyectos políticos que no entienden que la cultura ofrece otros beneficios. Por eso no se preocupan en crear un tejido. La cultura se ha utilizado para otra cosa, porque no piensan que el conocimiento de la sociedad o la felicidad es un beneficio.
Es importante que una institución entienda que es un sector económico y de una experiencia social. Pero no puedes olvidar del discurso económico
P. ¿Es bueno que la cultura sólo se legitime con un discurso económico?
R. Una vez se impone que sólo existe lo que es rentable, la gente de la cultura para defenderse ha tenido que asumir esos lenguajes. Es importante que una institución entienda que es un sector económico y de una experiencia social. Pero no puedes olvidar del discurso económico. Creo que se ha usado el argumento económico porque era la única manera de relacionarse con alguien que sólo maneja ese lenguaje. No es necesario que sea así.
P. ¿Sería capaz de prometer subir el PIB aportado por la Cultura del 4% al 10%, como hizo el actual Secretario de Estado de Cultura?
R. Mira, no. No soy capaz de prometer. Creo que no es necesario prometer cosas que no sabes si vas a poder cumplir y en la Comunidad de Madrid la prioridad es generar el tejido cultural que ha quedado deslavazado, frágil y vulnerable. Las cosas se han empezado por el tejado. Por ejemplo, la promoción exterior insiste en llevar a gente fuera para enseñar la cultura española, pero necesitas tener una escena cohesionada y luego mostrarla fuera. Hay que fortalecer el tejido y acercarlo a la gente.
P. ¿Qué harían con la polémica Ley de Patrimonio de la CM?
R. La revocaríamos con urgencia para parar la sangría. Y propondríamos una nueva ley de Patrimonio con las asociaciones que trabajan en ese ámbito.
P. En el programa no he visto desarrollada la relación entre turismo y patrimonio, ¿cuál es la propuesta?
R. No todo el turismo tiene que ver con la cultura, pero sí hay ámbitos que se relacionan. Y ese es el que hay que fomentarlo. Hemos decidido que turismo se relacione con modelo productivo y empleo, no con cultura. Es una apuesta política desligar el turismo de la cultura, porque hasta ahora en la CM han ido de la mano y eso ha hecho que el turismo tenga prioridad sobre la cultura. Como la cultura no se consideraba rentable, el turismo ha venido a dar rentabilidad a la cultura. Es necesario separarlas. Eso sí, desarrollaremos la parte cultural del turismo.
El pasado fin de semana José María Aznar pedía, en medio de los cuchillos entre Ana Botella y Esperanza Aguirre, desconfiar de los desconocidos el día D del voto. De un plumazo el ex presidente daba por válida a la casta y toda la campaña crítica en la que Podemos se ha amparado para derrotar a los partidos tradicionales. Desde las Elecciones Europeas de hace un año en el grupo han ido creciendo referentes que han diseñado el camino. Jazmín Beirak es una de esas personas, junto con Eduardo Maura, Jorge Lago y Germán Cano. Son los cerebros culturales que tratan de pasar de las ideas a la política.