Javiera Mena: "No me siento abanderada ni activista gay"

Considerada 'la amazona del pop global', 'la promesa del pop chilena' o 'la renovadora del pop latinoamericano' a este lado del charco, Javiera Mena podría coleccionaretiquetas como cromos. Otra que la acompaña desde que afirmó que era lesbiana -fuela primera artista que lo hacía públicamente en Chile-es ser bandera del colectivo homosexual. Pero más allá de estos rótulos, la cantante reivindica como sello su música.

Es con esa bandera con la que está visitando España para presentar Otra era, su tercer disco que publicó hace unos meses. Ha pasado por el MBC de Valencia, hoy toca -"con sorpresas", recalca-enMadrid (Ochoymedio),el día 15 lo hará en Barcelona (Music Hall) y en verano en el festival La Mar de Música, de Cartagena.

"Está claro que al ser laprimera mujerde mi país que lo dijo públicamente se me ha abanderado como icono gay, pero no era mi plan. Teníamos referentes de hombres pero las lesbianas era como si no existieran en Chile. No había. Existían pero hasta que un personaje público no lo dice... y es algo muy impactante. Lo dije conscientemente pensando en cómo nadie lo había dicho antes si había mujeres en la música o la televisión que era evidente que eran lesbianas.Al final hizo que fuera el titular cuando sehablaba de mí y mi popularidad creció por eso", recuerda pero, añade, "no me siento abanderada ni activista gay".

"Simplementehe sido normal y abierta, por eso se me haconsiderado unaabanderada, pero nunca he buscado esa bandera. Mi bandera es mostrar la verdad y ser natural y,claro, he dicho que soy lesbiana y así me han abanderado, pero las etiquetas son cosas que pasan y te definen en un momento. Yo voy por el lado de la música y quiero que me reconozcan por mi trabajo", asegura en a El Confidencial.

Con esa bandera llamadaOtra era, muchomás electrónica,dancey discotequera, e inclusonaïf, es con la que quiere presentarse. Y con el amor, la espina dorsal de la que hablar prácticamente todas sus canciones y que en este último disco deriva más hacia el deseo, la pasión y el sexo .

"El amor es una temática que inunda mis canciones. El amor es pasión y es deseo, y el deseo es uno de los motores del mundo. En este disco hablo más directamente del sexo, del deseo y del magnetismo, tópicos que están metidos de distintas formas en el arte pero de los que he querido hablar bien directo", explica.

Algo que junto con las bases, la parte más instrumental y la potencia que adquiere su voz en este álbum desmonta ese tópico de la canción romanticona y noña. "Me gusta desarmar esa idea y, por eso, son letras obviasmuy al estilo de la música de los setenta y los ochenta", afirma. Porque Javiera Mena no sólo habla explícitamente en canciones más eróticas o pasionalescomo Espada, que aunque confiesa naciósin componente sexual después vio cómo la pasión lésbica que refleja eslo que más se ha destacado del tema,o Los olores de tu almasino que el tono de su voz es más jovial y, sobre todo, enérgico.

Es precisamente ahí donde más se nota la evolución de la artista chilena. Su voz ha pasado desde la suavidad, muy inspirada en la bossa nova brasileña o artistas como Jeanette, de su primer trabajo, Esquemas juveniles, a la fuerza de este disco. "En Otra era he descubierto que tengo una potencia de voz y he aprendido aexperimentar más con mi instrumento para darme cuenta de que puedo lograr algo más parecido al en vivo, que es algo que me fascina", explica satisfecha.

Mena es una de las artistas chilenas más conocidasen su país. En España ha abierto la puerta a la nueva ola de pop latino (perdonen la etiqueta), lejísimos de los clichés que asaltan la conciencia tipo Ricky Martín o Chayanne, que encabeza junto a otros compatriotas como Francisca Valenzuela, Astro o Gepe. Llegar al tocado mercado español, señala, ha sido un trabajo de hormiga aunque tampoco ha notado la decadencia que vive la industria discográfica en la actualidad. "Yo soy una hija de la crisis, vengo de Latinoamérica,que lleva una carrera independiente y humilde. La primera vez que vine aEspaña -me invitó Erlend Oye en 2009-ya estabaen crisis, pero para mí eso no era crisis",reivindica.

"Supongo que el estado del sector les choca más a los que vivieron el apogeo porque yo siempre he vivido en crisis y he aprendido a arreglar y crear miforma de trabajo, que es bastanteaustera y no apunta a lo que suele hacerlo la industria, que es gastar y gastar mucho. Lo he vivido siempre así", remacha.