Mark Ronson, ¿mago o prestidigitador?

Mark Ronson: YAY

No sé si a vosotros os pasa pero a menudo soy completamente incapaz de retener algo que me acaba de suceder pero tengo memorizadas cosas aparentemente absurdas que he leído hace la tira de tiempo. Ahora, y escuchando Uptown Specialde Mark Ronson, me estoy acordando de Pj Harvey hablando del mega éxito Hey Ya!, de Outkast, una de esas canciones/tsunami que aparecen de cuando en cuando y que nos tienen a todos bailando sin parar como gatos en una pared. Y es que el single Uptown Funk, una hipervitaminada delicia funk ochentera bastante gamberra con el versátil geniecillo del pop (o impersonator de Michael Jackson, como lo han llegado a llamar) Bruno Mars, reúne todos los ingredientes para convertirse en un hitazo popular, pero sobre todo, tiene algo maravilloso aparte de pegada comercial que es SENTIDO DEL HUMOR.

Porque una acaba harta a veces de tomarse las cosas demasiado en serio y de la gente que se toma demasiado en serio a sí misma. Para la gente normal y corriente,la música a veces es una válvula de escape, recurrimos a ella para disfrutar y evadirnos y mira, NO PASA NADA. Y aquí es donde creo que Ronson acierta de pleno, en los cortes del disco más disfrutones como Feel Right,con el rapero Mystikal muy hot a lo James Brown que es dinamita, el ya mencionado Uptown Funk o el siguiente corte (igual el mejor del disco) I Can't Lose, una especie de mezcla entre Chaka Khan y el soul latino de Miami Sound Machine en su época de esplendor con una Keyone Starr, que debuta aquí a lo grande, exultante.

Y es que Mark Ronson (nacido en Londres en 1975), productor afincado en Nueva York desde la infancia,posee esa virtud que comparte con quienes le inspiraron en sus inicios, los grandes Beastie Boys, una especie de desparpajo desprovisto de complejos a la hora de meterse en faena y sacarle lustre en clave de soul a los grandes éxitos del pop británico de los últimos tiempos, desde Radiohead a The Smiths (con Versionfue el primer artista en ser galardonado con un Brit Award al mejor intérprete masculino sin ser el intérprete de ni un solo tema) o al homenajear a sus ídolos raperos de la adolescencia (su debut Here Comes The Fuzzes algo que HAY QUE ESCUCHAR, aunque solo sea por el On The Run con Mos Def y M.O.P.).

MARK RONSON: NAY.

Pero por ponerle alguna peguita, vamos a ser gentuza y a criticar. Cierto es que, como productor, el hito por el que pasará a la historia será el haberle puesto su impronta auno de los grandes discos de la década pasada, Back To Black(2006), segundo y último, por desgracia, álbum de estudio de nuestra añoradísima Amy Winehouse. Un disco enorme en el que Ronson, rescatando las claves del sonido Motown de Detroit y Amy, con sus dolientes letras y su prodigiosa y jazzy manera de interpretar,facturan algo así como el primer clásico del soul contemporáneo. Un disco que fue superventas,aclamadísimo y que además, lamentablemente, ha tenido una muy rentable segunda vida comercial debido al fallecimiento de la diva en 2011. Pero bueno, podríamos argumentar que no era el único produciendo (también estuvo ahí Salaam Remi) y que igual ese aire retro fue bien para configurar un artefacto comercial pero Amy ya había grabado Frank,que es su verdadera obra maestra.

Para mí Ronson es un Yay rotundísimo y este quizá será su año de consagración, a pesar de que 'Untown Special' al final se queda un poco en MEH

Por lo demás, algunos créditos soncomercialmente solventes, aunque no especialmente brillantes, junto a artistas comoLily Allen, Duran DuranoBruno Mars(aunqueUnorthodox Jukeboxes bastante molón). Así que igual podríamos denostarle diciendo que, bueno, como productor todavía tiene mucho por demostrar (con cuarenta añitos que tiene no será por falta de tiempo) y que igual los trabajos que firma al final son lo que son por los, eso sí, FABULOSOScastingsque hace.

Porque hablando de Motown, quien abre y cierra Uptown Speciales, nada más y nada menos queel gran Stevie Wonder, que tanto en la intro del disco (Uptown's First Finale) como el tema de cierre (Crack In The Pearl) nos acaricia la orejita con su mítica armónica. Pero nada más. Que, aunque parece que le llegó el momento de ser reivindicado tras la memorable actuación junto a Pharrell y Daft Punk en los Grammy de 2014, no sé, da un poco la sensación de que podría haberle sacado un poco más de partido, DIGO YO, sobre todo teniendo en cuenta que Andrew Wyatt suena a Stevie Wonder que tira para atrás.

En cambio, para terminar de afear, quien domina en presencia es el pesado de Kevin Parker, haciendo triplete en tres temas (Summer Breaking, Daffodils y Leaving Los Feliz) que contrastan por lánguidos (muy en la onda psych de Tame Impala por otra parte) con el resto haciendo que este conjunto aparentemente con vocación de CONCEPTO (algo así como una historia crepuscular con un trasfondo en Las Vegas que no tiene mucha consistencia, aunque para ello haya contado Ronson con el Pulitzer Michael Chabon, puedes ver más detalles sobre los textos en Genius) se quede en eso, una CARA A funky reventona y vibrante y otra, la B, más mustia y menos atractiva.

En definitiva, para mí Ronson es un Yay rotundísimo y este quizá será su año de consagración, a pesar de que Untown Specialal final se queda un poco en MEH (todo falso, me ha encantado).