2014 en el teatro: Lo mejor de lo mejor

La crisis agudiza el ingenio. Lo dice el refrán y, en lo que a la escena se refiere, este año que acaba se ha cumplido con creces. 2014 ha dejado grandes producciones teatrales a pesar de seguir sufriendo las fatales consecuencias del 21% de IVA. El segundo año completo de ivazo ha dejado tras de sí un sector todavía más precarizado, cada día más amateur, con pésimas condiciones laborales y en el que levantar una producción es lo más cercano a una odisea.

A pesar de ello, por los escenarios madrileños se han paseado producciones de altísima calidad como el Misántropo de Miguel del Arco, actores como Blanca Portillo o el dúo Roberto Álamo y Sergio Peris-Mencheta han rubricado algunas de las mejores interpretaciones del año y nos han sorprendido montajes como Cuando deje de llover o Los nadadores nocturnos. Todo ello sin olvidar que la crisis y la corrupción no podían ser ajenas a lo que se vivía encima de las tablas y han colonizado un buen número de montajes con Ruz-Bárcenas a la cabeza de ese teatro-documental.

Calidad, pasión por el oficio y tesón. Esa es la terna que ha levantado cada noche de este año el telón y de la que habrá que tirar en 2015 para que el teatro siga siendo, como dijo Federico García Lorca, "uno de los más expresivos y útiles instrumentos para la educación de un país y el barómetro que marca su grandeza o su decenso".