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Barcelona, el retrato definitivo
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Barcelona, el retrato definitivo

La Barcelona cosmopolita, elegante, influyente y en constante movimiento. La Barcelona reivindicativa pero también en la que caben todos. Aunque más que de la ciudad, habría

La Barcelona cosmopolita, elegante, influyente y en constante movimiento. La Barcelona reivindicativa pero también en la que caben todos. Aunque más que de la ciudad, habría que hablar de sus ciudadanos, que son, en definitiva, quienes han construido esa imagen atractiva que se proyecta a todo el mundo de la capital catalana.

La Fábrica y el Ayundamiento de la Ciudad Condal han editado Barcelona, un libro que recopila 300 fotografías desde las primeras documentadas en 1855 hasta la actualidad. Firman este recorrido visual fotógrafos de la talla de Henri Cartier-Bresson, Helmut Newton, Gerda Taro, Avedon, Colita, Català-Roca, Joan Colom, Leopoldo Pomés o Rafael Badía. 

"Después de este viaje a través de más de 170 años de pasión, turbulencias, indiferencia, esperanza y gloria, tiene uno la gratificante sensación de llegar a un inesperado momento de comunión entre la ciudad, los fotógrafos y los barceloneses", escribe en el prólogo del libro Ricardo Feriche, su editor.

La obra, estructurada de forma cronológica, recorre la historia de Barcelona desde esos finales del siglo XIX, con la construcción de la ciudad más allá de las murallas medievales y la Revolución Industrial, para adentrarse en el XX desde el "pistolerismo" de principios de siglo, la eclosión del ocio, la Guerra Civil -retratada por los excepcionales Gerda Taro y Chim-, o la posguerra -donde los objetivos de Català-Roca, Joan Colom o Xavier Miserachs afilan su mirada hacia los perdedores- para adentrarnos poco a poco en la Democracia, el despertar cultural y turístico de la ciudad y su consolidación como capital multicultural y artísitica, Juegos Olímpicos mediante.

La Barcelona cosmopolita, elegante, influyente y en constante movimiento. La Barcelona reivindicativa pero también en la que caben todos. Aunque más que de la ciudad, habría que hablar de sus ciudadanos, que son, en definitiva, quienes han construido esa imagen atractiva que se proyecta a todo el mundo de la capital catalana.