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¿Qué escucha Haruki Murakami mientras espera el Premio Nobel?
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la música que inspira sus obras

¿Qué escucha Haruki Murakami mientras espera el Premio Nobel?

Leer al japonés es repasar la historia de la música. La rica banda sonora que se cuela en sus novelas pivota entre los Rolling, los Beatles, Nat King Cole o Liszt

Foto: El escritor japonés Haruki Murakami (Efe)
El escritor japonés Haruki Murakami (Efe)

Leer un libro de Haruki Murakami también es escucharlo. Canciones inspiradoras, suites que dan título a sus obras o temas que se pasean por las páginas acompañando, e incluso impulsando, a sus protagonistas. La música protagoniza y se apodera de las obras del escritor japonés con un crisol, que hemos recopilado en una lista de Spotify,que va desde Ray Charles a Duke Ellington, de Gleen Gould a los Beach Boys o de Bob Dylan a Beethoven.

Varios de los libros de Murakami toman sus nombres de canciones, como su reciente Los años de peregrinación del chico sin color que lo hace de la suite Années de Pèlerinage de Franz Liszt; Tokio Blues (Norwegian Wood) del tema de The Beatles; Baila, baila, baila (Dance, dance, dance) de The Dells y Al sur de la frontera, al oeste del sol de South of the Border, de Nat King Cole.

Prácticamente todo lo que sé sobre la escritura lo aprendí de la música. Puede sonar paradójico decir que es así, pero si yo no hubiera estado tan obsesionado con la música, no podría haberme convertido en novelista

De hecho, tanta es la influencia de sus selecciones musicales que cuando se publicó1Q84en Japón, laSinfoniettadeLeos Janacek–canción con un peso destacado en la novela como deja claro en las primeras líneas: “La radio del taxi retransmitía un programa de música clásica por FM. Sonaba laSinfoniettade Janacek. En medio del atasco no podía decirse que fuera lo más apropiado para escuchar (…) ¿Cuántas personas habrá en el mundo, que al escuchar el inicio de laSinfoniettade Janacek, puedan adivinar que se trata de laSinfoniettade Janacek? La respuesta probablemente esté entre “muy pocas” y “casi ninguna”. Pero Aomame, de algún modo, podía”- vendió tantas copias en una semana como lo había hecho en los 20 años anteriores.

El propio Murakami explicaba en un reportaje delNew York Timesque eligió esta canción precisamente por su rareza. “Esa rareza se ajusta muy bien al libro. No me puedo imaginar otro tipo de música más adecuada para esta historia”. “Elegí laSinfoniettaporque no es música popular para nada. Pero después publiqué el libro y la música se hizo popular en el país… El señorSeiji Ozawame dio las gracias. Su disco se vendió muy bien”, comentaba.

Pasión por el jazz (y más)

"Tuve mi primer encuentro con eljazzen 1964 cuando tenía 15 años.Art Blakeyy losJazz Messengersactuaban en Kobe en enero de ese año y me regalaron una entrada por mi cumpleaños. Fue la primera vez que realmente escuchaba jazz y me quedé boquiabierto. Estaba estupefacto", escribía Murakami en elNew York Times. Mucho se ha contado sobre la especial predilección del autor por el jazz pero este género comparte espacio en su obra junto al pop, especialmente el estadounidense, y la música clásica.

Murakami ha explicado en múltiples ocasiones la influencia dela música en su literatura y sus similitudes a la hora de abordar el proceso creativo. "Prácticamente todo lo que sé sobre la escritura lo aprendí de la música. Puede sonar paradójico decir que es así, pero si yo no hubiera estado tan obsesionado con la música, no podría haberme convertido en novelista. Incluso ahora, casi 30 años después, sigo aprendiendo mucho acerca de la escritura con la buena música. Mi estilo está profundamente influenciado por la repetición deriffs de Charlie Parker como por la fluidaprosa elegante de F. Scott Fitzherald. Y todavía me tomo la continua calidad de la autorenovación de la música de Miles Davis como un modelo literario", asegura.

Así pues, el jazz está predomina en novelas comoAl sur de la frontera, al oeste del sol(su protagonista regentaba un club de jazz),donde además de en el título predominan temas comoPretend, deNat King ColeoThe Star-Crossed LoversdeDuke Ellington,junto a otros de música clásica como los conciertos para piano deLiszt.

Baila, baila, baila es una de las novelas del japonés donde la nómina de música por página alcanza cotas más elevadas. En el setlist, canciones que van desde Brown sugar de The Rolling Stones hasta Born to lose y Hit the road Jack de Ray Charles, la obertura de Las bodas de Fígaro, el BillieJean de Michael Jackson,Hard Rain y The times they are A-Changin'de Bob Dylano Rock-a-Hula Baby de Elvis Presley. Una mezcolanza de estilos que todavía tiene más peso en Kafka en la orilla, donde de Beethoven, Suchubert y María Callas y su Sì, mi chiamano Mimìcompartensin problema peso y simbología con Radiohead y su Kid A.

Dos temas marcan la trama deNorwegian Wood, una novela con una banda sonora pop rock con los mejores exponentes del género: The Beatles, el Jumping Jack Flash deThe Rolling Stones y con un bonuspara The Doors y su People are strange. Sin embargo, en After Dark vuelve a predominar el jazz con temas como Five Spot after dark de Curtis Fuller o Sophisticated Lady de Duke Ellingtony en Sputnik, mi amorlo hacen las melodías clásicas con piezasde Mozart,Beethoven yLiszt, aunque emerge entre ellas Astrud Gilberto con Fly me to the moon y (Take me to) Aruanda.

Otros temas dignos de destacar que se pueden encontrar en la discografía escrita de Murakami sonPositively 4th Street de Stereophonics en El fin del mundo y un despiadado país de las maravillas; Born to USAde Bruce Springsteen en el resto El elefante desaparece; Surfer Girl de The Beach Boys en Después del terremoto o, sin duda,Round Midnight de Thelonious Monk, su músico favorito, en Los años de peregrinación del chico sin color.

Leer un libro de Haruki Murakami también es escucharlo. Canciones inspiradoras, suites que dan título a sus obras o temas que se pasean por las páginas acompañando, e incluso impulsando, a sus protagonistas. La música protagoniza y se apodera de las obras del escritor japonés con un crisol, que hemos recopilado en una lista de Spotify,que va desde Ray Charles a Duke Ellington, de Gleen Gould a los Beach Boys o de Bob Dylan a Beethoven.

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