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El grupo de rock más extremo del planeta
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Swans sacuden Madrid con su sonido prehistórico

El grupo de rock más extremo del planeta

El grupo swans presentó en un concierto en Madrid su disco 'To Be Kind', uno de los mejores de la carrera de una banda con un líder de sesenta años

Foto: Los Swans en su concierto madrileño
Los Swans en su concierto madrileño

Ciento cincuenta minutos de máxima intensidad. Todo el mundo lo esperaba, pero los miembros de Swans volvieron a hacerlo. Sus dos giras anteriores habían resultado memorables."El objetivo es alcanzar una experiencia extrema, algo que aporte júbilo a quien la viva. Esa debe ser la razón para cualquier músico de verdad: crear una experiencia abrumadora a través del sonido". Misión cumplida, otra vez, en la sala Shoko de Madrid.

Esta vez presentaban disco doble, To Be Kind (2014), otro álbum tenso y arrollador, pero tambiénbalsámico."Treinta y dos años después de su formación, entregan uno de los mejores trabajos de su carrera", explicaba la revista Uncut. ¿Qué otro grupo de rock con un líder de sesenta años puede decir lo mismo?

Relación hostil

Michael Gira, cantante y catalizador del proyecto, no estaba contento con la percepción de su banda en 1997, así que decidió disolverla."Cuando comenzamos atocar,muy al principio, no existía uncontextopara el tipo de ruido que hacíamos, así que lagentese asustaba. Manteníamos una relaciónhostilcon el público: elloseranagresivosconnosotros paradefendersedeloque ocurría sobre el escenario".

En realidad, el grupo sí tenía un comportamiento fuera de lo normal: se cuenta que exigían apagar el aire acondicionado de las salas dónde tocaban para hacer la experiencia más agobiante y extrema. "Llegamos a convertirnos en algo que no queríamos, con gente que venía a vernos por la etiqueta de "la banda que toca más alto en el mundo" y otros que salían presumiendo de que su amigohabíavomitadoen el concierto". Michal Gira decidió disolver el grupo y dedicarse a una especie de folk espiritual durante trece años. Luego los Swans regresaron más fuertes que nunca con el álbum My Father Will Guide Me Up a Rope To The Sky (2010). Desde entonces, son el grupo de rock más crudo del planeta.

Rock paleolítico

Su truco es no haberquerido empujar el género hacia delante, sino devolverlo a la era de las cavernas. La percusión que utilizan suena tan sencilla como la música prehistórica. Sus guitarras buscan golpes más que acordes. Un gong enorme señala los momentos de emoción desbordada. Los teclados multiplican la tensión en vez de amortiguarla. Michael Gira, imponente ysolemne,ejerce de chamán cuya misión es unir y elevar al público. Su voz grave, desafiante, parece depatriarcadel Antiguo Testamento.

Por supuesto, una horadespuésde que termine el concierto, tus oídoszumbancomo si hubieras pasado la tarde paseando sin protección por una pista deaterrizajede Barajas.Estamos ante una voltaje que muy pocos grupos recientes pueden alcanzar: quizá Godflesh y sus latigazos de sonido, los bajos retumbantes de Death Grips y la sección ruidista final en los conciertos de My Bloody Valentine. Música que intimida y a la vez seduce. Swans no bajan el pistón ni un minuto, aunque es cierto que su nuevo álbum, To Be Kind suena más a rock clásico que los dos anteriores.

Esclavos del capital

Al finalizar el aquelarre, Gira presenta uno a uno a los cinco músicos restantes. Bromea cambiando sus nombres de pila al español. Cuando le toca el turno de autopresentarse, hace un gesto teatral y suelta esto:"Y aquí….Don Quijote". Básicamente, ese ha sido el guion de su carrera: agarrarse brutalmente a una idea clara en su cabeza y defenderla aunque sonase a locura.

Hace tiempo que el mundo se ha dado cuenta de que algo de razón llevaba. Gira retrata al mundo en que vivimos como un lugar convulso, injusto y cruel. Si alguien quiere encontrar el justo opuesto a la estética eufórica de los años ochenta, ha de hacerlo en discos como los que publicaba la banda en aquella década. Mientras otros celebraban las alegrías del consumo, Swans nos mostraban las cañerías del sistema, dominado por la avaricia, el poder y la policía.

Esta vez el grupo no tocó su pieza clave de los últimos años: un tributo a Toussaint Louverture, líder negro haitiano que en 1772 logro por víamilitar la primera revueltatriunfantede esclavos en la historia. En realidad, eso es lo que vienen a decirnos Swans en cada gira: que vivimos en estado de esclavitud mental, material y moral y que hace falta un esfuerzo bélico colectivo para librarnos de nuestras cadenas.

Ciento cincuenta minutos de máxima intensidad. Todo el mundo lo esperaba, pero los miembros de Swans volvieron a hacerlo. Sus dos giras anteriores habían resultado memorables."El objetivo es alcanzar una experiencia extrema, algo que aporte júbilo a quien la viva. Esa debe ser la razón para cualquier músico de verdad: crear una experiencia abrumadora a través del sonido". Misión cumplida, otra vez, en la sala Shoko de Madrid.

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