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Isaki Lacuesta: "La clase económica y política da más risa que pena"
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el director analiza su comedia de la crisis

Isaki Lacuesta: "La clase económica y política da más risa que pena"

Isaki Lacuesta analiza las claves de su comedia esperpéntica sobre el efecto de la crisis sobre el ciudadano medio

Foto: Isaki Lacuesta posa en San Sebastián (Gtres)
Isaki Lacuesta posa en San Sebastián (Gtres)

Un grupo de hombres disfrazados de osos pandas disparando contra todo aquel político o banquero que se ponga a tiro... Que la crisis española daba para una comedia esperpéntica estaba claro, más inesperado es que el autor de la misma fuera Isaki Lacuesta (Girona, 1975), icono del otro cine español, interesado habitualmente en temas y formas más experimentales que las habituales en la cinematografía nacional.

Tras ganar la Concha de Oro en San Sebastián con Los pasos dobles (2011), Lacuesta vuelve al lugar del crimen con la comedia escatológica Murieron por encima de sus posibilidades.

¿Cómo le explicaría usted su filme a un niño de siete años?

Cuando daba vueltas usted al filme, pensó incluso en realizar un documental sobre la crisis económica, pero lo descartó en favor de la comedia negra. ¿Por qué?

En los periódicos y en los telediarios todo se traduce a cifras, a ese nuevo lenguaje que hace referencia a las finanzas pero no a las personas, y del que yo no entiendo nada... así que pensé que la única manera de afrontarlo era riéndome de ello. También barajé hacer un dramón, la historia de un tipo desesperado, como algunos que conozco, a punto de tomarse la justicia por su mano. Pensé incluso en llamarlo Austeridad, pero me di cuenta que no tenía sentido pasarme dos años rodándolo porque tanto la clase política y económica como la sociedad en su conjunto damos más risa que pena. Los españoles somos elementos poco propicios al drama, saltamos directamente a la tragedia lorquiana. Preferimos caer en el esperpento que en el drama.

Parece como si el filme hubiera querido convertir la fantasía homicida del ciudadano medio -comentarios del tipo "esto lo soluciono yo matando a todos los políticos y banqueros" - en verdad cinematográfica. ¿Es así?

Los arrebatos políticos de barra de bar son, en efecto, un clásico. ¿Diría usted que suelen salir de las bocas de personas que no se habían interesado demasiado por intervenir en política y que, al hacerlo de golpe y en un contexto personal explosivo, no se les ocurre otra cosa que liarse a tiros a lo loco? Del cero al infinito...

Yo me siento en contra de las revoluciones intelectual y moralmente. Pero, al mismo tiempo, al ver las cosas que pasan me entra una mala leche y unas ganas de liarme a tortas que no veas. La película sería un diálogo entre estos dos polos.

¿Por qué dice que está en contra de las revoluciones?

En general me parecen estratégicamente equivocadas. Creo más en el desarrollo, la evolución y las reformas. Estratégicamente soy reformista. Y moralmente... lo explicaría mucho mejor Camus que yo... Si quieres defender tus ideas por la fuerza, asegúrate al menos de ser el más fuerte.

La paradoja de sus secuestradores es que, cuando les preguntan qué quieren para liberar al ministro y al banquero, dicen que lo único que piden es que volvamos a donde estábamos antes de que estallara la crisis. Uno de ellos dice incluso que ellos son "terroristas liberales", todo un shock político, ¿no?

"Somos personas normales como usted, queremos la propiedad privada, somos liberales", dicen. En el fondo no es mal plan el que proponen, ¿no? En el Parlamento se votan cosas mucho peores...

La cinta se rodó con poco presupuesto...

No, no, en realidad creo que he gastado demasiado dinero haciéndola... Se ha rodado de forma cooperativa. No ha cobrado nadie. Y ahora somos más de cien personas las que confiamos en que tenga buena acogida y podamos cobrar de nuestro trabajo. La apuesta era no dejar de hacer cine cuando todo apuntaba a que había que dejar de hacerlo. Ser los primeros en apostar por lo que hacemos.

Un grupo de hombres disfrazados de osos pandas disparando contra todo aquel político o banquero que se ponga a tiro... Que la crisis española daba para una comedia esperpéntica estaba claro, más inesperado es que el autor de la misma fuera Isaki Lacuesta (Girona, 1975), icono del otro cine español, interesado habitualmente en temas y formas más experimentales que las habituales en la cinematografía nacional.

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