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El día que Thatcher bailó el 'Moonwalk'
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Cinco años de la muerte del rey del pop

El día que Thatcher bailó el 'Moonwalk'

Mark Fisher analiza las claves de 'Jacksonismo', ensayo sobre la influencia cultural y política de Michael Jackson durante el triunfo del capitalismo ochentero

Foto: Rodaje del vídeo de 'Thriller'
Rodaje del vídeo de 'Thriller'

Si ustedes han ido alguna vez "a un chino" con su hijo pequeño, sabrán que las criaturas se suelen volver tarumbas ante la acumulación de juguetes y estanterías, y que es difícil salir de allí sin un bolsa repleta de cocodrilos de goma, narices de chufla y otros productos absurdos.

Pues bien: ahora cambien "chino" por "bazar de lujo en Las Vegas", "niño de tres años" por Michael Jackson" y "compra de ocho euros" por "compra de tres millones y medio de dólares". Dentro vídeo a partir del minuto cinco.

Hablamos de la que quizás sea el díade compras más espeluznante de todos los tiempos, con un Jacko enloquecido,dilapidando a ritmo récord una cantidad insensatade dinero, deambulandopor los pasillos del centro comercial con la mirada de las mil yardas.

Dado su frenético ritmo de gasto, cabría pensar que el día que Jacko dejara de comprar, el capitalismo se hundiría. ¡Y así fue! (aunque fuera en clave de coincidencia metafórica): si el inicio de su reinado pop coincidiócon la triunfante irrupción del neoliberalismo (Reagan/Thatcher), su defunción se produjo tras estallar la peorcrisis financiera del capitalismo en setenta años. O Jacko como símbolo de la época del hiperconsumismo y la extravagancia pop, tema clave deJacksonismo, ensayo sobre el cantantecoordinado por Mark Fisher y publicado por Caja Negracinco años después de su muerte(tal día como hoy en 2009).

placeholder Mark Fisher

"Michael Jackson es síntoma de un momento, y de sus contradicciones. El sentimentalismo azucarado y lo sórdido, lo consensuado y lo inaceptable, lo lúdico y lo miserable, el capitalismo y la esquizofrenia, van juntos conél de la mano. Jackson fue algo parecido aun experimento de laboratoriodelcapitalismo tardío mercantilizado -dado que él mismo fueuna mercancía casi desde su nacimiento. Verle hablar, especialmente después de Thriller, era tan inquietante como escuchar a una lata de Pepsi hablando", cuenta Mark Fisher a El Confidencial.

Fisher asegura en el libro que no es casualidad (hablamos de ciclos culturales, no de conspiraciones) que la muerte del cantante llegara tras el colapso económico mundial. Ambos hitos marcan el fin de una era que "podríamos llamar neoliberalismo, aunque sea algo más que eso", aclara el autor.

Ese algo más tiene que ver, por ejemplo, con la revolución cultural provocada por Thriller. El disco vendió tanto que sumúsica pasó a un segundo plano arrollada por el fenómeno económico de un Jacko convertido en marca, algo que ahora es el pan nuestro de cada día, pero que en 1982 erarupturista. "Thriller, no tanto el disco en sí mismo, sino toda la maquinaria promocional que lo rodeó, y de la que el disco acabó finalmente siendo indistinguible, inauguró un régimen de marketing intensivo al que ahora estamos bienacostumbrados", cuenta Fisher.

Es improbable que volvamos a ver a una estrella de esa escala alguna vez

Hablamos de unos años, los primeros ochenta,en losque losnuevos inventosy empresas de comunicación (delVHS a la MTV) se hicieron omnipresentes yalcanzaron una"novedosa audiencia global" rendida alprimerastrodela era de las celebrities. "Jackson se convirtió en una estrella global a una escala sin precedentes. ¿Había existido alguienantes tan famoso como él? ¿Podría alguien lidiar con semejante nivel de exposición? No había entrenamiento posible para un rol como este", según Fisher. No obstante,las "condiciones" que hicieron posible la descomunal fama de Jackson se han "evaporado" ahora: "La intensidad centralizada de aquel momento ha dejado sitio a la atención dispersa típica de internet. Es improbable que volvamos a ver a una estrella de esa escala alguna vez".

Un evento único en la historia del pop en el quela industria musical vivió un pico lucrativo que coincidiócon el primer gran pico lucrativo del neoliberalismo emergente. Jeremy Gilbert lo explica así en las páginas de Jacksonismo.

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"Fueron los años 1984-1988 los que realmente dejaron la marca deagua del thatcherismo, de la autoridad moral de Reagan sobre el escenariomundial, de MTV en su formato original de interminables videoclips. Este fueel mejor período de la historia para las discográficas y para aquellos artistas que podían usar los medios masivos de comunicación para venderse.Fue la edad dorada del pop...Este era el mundo en el cual Ronald Reaganpodía jactarse de estar liberando a los americanos de la 'carga' del gobierno, incluso cuando dejó el presupuesto federal por los suelos y condenó a una generación entera de habitantes urbanos pobres a tener expectativas de vida peores que las de sus abuelos. Unmundo para cuya existencia había contribuido Thriller en la misma medida que las primeras victorias electorales de Thatcher y Reagan".

No es que Michael Jackson tuviera una agenda neoliberal oculta. Se trata más bien de ver cómo sus canciones ejercieron demúsica de fondo deun revolucionario tiempo de excesos financieros. Y sobre todo de ver cómoJackson se transformó (consciente o inconscientemente) en metáforaviviente (y danzante) de unadoctrina económica en su mejor momento cultural.

"El fenómeno Thriller coincidió con la llegada de Reagan y Thatcher, con su novedoso y agresivo énfasis en los mecanismos del mercado. La mercancía llamada Michael Jacksonse convirtió en un símbolo de ese nuevo mundo, símbolo de la penetración de las mercancías en todas las áreas de la vida. Todo esto no acabó en 2009, pero la entusiasta autoconfianza que definió el programa neoliberal hasta entonces ha desaparecido ahora", afirma Fisher.

placeholder El Rey del Pop y el líder del mundo libre pasando la tarde en la Casa Blanca

En ese sentido, resulta muy significativo el capítulo dellibro dondeSteven Shaviroexplica por quélosextraordinarios logros artísticos del primer Jacko no están reñidoscon sucondición de autor de la banda sonorade una nueva época económica.

1) "Thriller representó un momento muy cargado emocionalmente, y fue extremadamente intenso. Ronald Reagan era presidente, era el inicio de la (contra)revolución neoliberal. Sabíamos que algo había terminado o se había perdido, pero todavía teníamos muy pocas ideas sobre cómo iba a ser lo que vendría. Yo no podría haber imaginado –nadie podría haber imaginado– la hipermercantilización y la hiperfinancialización que se volvieron dominantes en los años que siguieron; el reino del cinismo universal y las estrategias de marketing".

Dice Fisher que Jackson fue un espejo del nuevo capitalismo porque "no tenía ninguna posibilidad de escapar de la mercantilización", "prácticamente todo lo relacionado con él estaba a la venta","el producto era él, no sus discos". Pero sobre todo porque nadie encarnó como Jacko los "extremos del capitalismo".

En efecto, aunque se suele interpretar la adicción a las compras de Jacko comoun signo de la deriva demencial en la que entró en sus últimos días, en realidad su frenesí consumista era elcoherente colofón a una carrera que, al margen de su apabullante mezcla de hitosy aberraciones artísticas, no se puede entender sin analizar el subidón financiero ochentero de cuyo tortazo aún nos estamos recuperando.

Si ustedes han ido alguna vez "a un chino" con su hijo pequeño, sabrán que las criaturas se suelen volver tarumbas ante la acumulación de juguetes y estanterías, y que es difícil salir de allí sin un bolsa repleta de cocodrilos de goma, narices de chufla y otros productos absurdos.

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