Los sonetos de Lope luchan por la integración social

Los sonetos de Lope de Vega se mezclan con música pop, rock, e incluso copla. Las carcajadas y aplausos de los asistentes son constantes, incluso cuando poco después ellos se convertirán en los protagonistas del espectáculo. Se trata de Enamórate de Lope, la última producción de Varela Producciones y la Compañía de Blanca Marsillach, en colaboración con la Fundación Repsol.

Una nueva incursión dentro de su Programa de Teatro Interactivo para Personas con Discapacidad que se ha podido ver este lunesen el Teatro Casa de Vacas de El Retiro.

La iniciativa surgió hace más de cinco años y busca la integración social de este colectivo. Durante un día ellos se han convertido en actores profesionales, han subidoal escenario y han cantado, han jugado, hancontadoanécdotas… En definitiva, durante unas horas se han convertido en estrellas.

La obra se encuentra adaptada a las necesidades de cada persona; así, aquellos que tengan una discapacidad visual cuentan con un sistema de audiodescripción, mientras que las personas con discapacidad auditiva tendrán un intérprete en lengua de signos.

Blanca Marsillach ha hablado con El Confidencial para mostrarse orgullosa de este proyecto, que busca que los chicos “se sientan queridos”. La actriz y productora teatral ha manifestado que la cultura y el teatro son una herramienta eficaz para la integración y que por ello sus esfuerzos van dirigidos en este sentido. De hecho su próximo proyecto, Yo me bajo en la próxima, ¿y usted?, se trata de una obra de teatro que contará con un reparto mixto de actores profesionales y gente con discapacidad.

Un tema que parece seguir siendo un tabú, ya que, como expresa Marsillach, “no hay muchas entidades que se dediquen a ello”. La productoraespera que gracias a proyectos como este se vea la situación con más normalidad.

Cuando estos chicos suben a las tablas cuentan con el apoyo de un trabajador social, Xabi Olza, y de una actriz profesional, CarolinaÁfrica, que les guían en sus improvisaciones. Ambos estánencantados de participar en un proyecto de estas característicasy confiesan a este medio que aprenden cada día de cada persona que sale al escenario: “Vienen con la emoción a flor de piel, no se juzgan, no ocultan sus sentimientos, son impredecibles, y eso es muy gratificante”, confiesa África.

Tan impredecibles como Adolfo y María, que no han dudado en salir delante de todos sus compañeros y simular una cita romántica para demostrar sus dotes como actores, una profesión a la que les gustaría dedicarse.