Es noticia
Menos es más, también en arquitectura
  1. Cultura

Menos es más, también en arquitectura

A lo largo de la historia, los arquitectos de mayor talento se han entretenido puntualmente con el reto de diseñar edificios pequeños, pero perfectamente construidos. El

A lo largo de la historia, los arquitectos de mayor talento se han entretenido puntualmente con el reto de diseñar edificios pequeños, pero perfectamente construidos. El libro ¡Pequeña arquitectura ahora! destaca la labor de los arquitectos que trabajan sobre esta base en la actualidad. La escasez de presupuestos ha llevado a muchos arquitectos a concentrarse en la creación de edificios de dimensiones quizá diminutas, pero basados en ideas magníficas además de pioneras. Tanto en las urbes japonesas (donde escasean los grandes solares) como en la difusa frontera entre el arte y la arquitectura, los edificios pequeños ofrecen numerosas ventajas y obligan a sus creadores a hacer más con menos.

Una casita de muñecas para Calvin Klein en Nueva York, tenderetes para estrellas de la moda, cabañas estivales o alojamientos para las víctimas de desastres naturales son algunas de las creaciones que han dado ímpetu a este nuevo afán por crear la miniarquitectura del momento. En el libro se puede encontrar a Toyo Ito, galardonado en 2013 con el premio Pritzker, pero también a arquitectos en alza procedentes de Portugal, Chile, Inglaterra y Nueva Zelanda. Álvaro Siza y Kazuyo Sejima (SANAA) ponen de manifiesto su gran visión para los detalles más minúsculos junto con los artistas Doug Aitken y Olafur Eliasson. La invención arquitectónica a una escala mucho más reducida; Menos es más, también en arquitectura.

(Fotografías cortesía de TASCHEN)

 

A lo largo de la historia, los arquitectos de mayor talento se han entretenido puntualmente con el reto de diseñar edificios pequeños, pero perfectamente construidos. El libro ¡Pequeña arquitectura ahora! destaca la labor de los arquitectos que trabajan sobre esta base en la actualidad. La escasez de presupuestos ha llevado a muchos arquitectos a concentrarse en la creación de edificios de dimensiones quizá diminutas, pero basados en ideas magníficas además de pioneras. Tanto en las urbes japonesas (donde escasean los grandes solares) como en la difusa frontera entre el arte y la arquitectura, los edificios pequeños ofrecen numerosas ventajas y obligan a sus creadores a hacer más con menos.