El sexo débil del cine español

Preguntas inquietantes. ¿Por qué hay tan pocas directoras de cine en España? ¿Es sexista el cine español? ¿Tiene solución? La Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales (CIMA) acaba de lanzar la Colección Espejo para tratar de responder a estas y otras preguntas sobre el peso de las mujeres en la cinematografía nacional.

Cinco conversaciones a dúo entre directoras españolas como Icíar Bollaín, Chus Gutiérrez y Helena Taberna. Con diálogos rápidos, reivindicativos y reveladores sobre los desafíos de un colectivo que representa tan sólo el 7% del total de los directores de nuestro país. Y con un paisaje de fondo: la dificultad para ser mujer y cineasta en nuestro país. Lo decía un informe del Instituto de la Mujer hace unos años: 9 de cada 10 directores españoles son hombres y 9 de cada 10 peluquerasde cine son mujeres. Una estadísticas demoledora.

La Colección Espejo coincide además con la publicación de unos datos de la New York Academy Film sobre el rol de la mujeres en Hollywood en el último lustro. Tomando como referencia las 500 películas estadounidenses más taquilleras entre 2007 y 2012 se deducen las siguientes cifras: sólo hubo un 9% de directoras y un 15% de guionistas. En todas partes cuecen habas. Y casi siempre las cuecen las mujeres. Este contexto discriminatorio impulsó hace unos años la creación de CIMA e impulsa ahora las conversaciones entre cineastas españolas.

Hablar con ella

"La segunda cosa más maravillosa después de hacer películas es contagiar la pasión por hacer películas", dijo esta semana Isabel de Ocampo, presidenta de CIMA, en la presentación de la Colección Espejo en la sala Berlanga de Madrid. "Hemos reunido diálogos de mujeres apasionadas que comparten sus puntos de vista con todo aquel que quiera aprender".

"No se comprende muy bien que una mujer quiera ejercer por encima de todo su profesión, directora de cine o lo que sea”, comenta Inés París, cineasta y directora de Audiovisual de la Fundación SGAE, en la pieza de la colección que comparte con De Ocampo. "Debe haber un cambio sustancial, en todo. Tendría que haber más mujeres en los consejos directivos de las empresas", añade.

Las conversaciones han sido grabadas en la librería Ocho y Medio bajo la dirección de la joven cineasta Bel Armenteros. "Han hablado de lo que han querido, aunque marcamos unas pautas previas", explica.

Icíar Bollaín, directora de cine y fundadora de CIMA, cree que "la Colección Espejo nos va a dar mayor visibilidad". Los compañeros de profesión, los más progres, que al principio no compartían que hubiera una asociación de mujeres cineastas, "valoran ahora nuestro trabajo y hay muchos que apoyan e incluso son miembros de CIMA”.

Los jurados y comités que manejan dinero público deberían respetar la paridad

La directora de Te doy mis ojos piensa que se pueden tomar medidas "ya" para que mejore la situación de las cineastas en España: "Que los jurados y comités que manejen dinero público (TVE, ministerio de Cultura, certámenes) respeten la paridad. Lo único que tienen que hacer es cumplir la ley de igualdad".

Directoras veteranas como Cecilia Bartolomé (junto a Josefina Molina, presidenta de honor de CIMA e inspiradora de la asociación), se muestra muy poco complaciente con el hecho de que las mujeres pueden ser vistas como "minoría lamentable": "No puedo comprender que estemos igual que hace 40 años. Decir esto no significa que seamos unas resentidas o unas gilipollas. Ser director de cine no tiene nada que ver con el sexo. Parece que si eres mujer es como si tuvieras algún problema morfológico para hacer cine. De modo que si los parados tienen una cámara de compensación, las mujeres cineastas tenemos a CIMA para defendernos".

"Ha sido una oportunidad de hablar de nuestro trabajo. No de lo que cuesta hacer una película ode aquello tan ridículo de cómo te sientes siendo mujer y directora. He podido reflexionar sobre la esencia del trabajo. Me ha servido de mucho, por ejemplo, la conversación de Daniela Fejerman y Dunia Ayaso sobre la comedia, pues quiero que mi próxima película sea de ese género", cuenta Patricia Ferreira.

Agitar las vocaciones

En efecto, la pieza que comparten Fejerman y Ayaso es una de las mejores de la colección. Hablan del ritmo, de los gags y del tono de las comedias. "Hemos creado un mosaico rico y complejo donde se vislumbra una conciencia común, la necesidad de trabajar juntas", afirma Fejerman, directora de películas como Semen, una historia de amor.

Las piezas, que tienen una duración de entre 15 y 20 minutos, se pueden ver en la web de CIMAy pretende ampliarse a otras profesiones del audiovisual (guionistas, actrices, directoras artísticas).

"Esta colección no va a servir de golpe para que haya más mujeres cineastas. Todos sabemos que el momento que atraviesan la sociedad y la sociedad no es el mejor. Sin embargo, creo que estas conversaciones pueden impulsar a las jóvenes a convertirse en directoras", zanja Fejerman.