Es noticia
Miguel Ríos ya es Historia
  1. Cultura
El 'Diccionario' se olvida de muchos notables

Miguel Ríos ya es Historia

La ejemplaridad pública es fruto de la manipulación biográfica, método por el que se resaltan virtudes y grandezas, los titulares y las leyendas, y se esconden

Foto: Miguel ríos presenta en su granada natal sus memorias
Miguel ríos presenta en su granada natal sus memorias

La ejemplaridad pública es fruto de la manipulación biográfica, método por el que se resaltan virtudes y grandezas, los titulares y las leyendas, y se esconden miserias, defectos y tropiezos. Maquillar la verdad, ponerla bonita para la posteridad. El brillo que procura el Diccionario Biográfico Español a todos sus reseñados (más de 40.000) les legitima incluso sin estar legitimados. Esa ha sido una de las críticas más sonadas que ha lanzado la historiografía más rigurosa al trabajo de la Real Academia de la Historia: la falta de criterio al determinar quiénes son personajes relevantes en la Historia de este país y cuáles son los motivos que los justifican.

En las últimas incorporaciones a este capítulo histórico, que ha costado a las arcas públicas cerca de siete millones de euros y que en 2014 recibirá una subvención nominativa del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte de 84.290 euros, aparecen nuevas voces de “personajes destacados en todos los ámbitos del desarrollo humano y en todas las épocas de la historia hispana”. Como por ejemplo, Miguel Ríos (Granada, 1944), al que se le destaca –en pasado- porque “fue el rockero español más veterano, con una carrera de medio siglo a la que puso colofón con una serie de galas celebradas por toda España durante el verano y otoño de 2010 y la edición de su último disco Bye bye Ríos con la actuación en la que se despedía de los escenarios que celebró en su ciudad natal”. El responsable del perfil es Manuel Román Fernández, que traza un recorrido discográfico del músico que culminó su carrera durante la Transición.

Además de quedar incompleta nada más publicarse (Ríos realizó una gira por varias ciudades de México después de la despedida española), coincide esta aparición con la autobiografía del protagonista, Cosas que siempre quise contarte (Planeta). Curiosamente, mientras una reseña maquilla el devenir del músico, el escrito del propio Ríos se encarga de desmitificar su figura, al entrar en los episodios más oscuros y humanos que el pudor le ha permitido narrar. Mientras unos le sacan brillo, él mismo escribe contra su epitafio al punto.

Ausencias notables

¿Merece un lugar en el panteón de los nombres ilustres Miguel Ríos porque “siempre fue un clásico del rock and roll, entusiasta seguidor de Bill Haley y Elvis Presley o porque vendió “siete millones de copias en todo el mundo” de El himno a la alegría? ¿Estará contento el músico compartiendo espacio entre las reseñas biográficas más polémicas, como la de Franco o Queipo de Llano? ¿Por qué no aparecen otros como Joan Miró, José Hierro, Manuel Vázquez Montalbán, Pedro Almodóvar, Víctor Erice, Javier Marías, Miquel Barceló, Mario Camus, Juan Muñoz, Juan Goytisolo, Jorge Oteiza, Joan Brossa, Julia Navarro, Alfredo Landa, El Fary, Isabel Pantoja, Carlos Ruiz Zafón, Antonio Ozores…? José Luis Garci tampoco pasa, de momento, a la Historia (cuando se ha publicado esta nota no aparecen en su buscador).

El autor de Popotitos no es el único que pasará a la Historia en los nuevos volúmenes. Llama especialmente la atención la gran cantidad de entradas dedicadas a empresarios y firmadas por el propio Diccionario Biográfico Español. ¿Conocen a Helena Revoredo Delvecchio? Es la presidenta de Prosegur, tras la muerte de su marido. Su ficha, en la que ni siquiera aparece la fecha de nacimiento (no sabemos si por coquetería o por error), a esta empresaria argentina (de Rosario) como una mujer esencial en el devenir histórico español, ya que su empresa “tiene en la actualidad más de 155.000 empleados y sus más de 400 sedes están repartidas por Europa, Iberoamérica y Asia. Tiene cuatro hijos, dos de los cuales desempeñan puestos de responsabilidad en la compañía”. ¿Francisco Rodríguez García? Empresario asturiano del sector lácteo, nacido en 1937.

La ejemplaridad pública es fruto de la manipulación biográfica, método por el que se resaltan virtudes y grandezas, los titulares y las leyendas, y se esconden miserias, defectos y tropiezos. Maquillar la verdad, ponerla bonita para la posteridad. El brillo que procura el Diccionario Biográfico Español a todos sus reseñados (más de 40.000) les legitima incluso sin estar legitimados. Esa ha sido una de las críticas más sonadas que ha lanzado la historiografía más rigurosa al trabajo de la Real Academia de la Historia: la falta de criterio al determinar quiénes son personajes relevantes en la Historia de este país y cuáles son los motivos que los justifican.