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Hollywood convierte el cómic adulto en un juego de niños
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el cine realiza adaptaciones para todos los públicos

Hollywood convierte el cómic adulto en un juego de niños

Sus versiones cinematográficas obvian cualquier contenido sexual o violento para hacerlas comercialmente accesibles a los niños y adolescentes

Foto: Escena de 'Kick Ass'
Escena de 'Kick Ass'

Seguro que en Hollywood tienen una expresión yankee equivalente a la castiza “Poderoso caballero es don dinero”, porque al final todo en la meca del cine se mueve por el interés económico. Las productoras cada vez arriesgan menos y apuestan sobre fórmulas resobadas que funcionan en taquilla. Que se lo digan al mundo del cómic, que ha visto como sus obras más polémicas, adultas y violentas se han convertido en un juego de niños. Todo por el preciado PG, es decir la calificación para todos los públicos.

Los que mandan en casa son los chavales, y no hay nada más incómodo que querer ver una película y que la recomendación de edad no permita entrar a uno de los más pequeños. En EEUU saben que estas anécdotas pasan muy a menudo, así que la solución es fácil: crear todos los filmes con una calificación acorde a todo tipo de público (como mucho se permiten llegar al no recomendado para menores de 13 años).

Sólo hay que echar un vistazo a la historia de la taquilla para ver que los filmes destinados a un público adulto tienen más difícil convertirse en un éxito y las adaptaciones de historietas gráficas muchísimo más, ya que su público objetivo son adolescentes de 13 o 14 años cuyos padres no les dejarán ir si les calcan la temida calificación R (Mayores d 18 años).

El último ejemplo ha llegado este fin de semana a las pantallas españolas, la secuela de Kick Ass llega cargada de violencia, tacos y adolescentes cercenando cuerpos. Hasta el punto que Jim Carrey, fichaje estrella de esta segunda parte, ha renegado de ella diciendo que es demasiado violenta. Cómo si no supiera dónde se metía. Sólo había que echar un vistazo a su predecesora para ver por dónde iban a ir los tiros. La primera parte se convirtió en un soplo de aire fresco y en un título casi de culto para los amantes de los cómics precisamente por eso, su visión salvaje de los superhéroes. Sin embargo en taquilla ninguna de las dos ha funcionado especialmente bien. El filme original recaudó 46 millones en América y un total de 96 a nivel internacional, suficiente para que con unos costes de producción muy limitados de 30 millones se diera luz verde a la secuela. La continuación de la saga lo lleva mucho peor, de momento 40 millones conseguidos habiendo costado 28.

Pero así funcionan las cosas en el mercado cinematográfico, o si no pregúntenle a Zack Snyder. Él creía que había conseguido cambiar la mentalidad americana gracias a 300, que calificada con una R como una catedral consiguió ser un taquillazo sorpresa y consiguió 210 millones sólo en EEUU. Por fin nadie se escandalizaba por ver unos miembros amputados y un par de polvos. Ilusos. Su siguiente apuesta, la adaptación del cómic de culto Watchmen llegó a los 107 con mucha dificultad, y la mitad de ellos conseguidos el primer fin de semana por la horda de fans de la obra de David Gibbons y Alan Moore.

placeholder Imagen de '300' (Warner Bros)

Aún así el siguió intentándolo y escribió su primer guión propio: Sucker Punch. Una orgía de chicas en minifalda partiendo caras con una estética de videojuego. No adaptaba ningún cómic, pero su influencia estaba allí. Snyder no concebía una película sin violencia o contenido sexual, pero el fracaso de este filme (36 millones recaudados para un presupuesto de 82), que todo sea dicho fue considerado como uno de los peores del año, hicieron que algo cambiara en la cabeza del director. Resultado: su siguiente proyecto, El hombre de acero, ha sido el primero en su carrera que ha sido ‘visible’ a partir de los 13 años. Snyder se ha tenido que cortar y entregar a la Warner algo con lo que se aseguraran su rentabilidad. Aún así muchos han criticado su final demasiado apocalíptico.

Héroes que no matan

Por otro lado están esos superhéroes destinados a un público infantil de forma clara. Ahí está Spider-Man, que junto a Batman son los grandes triunfadores en cuanto a dinero recaudado se refiere. El hombre araña no mata, o si lo hace es una casualidad de su enfrentamiento. Siempre lucha, pero intenta detener a los malhechores con sus telas para que la justicia se encargue de ellos, y en las peleas sangre, lo que se dice sangre, más bien poca.

placeholder The Amazing Spider-man

Siendo muy benevolente puedes pensar que gracias a sus superpoderes Spider-Man sea tan buena gente con sus enemigos, pero si piensas en otros como Batman o Lobezno las cosas no cuadran.

El alter ego de Bruce Wayne se lía a palos con todos los villanos, y aun así la violencia nunca es gráfica o explícita. Ni siquiera Nolan y su toque oscuro y profundo se han saltado estas normas. Luego está el caso de Lobezno, que a pesar de tener unas garras afiladas como katanas nunca ha desmembrado un cuerpo, como mucho le hace unos cortes y a correr. Pero es que los dólares son más importantes. El propio director de la última entrega, James Mangold, ha reconocido que un par de peleas mucho más violentas se han quedado en la mesa de montaje y que se incluirán en la edición en DVD.

Y del sexo ni hablamos. No vaya a ser que veamos a Peter Parker con Gwen Stacy en la cama y los niños pierdan su inocencia a golpe de fotograma.

Los vengadores (Marvel)El paso definitivo en esta infantilización del cómic para adultos ya ha ocurrido. Disney compró en 2009 Marvel. ¿Existe algo más infantil que Disney? Probablemente no, pero esta fusión entre ambas compañías ha llevado a los mejores resultados económicos que han vivido sus películas de superhéroes. Primero vino la esperada Los vengadores, tan entretenida como blanda e inofensiva. Muy todos los públicos. Muy Disney.

Este año le ha tocado el turno al Iron Man de Robert Downey Jr, que si siempre ha sido una saga muy desprejuiciada que busca el entretenimiento, ya de la mano de Disney esta tendencia se ha ratificado. Eso sí, la apabullante distribución que la compañía de Mickey Mouse otorga internacionalmente vale más que querer hacer un cómic de Marvel en su versión adulta.

Seguro que en Hollywood tienen una expresión yankee equivalente a la castiza “Poderoso caballero es don dinero”, porque al final todo en la meca del cine se mueve por el interés económico. Las productoras cada vez arriesgan menos y apuestan sobre fórmulas resobadas que funcionan en taquilla. Que se lo digan al mundo del cómic, que ha visto como sus obras más polémicas, adultas y violentas se han convertido en un juego de niños. Todo por el preciado PG, es decir la calificación para todos los públicos.

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